Me fui muy triste de Raíz.
Caminando por las calles de Konoha, me sentí pequeña y absurda. No era yo quién manejaba mi vida. ¿Es que acaso eso significaba la regla más importante de Raíz? ¿Dejar que Danzo-sama controlase todo porque, supuestamente, él tenía la razón y sabía qué hacer? ¿Si dejaba mi vida en las manos de Danzo-sama, él podría hacer algo útil conmigo? Siempre me decía que era su diamante, su carta de triunfo. Pero yo no me sentía de esa manera.
"—Él sabe lo que hace, gracias a él es que Konoha se ha mantenido en paz durante tanto tiempo. Es él quién sabe cómo tomar las mejores decisiones en los tiempos más difíciles."
Recordé vagamente la voz de la mujer que me había dicho eso. Sí, luego de eso todo había ido para mejor en mi reclutamiento a Raíz.
Introduje la llave en la cerradura de mi puerta y de golpe me agarró un dolor de cabeza y hombros horribles.
La hora que Kakashi-sensei me había dado para que nos juntásemos en Ichiraku Ramen junto con Naruto se acercaba, y yo quería llorar porque no iba a estar ahí.
Entré a mi casa arrastrando los pies y cabizbaja.
Me acosté en la cama esperando que pronto me quedase dormida para así no sentir el hambre, dolor ni la tristeza. Di vueltas y vueltas, intenté todas las posiciones posibles, pero no había manera de sentirme cómoda.
—¡Hanako-chaaan! ¡Oiiii! —escuché la voz de Naruto, seguido de golpes en la puerta.
Fruncí el ceño mientras me preguntaba por qué estaba ahí. Me quedé acostada sin hacer el más mínimo ruido, para que así pensase que la casa estaba vacía y se fuera.
Quédate, quédate, echa la puerta abajo y ven a buscarme.
Escuché pequeños toquecitos en la ventana. Me volteé y vi a Kakashi-sensei en mi balcón. Me hizo un gesto con la mano para que abriese la ventana. Me levanté de la cama y lo dejé entrar.
—No quiso comer sin ti —me dijo—. Así que me arrastró con él para venir a buscarte. Soy un clon de sombra.
—Eso quiere decir que el original está con Naruto detrás de la puerta.
—Sí. —Intenté darle un puñetazo para que desapareciera pero lo esquivó— Yo no te he enseñado esos golpes tan flojos.
—Realmente no tengo ganas de pegarte.
Me volví a sentar en la cama, escuchando los gritos de Naruto de fondo.
—¿Y ese cambio tan repentino? —preguntó, sentándose junto a mí— Pensé que querías que te pagase la cena a toda costa.
—Es que decidí ponerme a dieta.
—Naruto no comerá a gusto si no estás tú. Él ya se había ilusionado.
—Estás rogándome tanto que voy a empezar a creer que eres tú el que no va a comer a gusto si no estoy.
Qué fácil me era hablar con Kakashi-sensei. ¿Cómo podría separarme de él? Al igual que con Naruto, me recordaba las cosas bonitas que me había dado la vida.
Sin darme cuenta, había empezado a ver a papá en Kakashi-sensei.
Apreté mis puños ante el pensamiento.
—Puede que sí. No le digas a Naruto, pero te transformaste en mi alumna favorita —susurró.
—Claro, ahora que Sasuke no está me dices eso.
Kakashi-sensei se paró y tomó la foto que estaba en mi velador.
—Se nota la envidia que le tienes —dijo, apuntando la cinta adhesiva que había puesto sobre el rostro de Sasuke. Me sonrojé ligeramente y miré hacia otro lado. —Oye, no tendrás a Naruto tocando tu puerta durante toda la noche, ¿o sí?
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El último Fénix
FanfictionSegunda temporada de "La Última Uchiha". Sasuke se ha ido con Orochimaru en busca de poder para vengar a su clan masacrado, Hanako queda en Konoha bajo la manipulación de Danzo. La realidad no parece ser complaciente ni amable con los Uchiha.