20.-

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Algún error, sorry 

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Desmond se masajeo el brazo en el cual estaba su marca, ardía a pesar de que ya habia atendido al llamado desde la mañana.—Joder..—Gruño con molestia, la puerta de la habitación se abrió y el pelinegro se aseguró de ocultarla rápidamente con la tela de la manga de su camisa.

—Papá ¿Si vas a ir con nosotros a Diagon?—Preguntó Severus acercándose al mayor que estaba sentado en la orilla de la cama.—¿Te sigues sintiendo mal?—El niño le observó a los ojos.

Desmond se forzó en sonreír para no demostrar el dolor que sentía, por suerte Severus no estaba totalmente enterado de sus andanzas nocturnas, ni de sus lealtades, no quería ser causa de preocupación para el niño, ya este tenia suficiente con su delicada salud.—claro que voy a ir ¿Quién te dijo que no?—preguntó acariciando su rostro y colocándose de pie.

Severus asintió, salió de la habitación junto a su padre y bajaron las escaleras, Elena se observaba mediante un pequeño espejo para luego guardarlo en la bolsa que llevaba.

—¿Seguro que te sientes bien, Dess? Estas algo pálido, yo puedo ir hacer las compras con Sev.—Exclamó levemente preocupada por su esposo.—Deberías descansar un poco.

Desmond gruño con molestia.—He dicho que iré.

Elena asintió, tomó a Severus de la mano y de desapareció junto a este para finalmente Desmond les imitara, la pequeña familia se apareció en unas de las esquinas del tan transitado callejón.—¡Perfecto, primero vayamos por tus túnicas, amor! ¡Ah! Mi príncipe se verá hermoso.

Las mejillas de Severus enrojecieron, asintió levemente, sin que su madre soltara su mano se acercarán al tan popular local de Madame. Una mujer de aspecto relleno y con túnica de color morado se acercó sonriente.

—¡Bienvenidos!—Exclamó contenta de ver nuevos clientes, observó el entonces al niño, a la Madame le pareció demasiado hermoso, eran pocos los niños que se veían con ese aspecto y el hecho de su piel se viera tan pálida me causo ternura.—¿Hogwarts, guapo?

Severus asintió levemente.

Elena tomó asiento mientras tomaba un catálogo con las túnicas que habían en venta, Desmond imito a su esposa, su hijo tomo asiento aun lado de él.

—¡Listo!—la mujer apareció con al menos cuatro túnicas, e uniformes, Elena se colocó de pie para observarlas y tocarlas, arrastró a su hijo hasta uno de los vestidores para ayudar a cambiarlo.

La puerta del local nuevamente fue abierta, la mujer dio otro salto de felicidad.—¡Bienvenidos!

Desmond reconoció a la mujer ya de aspecto maduro entrar junto a una pareja que sin duda era muggle, junto a estos habían dos niñas, una de cabello rubio y otro de cabello rojo.

El sangre pura torció el gesto.

—¿Hogwarts, princesas?—Preguntó la mujer al verla ambas.

La niña rubio ladeo la mirada de forma resentida mientras la niña de cabello rojo daba un paso hacia delante.—Yo.. iré.—le comentó, sus mejillas estaban encendidas.

La madame sonrió con tristeza al notar la decepción en los ojos de la otra niña.—entiendo, toma asiento ¿Vale? No demorare mucho.

La niña asintió de forma contenta, Minerva coloco recta la espalda al ver al sangre pura ahí.—Señor.—Le saludo.

Desmond se peino el cabello hacia atrás.—Hmm.—Elena apareció junto a Severus ya completamente cambiado.

—¿Qué tal se ve nuestro príncipe? ¡Ah! Eres guapísimo, mi amor.—Elena inundo el rostro de su hijo con besos.

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora