Capítulo 31._ Soledad

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Sebastian:

La colección de libros que guardaba el Virrey se podría considerar indecorosa y peligrosa para cualquiera.

Habian libros sobre sexualidad, astronomía e incluso de ocultismo. El joven sabía que estaba haciendo mal y que de ser descubierto el hombre podría mandarlo a colgar.

Pero su curiosidad era más grande; pensó encontrar algo de lectura interesante en la librería del gran gobernante. Uno llamo su atencion y se sorpendio por el contenido; hablaba sobre ciencia y astrologia.

-Es uno de mis libros favoritos muchacho, ten cuidado. Aunque por la forma como lo sostienes portas respeto por los libro.

Casi se le cae el libro de las manos y se quedo de piedra al ver al hombre sonreirle con calma y tranquilidad.

-Le pido disculpas, per...

-El conocimiento es algo precioso y no deberiamos tentarnos para aferrarlo. Odio que el santo padre y las leyes nos cohiban del saber. Sabes cuantas vidas humanas y avances cientificos tendriamos si quitaramos la cencura.

¡Por dios!, creo en la existencia de nuestro señor. Pero porque tenemos que seguir al dedillo los deseos de un hombre obeso y estupido que claramente ve por sus intereses.

-Su excelencia, si lo escucharan decir eso.

Sorprendió el chico al escuchar tales palabras salir de un hombre de tan alto estatus, el Virrey intuyo y sento invitando al muchacho.

-Sebastian, muchacho. Desde que tengo uso de razon he aprendido a respetar a las personas por su inteligencia y no por su estatus. Como tu, me ha tocado bajar la cabeza y acatar las ordenes de idiotas que regenta el poder solo por nacer en cuna de oro.

He odiado cada maldito día en las cortes con hombres y mujeres que se preocupaban por que comer o ponerse en la siguiente fiesta. Solo disfrutaba cuando compartía con filosofos y hombres de ciencia.

Mis propios padres derrocharon gran parte de su fortuna en joyas, vestidos y tonterias. No podía contar con mis hermanos, pero tube la suerte de ser hijo de un duque, y aunque no regento un titulo noble de por si, el estatus de mi padre me abrió puertas.

Pase toda mi vida tratando de destacar, estudiando y mostrando mi valía. De la forma más rapida acumulando dinero. Hace unos años conseguí para el rey unos terrenos que anhelaba hace años y el como compenso me nombro Virrey.

Aproveche y tome el primer barco hasta aqui, nunca me case y siempre di excusas mintiendo que el dinero era mi amor, pero no queria atarme por si obtenia una oprotunidad como esta.

Asi que ahora estoy aqui, lejos de las garras del rey y del papa, pero no de ojos indiscretos. Y necesito de un ayudante.

-¡Enserio!

-Eres diferente Sebastian, como yo ves a las personas por lo que son y no lo que poseen, lo note cuando te vi y supe sobre tu carga.

-¿Qué quiere que haga?

-Ser mi escriba, reunir información y hacer un libro con las leyendas, datos y concocimientos de la gente y cultura de estas colonias, tal vez un día pueda ayudar a los futuros colonos.

-Eso es fantastico, cuente conmigo su majestad.

-Muy bien, escribire a tus padre en este momento y les dire que desde hoy estas bajo mi protección.

-¿Y Achik?!

Pregunto el joven dandose cuenta que su amiga seguia con ellos y preguntarse que iba a pasar con ella.

CASTAS (NOVELA HISTÓRICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora