El futuro en el pasado I - II

35.-

El corazón de Euphemia se estrujó al ver a su hijo empacar gran parte de su ropa en un enorme maletín. Habían pasado horas de aquella discusión y ella, simplemente no deseaba que su hijo estuviera molesto con ella—¿Q-que estás haciendo?—Tartamudeo.

James ni siquiera le respondió, guardó su ropa sin arreglarla, haciendo que el maletín mágico tragara la ropa sin chistar. Sus zapatos, libros y un par de cosas más que necesitaría, tenía dinero reunido así que no tendría que preocuparse mucho de sus gastos.

—James…—Suplico la mujer con voz ahogada—Hijo, por favor, mi amor, no me ignores, yo.. solo quiero lo mejor para ti ¿Está mal pensar así?

Euphemia fue ignorada nuevamente, la mujer, soltó un sollozo mientras se acerca a s un hijo y le detenía, le abrazo con fuerza—James, hijo, por favor…—Suplico—Se que tu padre, él dijo cosa crueles sobre Sev, y no estoy de acuerdo con eso, pero al igual que yo está tratando de protegerte, no quiere verte sufrir y…

—¿Podrías soltarme?—Pregunto el joven de lentes a su madre.

El corazón de la mujer dolió, sus brazos parecieron perder fuerzas, tomó asiento en la cama de su hijo mientras le veía terminar de empacar—¿A dónde vas?—Pregunto limpiándose las lágrimas, aunque fue inútil.

—¿Te importa?

—Eres mi hijo, James—Murmuro la mujer con dolor en la voz—Eres lo más importante mi vida.

—No lo parece.

Euphemia tembló—Algunas veces, no todo lo que deseamos se puede hacer realidad, siempre desee darte hermanos pero nunca pude, James. Apenas y logré quedar embarazada.

El chico ignoro las palabras de su madre, cerró el maletín cuando ya hubo terminado.

—¿Qué puedo hacer James? Yo solo quiero tu felicidad, pero lo que tú deseas es imposible, Severus y tú, no pueden estar….

El joven Potter tembló—Adiós.

Euphemia soltó un nuevo sollozo, siguió a su hijo por el pasillo—¡James! Por favor, hijo, no tienes que hacer esto ¿De verdad vas a irte? No puedes hacer esto…

Fleamont apareció en el pasillo, observando la escena, el rostro humedecido de su esposa y el rostro indiferente de su hijo. La rabia se adueñó de su cuerpo y empujó a Euphemia, alejándola de James, agarró al chico del brazo, lo hizo fuerte, casi esperando que chillara o se quedará pero James no parecía interesado en su brazo fuera maltratado.

El joven Potter fue arrastrando escaleras a bajo y empujado hasta la chimenea—¿Quieres irte? ¡ Pues hazlo! ¡Lárgate de aquí!

—¡Fleamont!—Euphemia negó, casi suplicándole a su hijo con la mirada que cambiará de idea.

James agarró un puñado de polvos flu y entro a la chimenea.

—Por favor, hijo, no.. ¿Podemos solucionarlo, si? No tienes que hacer esto, James por favor hijo, por favor—Suplico Euphemia con los ojos enrojecidos.

Fleamont tembló, su hijo no parecía ni un poco afectado por las súplicas de Euphemia, el coraje nublo su mente, su cordura, sus palabras—Espero que ese maldito niño Prince muera rápido, así disfrutaré tu sufrimiento.

Los ojos de James chispearon furiosos más no respondieron a la provocación, el polvo su arrojado y su hijo susurro su destino, muy poco audible para él.

Las llamas verdes cubrieron a James haciéndole desparecer. Euphemia pareció perder la fuerza, cayendo de rodillas.—No…—murmuro—¿Por qué no lo detuviste?

Fleamont no respondió, se dio media vuelta, dejando a su mujer sola.

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