—Me sorprende que ni siquiera sepas hacer esto —suspiró Kakashi-sensei.
Luego haber entrado a casa, me senté en mi cama y pasé un buen rato llorando, después de eso, mi estómago rugió como un león, informando que necesitaba comida. Y de alguna manera Kakashi-sensei había terminado en mi cocina haciéndome fideos con huevo revuelto y cebollín.
Fue bueno que la tensión se disipara un poco y que mi monstruosa hambre aplacara mis demás sentimientos. Sin embargo, mientras Kakashi-sensei terminaba de cocinar, me iba poniendo nerviosa y me arrepentía de mi arrebato. ¿Por qué había perdido los estribos de esa manera?
Porque lo necesitas, respondió Genin Hanako desde el fondo de mi ser.
Poco a poco, y con situaciones de ese tipo, me iba conociendo y entendiendo más.
Necesitaba permanentemente de los demás. Mi arrebato había sido un intento desesperado de pedir ayuda. Hacía mucho tiempo que no lloraba de esa manera, sobre todo frente a alguien. A pesar de que una parte de mí estaba preocupada y se arrepentía por eso, otra parte de mí estaba verdaderamente aliviada de al fin dar ese paso.
Fui al baño a sonarme la nariz y lavarme la cara, para luego ir a la cocina.
—Listo. —Puso un plato lleno de fideos enfrente de mí y comencé a comer. Como solamente había una silla en mi casa, Kakashi-sensei se quedó de pie frente a mí, viéndome tragar lo que me había preparado. —¿No tienes vergüenza?
—Se aprende a vivir con ello —respondí con la boca llena y seguí comiendo.
Kakashi-sensei se empezó a pasear por mi casa, deteniéndose algunas veces para admirar mejor algunas fotos.
—Así que por esto es que sabías sobre la protagonista de Icha Icha... —me dijo, agarrando el libro en cuestión de uno de mis estantes. Oh, carajo, se me había olvidado esconderlo— ¿No crees que eres muy pequeña para leer cosas así?
—Lo hice para quitarte los cascabeles —me justifiqué—. Ni siquiera lo hice por gusto, yo no soy como tú o Jiraiya.
Terminé de comer y me paré a lavar el plato.
—Perdón —escuché decir a Kakashi-sensei. Me volteé. Él estaba viendo la foto del equipo 7 que nos sacamos hace años—. Debí buscarte.
—No quiero hablar de eso.
—¿Estás segura? Yo creo que en realidad quieres decirme todo.
Me mordí la lengua.
—Aunque quisiera, no podría.
—Me pillé con un miembro de Raíz espiando hoy nuestro entrenamiento con Naruto. —Mis movimientos se detuvieron en seco al escuchar eso. —Y luego, cuando te estaba esperando, estaban vigilando tu casa. Me deshice del que estaba espiando aquí así que no te preocupes por eso. Me puedo hacer una idea de lo que está pasando.
¿Qué sentido tenía tratar de mentirle a Kakashi-sensei? Y si era sincera conmigo misma, tampoco quería mentir. Menos a él.
—¿Por qué no me buscaste en cuanto sospechaste que algo no andaba bien conmigo? —pregunté, dejando el plato recién lavado en el escurridor.
—Porque confíe en ti —me dijo al mismo tiempo en que me mostraba la foto. Le había sacado la cinta adhesiva a la cara de Sasuke. Miré mi rostro en la fotografía; estaba feliz en la espalda de Kakashi-sensei—. Al inicio no pensé que fuese tan grave y poco a poco tu reputación como ANBU empezó a crecer —rio levemente, sin ganas—, llegué a creer que en verdad ya no necesitabas de mí y que estarías bien. Pero en esa misión a Sunagakure... me di cuenta de que no. Te esforzabas por cerrarte a ti misma, por quedarte callada. Tú no eres así, al contrario, tienes una bocota. —No pude evitar reír un poco— Entonces, noté que mi alumna estaba siendo consumida por algo... o por alguien.
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El último Fénix
FanfictionSegunda temporada de "La Última Uchiha". Sasuke se ha ido con Orochimaru en busca de poder para vengar a su clan masacrado, Hanako queda en Konoha bajo la manipulación de Danzo. La realidad no parece ser complaciente ni amable con los Uchiha.