El último Fénix

50: La respuesta eres tú

El tiempo nunca había pasado tan lento como en esos momentos. Entre la incomodidad que me causaba mi pie infectado de veneno y la preocupación latente y permanente por Sasuke que estaba allá abajo en los últimos niveles de la mina, no estaba pasando un buen rato.

Me repetía a mí misma que mantuviera la calma, que estaba acompañado por C, un ninja de rango alto que tenía habilidades sensoriales y de ninjutsu médico, pero no conseguía calmar mis ansias.

Me encontraba acostada dentro de la tienda de campaña para heridos, bebiendo té verde bajo la mirada preocupada de Sakura, quién ya había conseguido recolectar muestras del veneno que fueran aptas para análisis, y por mientras esperaba los resultandos tratando de calmarme.

—Todo va a salir bien. Sasuke es uno de los ninjas más fuertes del mundo y está con C, que es un ninja increíble también. Además, el Raikage llegará en unos momentos.

—Tú no viste lo rápida que era esa cosa, Sakura —mascullé, observando mi reflejo en el té—. Y su veneno es poderosísimo, mira lo que me hizo y ni siquiera me tocó la piel... Si llegara a tocar a Sasuke-

—No lo va a tocar, Sasuke tiene el Susanoo, es la defensa infalible, ¿no?

—Pero incluso el Susanoo se rompe si lo golpeas con la fuerza y el chakra suficiente...

—Hanako, dijeron que ese lagarto era una invocación, ¿cierto? —Asentí—. Si es una invocación, no hay manera de que cumpla con los requisitos para atravesar la defensa del Susanoo. Tranquilízate, no vas a conseguir nada poniéndote de esta forma.

Sakura me dejó sola luego de que fuera llamada por un ninja de Kumogakure para seguir con la investigación del veneno. 

Respiré hondo varias veces y miré a mi alrededor: la tienda estaba casi vacía.

Si me voy, nadie se dará cuenta.

¿Y dónde irás, uh? me increpé a mí misma. Estás con un pie inútil, ¿qué planeas hacer? 

Un palo cualquiera podría ser mi bastón. No iré a los niveles más bajos, solamente quiero ir y escuchar que Sasuke está bien. Si bajo un poquito, solo un poco, podré sentir las vibraciones de lo que sea que esté ocurriendo allá abajo.

¡Sí, eso! Así no me pondré en peligro, no entorpeceré la misión y sabré cómo le está yendo a Sasuke allá abajo...

Antes de ponerme de pie pensé en qué objeto en concreto usaría como bastón. Cerca de la salida localicé las piezas de una mesa armable.

Perfecto. 

Me paré con esfuerzo y tratando de ser lo más discreta posible, me acerqué a saltos de un solo pie a las piezas de la mesa. Tomé una de las patas y salí lo más rápido que pude.

El trabajo en la mina había sido detenido para evitar accidentes (derrumbes, más que nada) por si en los últimos niveles se producía una pelea a gran escala, así que en los alrededores habían trabajadores pasando el día de alguna forma.

Mi sentido del peligro me detuvo justo a entradas de la mina.

¿De qué sirve que yo baje para saber lo que está pasando?

Calmará mi ansiedad. Quiero saber qué está pasando allá abajo.

¿Pero y si las cosas se ponen feas y ocurre algún derrumbe mientras estas tú por ahí metida? Me recriminó esa vocecita responsable en mi cabeza que se parecía cada vez más a la de Sasuke cuando me regañaba. Solamente conseguirás hacer las cosas peor y todo porque no puedes mantenerte quieta.