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-Un mes después-

Mulciber beso el cuello de Severus mientras subían la locomotora. Dejar Hogwarts sería un gran respiro para él y su relación con Severus, ya que, gracias al señor tenebroso la oportunidad de estar íntimamente con Severus se había perdido y el joven no parecía estar dispuesto a retomar la iniciativa, seguramente (o al menos para Mulciber) por el hecho de temer al ser interrumpidos nuevamente.

Y suplicaba que el señor tenebroso cesara un poco las reuniones para estar día y noche junto a Severus. Solo necesitaba convencer a su padre que le dejara estar en la mansión Prince, él era bueno buscando excusas y ya tenía varias rondando su cabeza.

—Pensé que este día nunca llegaría—Severus se peinó el cabello con sus dedos al entrar dentro de un compartimiento vacío—Necesitaba un respiro de todas las clases y deberes.

Mulciber cerró con seguro y deslizó su brazo sobre el hombro de su prometido al tomar asiento junto a él—Digo lo mismo, Príncipe.

—¿Estás estudiando lo necesario, ¿verdad? Espero no vayas a reprobar tus E.X.T.A.S.I.S.

—Tu desconfianza me duele—Bromeo el de cabellos blanco besando nuevamente el cuello pálido de su novio—Incluso lo aprobaría con los ojos cerrados.

Severus rodó los ojos y soltó una risita. La locomotora dejó escapar el vapor necesario, creando aquel estruendoso sonido para indicar que ya estaba a punto de partir. Cuando comenzó a moverse, Severus se relajó. Habían ocurrido muchas cosas en Hogwarts, cosas que le gustaría olvidar, pero, había otras que guardaría para siempre en su corazón.

Solo esperaba que James se emparejara con Lily, incluso que se casaran y lograran tener a Harry Potter. Era lo único que le importaba hasta ahora.

—¿Por qué estás tan pensativo? —Mulciber busco los labios del chico, y los rozó con los suyos levemente—¿Sucede algo?

Severus negó—Pensaba en... tonterías—Susurró—Solo quiero regresar a casa y comer todo lo que me prepare mamá.

—¿Solo eso? —Replicó en sus oídos—También debes ir planeando nuestro matrimonio, me gustaría casarme este mismo mes contigo—La voz del mayor estaba ansiosa.

El de cabellos negros se removió en su asiento ¿Casarse? ¿Tan joven? Era una idea, bueno un tanto extrema pero así eran la sangre puros y su "padre" hasta donde tenía entendido estaba muy contento con ese plan. Severus no dudaba que Mulciber trataría de hacerlo feliz, el mortifago estaba enamorado hasta los huesos de él, pero, no se sentía cómodo jugando con los sentimientos de una persona.

Pero...

Siempre había un pero ¿No es así? Era eso o la ira del señor tenebroso. Y lo mejor -incluso para él- era irse por lo seguro. Se casaría con Mulciber y trataría de alguna manera, destruir al señor tenebroso para no arruinar la vida de Harry Potter. Además, Mulciber... no era un mal tipo, ambos congeniaban, tal vez no se enamoraría de él, pero existiría comodidad en su relación.

Eso era todo.

—¿Casarnos este mismo mes? No creo que sea prudente, hagámoslo el próximo verano—sentenció Prince—Tendremos más tiempo y, todo eso. No vaya a pensar la gente que me embarazaste y por eso las prisas.

La risita de Mulciber inundó el pequeño espacio—Embazarte... ¿Por qué no se me ocurrió la idea? Puedo enseñarte a hacer bebés.

Severus enarco una ceja—¿Entonces ya has practicado hacer bebés con alguien más?

Mulciber negó con rapidez ¡No había tocado a nadie! ¡A nadie que no fuera su prometido! —Jamás te faltaría el respeto de esa manera, Severus—Se apresuró en decir—Solo te he tocado a ti, solo que. bueno—Suspiró—Olvídalo.

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora