21: El lazo que nos une

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—¡Chidori!

—¡Rasengan!

Luego de que los ataques de Naruto y Sasuke impactaran en el borde mi barrera, esta se deshizo como cristal roto y tanto Naruto como Sasuke salieron despedidos hacia atrás con una potencia increíble.

Kakashi-sensei saltó para salvar a Naruto y yo hubiese hecho lo mismo por Sasuke, de no ser porque antes de que pudiese saltar en su dirección, una masa blanca comenzó a salir de él. Sasuke se estrelló contra una columna de tierra pero el golpe fue amortiguado gracias a la masa blanca que salía de su espalda.

Lo reconocí rápidamente.

El hombre-planta que había aparecido en medio de la Reunión de los 5 Kages.

—¿Desde cuando que estás aquí? —le preguntó Sasuke, agitado. Su cuerpo no aguantaría ni una pelea más.

—He estado aquí desde hace un buen rato. Tobi me dijo que me asegurara de que no me notaras. Pero como estabas en peligro...

Sasuke se arrodilló en el agua, tocándose el pecho. Su cuerpo ya había sobrepasado sus límites.

Al lado del hombre-planta, el sujeto que decía ser Madara apareció.

—¿Qué está pasando, Sasuke? Recuerdo haberte dicho que fueras al escondite y descansaras. —El enmascarado miró a su alrededor—. Oh, el Kyubi —dijo en dirección a Naruto—. Parece que ustedes dos no pueden contener el impulso de pelear cada vez que se encuentran. Voy a arreglar un lugar adecuado para que caces al Kyubi, así que no precipites, Sasuke.

Naruto empezó a caminar hacia nosotros.

—Naruto —le llamó Kakashi-sensei con un tono de advertencia.

—Está bien, solo necesito hablar.

—Vámonos, Sasuke —le dijo el enmascarado, poniendo una mano sobre su hombro.

—Espera —respondió, quitándose la mano de encima y poniéndose de pie.

—Sasuke, ¿lo recuerdas? —preguntó Naruto— ¿Recuerdas lo que me dijiste hace mucho tiempo en el Valle del Fin? Lo que pasa entre los shinobis de alto nivel. Enfrentándonos cara a cara, justo ahora, hemos aprendido cosas con sólo intercambiar algunos golpes. Eso significa que ambos nos convertimos en shinobis de alto nivel. Tú y yo. Sasuke... ¿pudiste leer lo que había dentro de mi corazón? ¿Lo viste, verdad? Que si tú y yo peleamos... moriremos. Sasuke... si finalmente decides atacar Konoha, tendré que pelear. Guarda tu odio hasta entonces, y en ese momento, lanza todo tu odio contra mí. Él único que puede tomar todo ese odio soy yo. ¡Y ese día, cargaré con todo tu odio y moriré contigo!

—¡¿Qué demonios pasa contigo?! —le preguntó Sasuke, enrabiado— ¡¿Por qué estás dispuesto a llegar tan lejos por mí?!

—¡Porque eres mi amigo! —respondió Naruto con una sonrisa y sin titubear ni un poco. Sasuke quedó en silencio. —¡Yo no me doy por vencido! ¡Te llevaré de vuelta a Konoha! —Naruto se llevó una mano al cabello y lo revolvió aún sonriendo— Bueno, sermonearte no es mi estilo... Y si ambos terminamos muriendo, tú no serás un Uchiha y yo no seré un jinchuriki. Estaremos libres de todas nuestras cargas, ¡y podremos entendernos mutuamente en el otro mundo!

No sabía cómo es que Naruto podía declarar tales cosas con tanta firmeza. Lo peor, era la fuerza de sus palabras. Si él lo decía, es porque era verdad, por así lo creía y así sería.

—No pienso cambiar y tampoco me interesa entenderte —espetó Sasuke— ¡Mucho menos tengo la intención de morir! Tú eres quién va a morir.

—Si yo muero tú también lo harás, Sasuke.

El último FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora