Crecer es una trampa. Cada día el almacenamiento interno de energía se hace más pequeño, pero cada vez se obtienen nuevas responsabilidades que para cumplirlas requieren energía. La adultez es una trampa sin salida.
—Los demás nos están esperando.
—Literalmente lo único que quiero hacer es dormir. O morirme, lo que pase primero.
Sai suspiró con fuerza y me sacudió los hombros. Dejé caer mi cabeza sobre mi escritorio a la vez que soltaba una sonora queja.
—Es tu cumpleaños —recordó.
—Acabo de terminar mi jornada laboral —dije, como si Sai no fuese mi colega desde hace años y él no se supiera mi horario mejor que yo—, lo último que quiero es ir de fiesta.
—Hace tiempo acordamos que celebraríamos tus cumpleaños.
—Quizás tú quieras eso, pero los demás solamente estarán ahí porque tienen una excusa para ponerse borrachos —murmuré, poniéndome de pie.
—Al menos hazte presente y nos largamos luego.
—¡Tú tampoco quieres ir! —lo señalé acusatoriamente.
—Compromisos son compromisos —me atajó él, empujándome fuera de la oficina que compartíamos.
Tal y como Sai decía, afuera nos esperaban nuestros demás colegas. Apenas hice esfuerzo de fingir una sonrisa.
Lo que más abundaba en la vida adulta eran los compromisos por cortesía. Y uno de esos compromisos por cortesía, era aceptar que los demás hicieran celebraciones en tu nombre cuando en realidad a las demás personas ni les interesas y solamente quieren tener una razón para festejar y embriagarse en un día de semana sin ser señalados como irresponsables.
No era la primera vez que sucedía. El ritual era el siguiente: pedirían un montón de carne y luego se disculparían conmigo diciendo "Oh, olvidamos que no comes carne...". Después pedirían un montón de cerveza para ellos, me obligarían a beber a pesar de que yo les insista una y otra vez en que no me gustan las cosas amargas, fingiría beber para que me dejaran en paz porque Kakashi-sensei ya me había advertido que no era buena idea agarrarme a puñetazos con algún colega. Los demás se beberían el resto de cerveza olvidándose de mí, se pondrían borrachos y por fin me podría largar de ahí junto con Sai.
Llegamos a un local de comida. Me senté en la cabecera de mesa, escuché cómo cantaban cumpleaños feliz y la carne que tenían reservada llegó.
—¡Hanako no come carne! —dijo una de mis colegas.
Sai pidió un plato para mí mientras los otros comenzaban a atiborrarse de comida. Luego el tema de la cerveza. Fingí beber y terminé cambiando mi vaso por uno vacío.
Bastaron 45 minutos para que mis colegas se pusieran ebrios. Pensé que eso sería suficiente como para poder escabullirme junto con Sai, siempre sucedía así, pero parece que ese día era la excepción.
Ya estaba de pie, agarrando mi saco que había dejado colgado en la silla cuando una mano me agarró fuertemente de la muñeca, tirándome hacia abajo. Dirigí mi mirada hacia la persona que me estaba importunando. Era un chico que trabajaba hace un año y medio junto a nosotros en el departamento de recursos humanos. Era mi kohai pero me trataba con todas las confianzas de mundo.
—¡Hanako-chan, ¿dónde vas tan temprano?! ¡Te estamos celebrando!
—Taiki, estoy cansada... —me excusé, tratando de zafarme del agarre.
—¡Pero si la noche es muy joven! —insistió él.
Claro que ni tú ni tus amiguitos están cansados, siempre holgazanean y el trabajo lo terminamos haciendo Sai y yo.
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El último Fénix
FanfictionSegunda temporada de "La Última Uchiha". Sasuke se ha ido con Orochimaru en busca de poder para vengar a su clan masacrado, Hanako queda en Konoha bajo la manipulación de Danzo. La realidad no parece ser complaciente ni amable con los Uchiha.