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Los preparativos par el baile que se celebraría aquella noche de Halloween tenía animada a la gran mayoría de la escuela. Severus observó las arañas de juguete caer sobre el cabello de Lily por séptima vez en el día, cayendo nuevamente en el truco y gritando por el susto. Sirius río aún lado de la chica y le ayudo quitarse las arañas del cabello.—¿Irán al baile?—Preguntó peinándose su largo cabello negro con los dedos.

James se burló levemente y le ayudó a quitar las falsas telarañas.

Lily asintió.—Iremos todos juntos como grupo, James también vendrá con nosotros ¿Irás tu?—Preguntó la de ojos verdes con intereses.—Puedes venir con nosotros si quieres.

Severus suspiró.—Mulciber y yo iremos juntos así que..—No dio más detalles, James se decepcionó al saber tal cosa, poco era el tiempo que él y Severus podían compartir, además qué quería decirle unas cuantas solas y obsequiarle un presente.

El grupo se junto para asistir a la clase de adivinación, Lucius había escogido una clase diferente a esa hora, así que internamente se alegro por eso.

James tomo asiento junto a Severus en la mesa de dos puestos, había una esfera de cristal en medio de esta.—¿Veremos nuestro futuro?—Bromeó.—Porqué eso sí sería interesante.

Severus rodeó los ojos, la esfera parecía estar llena de una extraña neblina. El profesor inicio una breve charla sobre el objeto que cada par de alumnos tenía frente a ellos, incitándolos a que le observarán fijamente y lograrán ver algo, conectado su mente con tal objeto.

James observó la neblina con interés.—A ver..—el Slytherin enfocó su mirada.—Muéstrame mi futuro.—murmuró tocando levemente la esfera de vidrio. Severus soltó una risita al ver como su compañero chillaba al recibir una descarga eléctrica.—¿esto que significa?

El pelinegro río.—¿Dolió?—Preguntó con burla, para tomar ese espacio como su turno, se enfocó y se sorprendió al ver un par de imagines algo nubladas, una de ellas las distinguió como su madre, y luego, vio a su padre y a su hermana, todos parecían discutir.

—¿Severus?—Murmuró James al ver el rostro de su amigo fruncirse levemente.—¿Lograste ver algo?

El chico deslizó un mechón de su cabello tras su oreja.—Problemas.—expresó tratando de no darle mucha importancia.—Nada del otro mundo.

James suspiró.—¿Qué vistes?

El ojos negros se mordió los labios levemente.—No quiero hablar de eso.—comentó, y observo los ojos color chocolate de James.—Intenta ver tú.

James suspiró nuevamente, trato de concentrarse, observó la esfera de forma concentrada, la niebla pareció disiparse por unos segundos, sus mejillas enrojecieron al ver una imagen que había estado deseando las últimas semanas.

Severus se percató del sonrojo de su compañero.—¿Qué viste?—Preguntó ya interesado.—¿Te caíste de las escaleras?—Se burló.

James se peino el cabello hacia atrás sintiéndose nervioso.—Algo mucho mejor que eso—Confesó.

Severus enarco su ceja, James parecía dar rodeos así que evitó preguntarle al notar que su amigo quería mantenerlo en secreto. La clase por suerte terminó y, con ello, el final de la jornada escolar de aquel día. Los Gryffindor se apresuraron a ir hasta su respectiva casa a buscar lo más elegante que hubiera en su baúl. Y James se alegro por ese tiempo a solas que compartiría con sus amigo de regreso a Slytherin.

—¿Podrías.. podrías ir a mi habitación después del baile?—Preguntó el de lentes, sus mejillas estaban enrojecidas.—Hay algo que quiero darte.

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora