El futuro en el pasado I - II

8.-

Una semana después...

Dumbledore aún no entendía como era posible que aquella pequeña cabaña aún estuviera en pie, aún así , se aseguró de seguir las indicaciones con exactitud y cabo con sus manos hasta dar con el pequeño anillo de oro, al parecer la carta que había llegado hasta él no mentía, y de verdad estaba ahí ese objeto con magia maligna, quiso tocarlo pero apartó sus manos mientras buscaba su varita.

—Te encontré.

En la nota había una advertencia sobre una maldición y él, no quería ser objeto de una. Levito el objeto y lo introdujo en una pequeña esfera para que fuera protegido. No pensó que fuera tan fácil, aún así, no bajo su guardia mientras guardaba la esfera en su túnica. Moody estaba cerca de él, montando guardia.

—¿Lo tienes?—Preguntó curioso.

Dumbledore asintió.—al parecer es real, y no solo es este sólo, hay muchos más.

El auror enarco una ceja, al tiempo que llevaba una pequeña botella enlatada a su boca bebiendo Wiskey.—¿Tienes un espía entre las filas del señor tenebroso?

El pelo blanco negó levemente.—No sería una mala idea pero, aún no se ha presentado la oportunidad. No hay nada mejor que conocer tu enemigo desde su propia guarida.

Un cambio rápido en el ambiente los hizo sobresaltar. Había alguien cerca de ellos. Dumbledore apenas logró esquivar una maldición asesina para rápidamente devolver un Expelliarmus, jamás contra atacaba para matar.

Tom Riddle apareció en el campo visual de ambos magos, los ojos del más joven observaron el agujero en la tierra y lo que posiblemente había sido extraída de ella. Un duelo, dos contra uno. Moody fue expulsado y alejado a unos cuantos metros del par de duelistas, el lord no estaba para nada contento.—Regrésame lo que robaste.

Albus trato de mostrarse sereno.—No puedo creer a lo que llegaste, Tom. Esto que hiciste, hijo, con tu alma..

El lord rio de forma seseante como si no le importará, se preguntó cómo tal información había llegado a manos de Dumbledore, nadie sabía de sus Horcrux, nadie.—¡Regrésamelo!—dos maldiciones fueron nuevamente lanzadas.

Dumbledore fue más ágil y logró apartarse para finalmente desaparecerse. Moody había hecho lo mismo, si bien era una retirada algo cobarde, no estaba en las mejores condiciones para una lucha.

Tom gritó de frustración. Había decidido ocultar el anillo en un mejor lugar, ya que, no lo sintió seguro en su actual posición ¡Y no se equivocó! ¡Se lo habían robado en sus malditas narices! El pelinegro observó la choza con furia, y sin pensarlo. Desahogo rápidamente su enojo incendiando la que fue hace muchas décadas atrás, el hogar de su difunta madre.—Te arrepentirás.—Susurró.

Le haría pagar a Dumbledore por esto, y no solo eso, descubriría quien le informó sobre la existencia de sus horcrux.

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Severus mastico con lentitud la manzana que comía mientras esperaba que iniciará la próxima clase, la profesora Minerva estaba al parecer algo atrasada.—Ayer no tenías ese moretón en el ojo, James.—Murmuró el Slytherin de piel pálida.

James se peino el cabello hacia atrás, sostuvo el brazo de Severus que sostenía la manzana y robo un trozo de esta, mordiéndola.—Ayer en la práctica de Quiddicth, la Snicht se estampó contra mi rostro, así que.. bueno. Ya sabes.

Severus rio en voz baja al escuchar tal cosa. La voz en su interior susurró algo que él logró distinguir como [Idiota]—¿Duele?—Preguntó, estiró su brazo y tocó levemente con sus dedos el moretón.

James suspiró y negó, le gustó el toque en su rostro, y también sabía que le gustaba Severus, si bien, su madre le había dicho antes de iniciar la escuela que aún era muy joven para saber que era el amor, estaba seguro que sus sentimientos eran reales.—No, ayer, el capitán me dio un ungüento, sólo me quedo la marca.

Severus asintió, terminó de comer su manzana y justamente la profesora llegó, la clase estuvo entretenida, hizo algunos apuntes mientras la voz en su cabeza parecía saber más que la misma profesora. Fueron casi dos horas, Minerva dejo unos cuantos deberes y pasaron a la siguiente clase, historia de la magia.

James, se durmió veinte minutos después de que la clase iniciará. Severus hizo círculos en el pergamino luego de cansarse de tomar apuntes. Sintió que perdió la noción del tiempo, y que la dos horas de historia de la magia habían durado el doble. Por suerte, al profesor cerrar el libro con fuerza casi toda la clase despertó.

—para mañana, un escrito de cincuenta centímetros sobre que dediciones hubieras tomado, si hubieras sido escogido como el líder del primer asentimiento mágico en nueva Bretaña.

La clase entera bufo, más sabían que no podían escapar de tal cosa.

—¿Qué hubiera hecho yo?—Se preguntó James mientras caminaba junto a Severus, y Lucius Malfoy.—Primero, salvaguardar la comida.

El rubio rodó los ojos.—Crear una barrera mágica, sería lo primero Potter, pero que se puede esperar de ti.

Severus suspiró, al menos James se estaba esforzando en pensar e iniciar por si mismo tal escrito.—Bueno, todos tenemos prioridades diferentes. Con magos hambrientos, no podría haber barrera.

James sonrió contento, y se bufo de Malfoy, se sentía contento que Severus apoyará su idea.—¿Ves?—dijo casi orgulloso.—comenzaré por eso.

Malfoy rodo los ojos, al llegar al enorme comedor, Severus tomo asiento al lado contrario al que se sentaba James, Mulciber aún no había llegado.—Entonces ¿Cómo obtendrías la comida, Potter? ¿Utilizarías métodos Muggles o mágicos?

James aprecio pensarlo.—Si se caza dentro de la barrera, métodos mágicos, fuera de ella, muggles. Ya que, ese tipo de actividades atraerían la atención de los muggles y.. No me gustaría que nadie sea quemado en una hoguera.

Severus sonrió.—Haz tenido dos ideas buenas este día, James. Me está dando miedo.

Malfoy bebió algo de jugo de uva.—Es el fin de mundo.

El Potter se acomodó los lentos, se servicio dos pequeños muslos de pollo y algo de puré de papas y espárragos fritos.—Aún no lo crean, tengo cerebro.

Lucius río.—¿Debo alegrarme o preocuparme por eso?

James no tuvo tiempo de replicar, Mulciber apareció tomando asiento aun lado del pequeño príncipe, un beso en la mejilla fue depositado en el chico de piel pálida.—Príncipe.—Murmuró.

Severus le sonrió levemente a su prometido, tratando siempre de mantenerle contento.—Hola.—Le susurró. El peliblanco se veía algo agotado, y eso que apenas era medio día.—¿Te sientes bien?

Mulciber asintió, llevo una cucharada de pura de papas a su boca y lo comió con prisa. La verdad estaba algo estresado. Había recibido un mensaje de su padre, el lord quería nuevos seguidores, ya que últimamente este estaba de mal humor.—Sólo estoy algo cansado, no te preocupes.

James bufo, le hubiera gustado decir "El no se preocupa por ti" pero, recordó la conservación que Mulciber y él había tenido la semana que paso.

Severus ayudó a su prometido a servirse el almuerzo.—Si necesitas ir a la enfermería puedo acompañarte.—No es como si de verdad quisiera hacerlo, pero, debía comportarse como tal ante Mulciber.

El Slytherin mayor se sintió contento.—No es necesario, cuando acaben las clases podemos hacer lo que tu quieras, príncipe.

Severus se colocó un mechón de cabello tras su oreja y asintió.

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👀 Que creen que hará Tom contra Dumbledore? Además de que sé encontraron casualmente y eso ha desatado la guerra.

Gracias por sus votos y comentarios

Nos leemos mañana con renegado.

Bye! ♡♡