Capítulo 32._ Contigo

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Sebastián:

Agradecía que hubiera sido justo el quien encontró a Achik y no uno de los soldados del Virrey.

La chica aún estaba conmocionada y no fue hasta que le hablo, que dejo de sacudirse y calmó casi por completo.

—¡No deberías estar aquí!

Le recrimina en un susurro que la indigena escucho a mala pena. La joven llevo sus manos a las caderas y como una esposa molesta señaló a los hombres que picaban.

—No lo estaría, sino fuera por ese incesante ruido que no me deja dormir. Me canse y quería saber que pasaba.

—Has escuchado alguna vez que la curiosidad mato al gato.

—No culpo a ese gato, por lo menos pudo dormir al final.

—Quitando los chistes, te pido exir de aquí ya.

Dijo el joven de ojos verdes mostrándose serio. Al ver esa faceta la chica obedeció y se marchó apenas en tiempo para ver a un soldado reunirse con el chico.

Sebastián no regreso su mirada y se reunió con el Virrey quien estaba acompañado por unos cuantos soldados y varios esclavos que cavaban la tierra.

El virrey le explicó que desde su juventud habia coleccionado una serie de libros prohibidos por la iglesia. Usando sus posesiones e influencias logro hacerse de las últimas ediciones que se salvaron.

Se jugaba la vida con cada libro que obtenía y el ser descubierto lo llevaría al patibulo o terminar en algun convento víctima de torturas.

Su maestro fue hervido dentro un toro de metal por poseer un libro de biología y uno de sus amigos termino dentro de una doncella de hierro al encontrarsele una copia de algun libro esotérico.

Claro esta el era un noble y tenía tanta influencia para salvarse de cualquier injuria; pero su curiosidad y ganas de aprender  siempre habian sido mas grande.

Aparento siempre con otros ser prepotente y apático, sin embargo por dentro, el era alguien progresista y con deseos de cambios.

Fue por eso que le llamo la atención aquel muchacho de ojos verdes, hijo de don Castellanos. Llamado manchado, averiguó un poco de la familia del hombre cuando este lo invito y supo que había encontrado a alguien de sus mismos argumentos, solo le vasto mirarlo para saberlo.

Por eso lo invitó, tenía intenciones de heredarle a alguien uien de confinaza todo ese saber prohibido ahora que estaba proximo a la muerte y a ser relegado de sus funciones.

No podía seguir teniendo aquello, ahí, escondido. Tras convivir y hablar con el joven supo que con  el estarían en buenas manos.

—Escuchame ahora y escuchame bien muchacho, lo que estas por ver te podra traer problemas, sin embargo es mi mayor tesoro y deseo compartirlo con alguien.

Los esclavos tiraron un grueso anaquel de madera y lo depositaron a los pies del hombre anciano con peluca.

El virrey ordebo a sus soldados retirarse y abrio el objeto revelando una colección de libros que pasmaron y emocionaron a Sebastian.

Eduardo :

—¿Entonces esta decidido?

Pregunto Gomez sirviéndole una copa de vino a su futuro yerno y a su hijo mayor. Roman ignoró la copa, pero Eduardo la vació como lo hizo el general.

—Asi es, la boda sera dentro de unas semanas en la iglesia central.

—¿Porqué aceleraron tanto la ceremonia?!

CASTAS (NOVELA HISTÓRICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora