—¡Sai! ¡¿Qué demonios pasó contigo?! ¡¿Por qué no respondías mis cartas?!
Agarré sus hombros con fuerza y lo zamarreé, exigiendo respuestas. En el rostro de Sai estaba esa expresión sonriente pero vacía que solía hacer cuando recién había entrado al equipo 7 como un mero remplazo de Sasuke. Solté sus hombros y puse mis manos en mis caderas, mirándolo con sospecha.
—Hola Hanako, ¿cómo te fue en tu misión?
—¡Sai! —chillé— ¡¿Qué pasó con el juicio de Sasuke?!
La expresión sonriente de Sai se borró y sentí como el alma se me caía a los pies. En menos de un segundo, mi mente se atiborró de pensamientos que me provocaron ansiedad.
¿Y si no logré reunir la información suficiente para probar que Sasuke no era tan culpable como lo pintaban? ¿Y si no había escrito bien los argumentos de defensa y Sai no los había logrado entender del todo? ¿Y si mis conclusiones sobre el caso fueron erróneas? ¿No hubiese sido mejor que me quedase en Konoha?
El sueño en el que Sasuke recibía cadena perpetua volvió a mí como un cachetazo.
—Vamos a prisión, Hanako.
Apreté las correas de mi mochila de viaje (acababa de llegar a Konoha) y seguí a Sai. El corazón me latía inquieto, la preocupación me formaba un nudo en la garganta y casi sentía mis sienes palpitando con fuerza.
En prisión, fuimos recibidos por los guardias como siempre. Ibiki no parecía estar por ahí, lo busqué con la mirada mientras seguía a Sai.
Tomamos el mismo camino de siempre hacia la celda de Sasuke. Él seguía en máxima seguridad.
—¿Hasta cuándo me tendrás esperando, Sai? —pregunté, más que impaciente— ¿Acaso quieres que me ponga a llorar? ¡Y no me has dicho por qué no respondías mis cartas! ¡¿Sabes lo mucho que sufrí estando allá en Amegakure sin saber qué carajos estaba pasando aquí?!
—Le dije a Sai que te enviara una carta diciéndote lo que había pasado, pero él insistió en eso.
Escuché la voz de Sasuke y me detuve en mi lugar por un segundo. Miré a Sai y él estaba sonriendo, esta vez, con sinceridad. El nudo que había estado molestándome en la garganta se deshizo y corrí hasta la celda de Sasuke.
Me sorprendí la verlo de pie frente a los barrotes, sin chaleco de fuerza y con solamente su ojo izquierdo sellado. Su cabello había crecido lo suficiente como para que pudiese tomárselo en una pequeña coleta a la mitad de su nuca. Pude ver su mandíbula marcada y delgado cuello con claridad. Su piel estaba pálida y me detuve a ver su ojo.
Por un segundo, pude ver a ese Sasuke que estaba emocionado por los exámenes chunin, ese Sasuke que mi cerebro había tenido el detalle de no borrar porque era el Sasuke que más atesoraba y extrañaba.
En esos momentos, Sasuke me miraba como con burla dentro de su celda, mientras yo estaba congelada frente a él, con mis ojos y boca bien abiertos de la impresión.
—Sorpresa —dijo Sai apareciendo a mi lado. Primero miró a Sasuke y luego a mí—. Me dejó peinarlo así que creo que ya somos amigos.
Reí y tuve la sensación de que me caería, así que me agarré al brazo de Sai.
—Entonces... ¿todo salió bien?
—Me dieron tres años más —dijo Sasuke—. Gaara bajó todos los cargos, mientras que los demás kages los redujeron.
—Tres años —repetí en un susurro, soltando a Sai—. Es mejor de lo que pensé.
—Es gracias a ti —me dijo Sasuke—. Vi todos los documentos que reuniste para mi caso. Ni siquiera pensaba que sabías leer.
![](https://img.wattpad.com/cover/32991163-288-k522133.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El último Fénix
FanfictionSegunda temporada de "La Última Uchiha". Sasuke se ha ido con Orochimaru en busca de poder para vengar a su clan masacrado, Hanako queda en Konoha bajo la manipulación de Danzo. La realidad no parece ser complaciente ni amable con los Uchiha.