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Severus bufo molestó al sentirse aburrido, sus padres habían exagerado solo un poco desde el día de ayer que había tenido aquel dolor en su pecho, inconcluso él se habia asustado un poco pero ¡Ni siquiera le dejaban salir de la habitación! No le gustaba estar encerrado y no solo eso, el elfo le vigilaba cómo si en cualquier momento sufriría otro ataque. Severus bajó de la cama, tenía un plan, le mentiría al elfo diciéndole que iría a su habitación a buscar un juguete, y luego se iría a la biblioteca y se escondería ahí.

Lastimosamente, el plan de Severus se cayo a pedazos cuando su hermana abrió la puerta de la habitación.—¡Mi amor!—Eileen sonrió de oreja a oreja, sostenía un par bolsas, estaba muy elegante pero eso era debido a que ya habia acabado de su horario de trabajó, y no solo eso, había salido con su jefe a comprar algunas cosas.—Te compre tantas cosas, cariño.

Severus vio como un kit básico de pociones para niños fue extendido hacia él.—¡¿Enserio?!—el niño de cabello largó sonrió de oreja a oreja, Eileen le ayudo a subir nuevamente en la cama mientras le observaba abrir la caja con ingredientes, viales.—¡Gracias!.

Eileen sonrió, beso le mejilla de Severus y este río contento para abrazarle.—¿Te gusto?

—¡Si! ¡Eres la mejor, hermana!—Severus observó un pequeño librito que traía el kit, eran sobre quince pociones sencillas, y no toxicas ni peligrosas.

Eileen suspiró mientras sentía su corazón estrujarse. Odiaba esa palabra, "hermana" le hacía sentir enferma, odiaba ver a su madre recibir el cariño que ella debía recibir, odiaba que le hubieran robado su lugar pero..—¿Estas feliz?

Severus asintió viéndole.—Mucho.

Eileen suspiró nuevamente, eso era lo único que le hacia aguantar.—¿Ya te sientes mejor? ¿No te ha vuelto a doler el pecho?

Severus negó, guardo el Kit nuevamente, estaba ansioso por usarlo.—Me siento bien, no se que fue eso de ayer pero.. ¡Papá no me ha dejado salir! ¡No me gusta estar encerrado!—Se quejó.—Lucius dijo que hoy su profesor le enseñaría a tocar el piano.. ¡Y hoy también tenía mi primera clase! Y papá la suspendió.

Eileen sonrió levemente, algo que habia notado era lo expresivo que Severus se había vuelto las ultimas semanas.—Veré que puedo hacer ¿Vale? Pero.. ¿No sería muy aburrido tener clases tu solo? Podrías ir a una escuela.

—¿Hogwarts? Aun soy muy pequeño.—Le murmuró a su hermana mientras leía el pequeño libro de pociones que había el kit aunque no lo había guardado.

—Los niños muggles van a la escuela desde muy pequeños.—Trató de al menos recordarle.

Severus frunció el ceño levemente.—Pero yo no soy un muggle.—Exclamó peinándose el cabello con los dedos.—Papá se moriría si llego a pisar una de esas cosas.. además, no quiero ir a una ¡Me gusta mas así! El profesor no se distraerá con nadie y responderá todas mis dudas.

Eileen río levemente.—Cariño, te expresas como un niño mucho mayor.—Murmuró acurrucándole contra ella.—¿Cuántos años tienes, acaso?

Severus rodó los ojos.—Cuarenta.

Eileen río, el niño lo dijo con tanta seriedad que casi parecía decir la verdad.—¿Ya quieres envejecer tan rápido, cariño?

Severus guardo silencio, se preguntó entonces ¿Cuántos años tenia?—¿Cuántos...?

Eileen le miró atentamente, la mirada de su hijo parecía algo perdida.—¿Cuántos?

—¿Cuántos años tengo?—Preguntó viéndole a los ojos.

Eileen guardó silencio, lo gracioso o chistoso desapareció, Severus se veía perdido. No le gusto aquello ¿Sería culpa de lo que sus padres le habían hecho?—Cariño, tienes ocho años ¿Lo recuerdas?—murmuró, casi la esperanza de que Severus recordará algo.—¿Por qué? ¿Te sientes.. confundido?

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora