Vida de esclava 2

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-¡Otra vez tirando perlas a los cerdos!

Grito Maribel a su esposo. El hombre mostró fastidiado, pero avanzo hasta la niña de seis años y le dio el hermoso vestido de finas costuras, la infante sonrió y llevo la tela hasta sus mejillas frotando esta con su oreja.

-¿Cuanto costó este chistecito?

Reprochó de nuevo la mujer furiosa. El hombre se giro y le susurro algo en la oreja a la fina dama, la cual ahogo un grito y siguió a su esposo mirando con asco a la mulata.

-Mami, mami.

Gritaba la niña con el hábito de amarillo oro en sus manos pasando por delante de otros niños esclavos quienes la miraban con envidia y odio. Finalmete llego hasta su madre y le mostró el regalo de pascua.

-Muy lindo.-dijo la mujer aplastando las mejillas de su retoño cariñosamente-¿Quieres probartelo?

La niña nego y lo guardo en un viejo baul donde habían habitos igual de caros que el amo le había estado regalando en los últimos años.

Ellas vivían en una choza propia que estaba hecha de madera y no de paja, con uno que otro lujo para lo que a un esclavo espera.

-Lo usaré cuando salgamos a la ciudad.-dijo esta emocionada.

-Mi pequeña, Gabriela.-espeto ella cabizbaja-sabes que eso es imposible.

-Pero es tan lindo, no quiero ensuciarlo con el polvo o la mugre.

La esclava entendió y acurruco a su hija en sus piernas pensando en la suerte que la vida le donó.

Agradecía a cualquiera que sea el Dios que escuchaba sus plegarias por la bendición que fue su hija en su miserable vida.

Gomez permitió que la niña naciera y desde que Gabriela vino al mundo el hombre cuidaba en lo que le era posible de su hija bastarda.

Hizo que eregieran la choza y coloco en esta cosas viejas, pero buenas, para que estuvieran lo más cómodas posibles, un lujo que solo ellas tenían.

Los capataces tenían órdenes estrictas de vigilar a la niña y no afaticarla con tareas demasiado duras o pesadas, y estaban más que conscientes que la irá del patrón recaería sobre quién osara golpear o gritarle a la infante.

Uno vez, uno de los capataces le dio una bofetada a la menor y en repuesta el general se encargo que lo latigaran 50 veces.

Claro está que muchos ya sospechaban o sabían que la niña era algo del hombre, pese a que el decía que estaba haciendo una penitencia y intercambió a Dios; decía que la niña era su ahijada y tenía que cuidarla.

Cosa no tan alejada, pero no dirían más de lo que era obvió, por otro lado Gabriela aún en su mente no era consiente de su suerte y la envida que despertaba en otros esclavos.

Pese a sus esfuerzos, muchos niños la alejaban por órdenes de sus padres o rabia al no entender;

¿Porqué cuando ellos eran abofeteados o latigados por los capataces, estos le daban palmadas y caricias a la menor?!

¿Porqué mientras ellos recibían comida repetitiva, la niña comía carnes o trigos?

¿Porqué mientras ellos recibían frutas podridas o arapos a la niña le eran dados vestidos, juguetes o dulces y chocolates?

¿Porqué mientras ellos dormían en 20 dentro de una choza estrecha, ella dormía sobre un colchon suave y una area comoda?

Esos sentimientos podían ser confusos, pero eran peligrosos cuando los padres los alimentaban con odio.

CASTAS (NOVELA HISTÓRICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora