13.-

6K 795 156
                                    

Severus observó con curiosidad al enorme vestíbulo de la mansión a la cual había llegado, por alguna extraña razón se le hizo conocida ¿Tal vez ya había estado ahí antes? No podía asegurarlo pero.. era extraño. Un elfo apareció y haciendo una reverencia pareció guiarlos a él y a su padre hasta un salón bastante sencillo pero elegante, había un hombre de cabello rubio y junto a él, un niño ¿Por qué lo era, no? De cabello largo al igual que él.

—¿Papá?—Preguntó con curiosidad al estar frente a esas personas desconocidas (O casi) para él.

Abraxas observó al pequeño de piel pálida y ojos negros, Desmond no había mentido con respecto a la descripción de este, realmente tenia gran parecido a la difunta Destiny, hermana menor de Desmond, pero sin llegar a meter eso, el niño por si solo era un Prince de pies a cabeza.—Pensé que jamás vendrías.—Murmuró tomando asiento, el rubio mayor le hizo una seña a su hijo para que diera unos pasos adelante.—Lucius, te presentó a Severus, a partir de ahora él y tú serán amigos.

El rubio de cabellera larga, aunque no tan larga como el niño frente a él enarcó una ceja, había visto muchas veces al señor Prince, era su padrino después de todo y no solo eso, el mejor amigo de su padre, y aunque era aun pequeño y muy poco hablador jamás había escuchado hablar de ese niño..—¿Y él quien es?—Preguntó con interés antes de decidir si estrechar su mano.

Desmond pareció inflar su pecho con orgullo, tomó a Severus por sus hombros haciéndole colocar frente a Lucius, ambos parecían el contraste del otro, amarillo y negro.—El es mi hijo, Lucius.

—¿Su hijo?—Repitió sin llegar a creerlo, aunque bueno.. su padrino y él tenían mucho parecido pero..—No sabía que usted tenía un hijo.

—Era un secreto.—Respondió con facilidad Desmond.—Así como tu padre y yo somos amigos, Severus y tú lo serán, una amistad que debe durar toda la vida.—Expresó.

Lucius y Severus se miraron a los ojos, el niño de cabello se sintió extraño, ese niño, ese nombre.. ya lo había escuchado, ya lo había visto, lo sentía. El Malfoy extendió su pequeño brazo y Severus le imitó, ambas manos se estrecharon con fuerza hasta que llegó el momento de separarlas.—Un gusto, Severus.

—Un gusto, Lucius.—Susurró el de cabello negro, el apretón de manos se deshizo y ambos niños se siguieron observando sin decir una palabra más, Desmond quiso reír.

—Lucius ¿Por qué no vas al jardín junto con Severus? Pero sin correr.—Comentó Desmond preocupado por la salud de su hijo.—¿Vale?

El rubio menor asintió, Severus pareció seguir a su nuevo amigo lejos del salón en el que se encontraban los adultos, Desmond suspiró para tomar asiento frente a Abraxas.—¿Sorprendido?—Comentó.

Abraxas rodó los ojos.—¿Cómo esta el niño? ¿Ya no sufrirá nuevamente un in...?—No logró terminar la palabra, Desmond arrugo el rostro de tan solo pensarlo.

—Está tomando pastillas, no son de mi agrado pero, el medimago dijo que sería muy agresivo para su corazón, si comenzaba a tomar pociones desde temprana edad—Expresó a su amigo.—Así que todos los días a la hora del desayuno, se toma una capsula dorada para el mejor funcionamiento de su corazón pero.. eso no lo salva totalmente de sufrir otro infarto.

Abraxas asintió.—¿Fue culpa de la adopción de sangre?—Preguntó curioso.

Desmond negó.—Ya Severus venia con ciertos síntomas desde mucho antes, Elena siempre quiso llevarlo a San mugo, pero se nos pasó por alguna razón y.. mira lo que sucedió.—Exclamó sintiéndose culpable.

—No te tortures tanto, Desmond. Es un niño sano, tu hijo.. no morirá.—Le animo, un elfo apareció con dos copas llenas de vino.

Desmond asintió y suspiró, observando el vino que parecía relucir dentro de la copa.

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora