08: Lazos

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—Supongo que tendré que acabar contigo primero —murmuró Sasuke, posando sus ojos sobre mí.

Las naturaleza de chakra de Sasuke era de fuego y rayo. Mientras que la mía era de agua, fuego y tierra. La tierra era débil contra el rayo pero el fuego era débil contra el agua. Desgraciadamente, las técnicas de agua eran las que menos ocupaba, mientras que las de tierra las había perfeccionado bastante.

Activé mi sharingan.

En cuanto vi que el chidori empezaba a brillar en la mano derecha de Sasuke, hice un sello manual y me deshice en cuervos. Volví a materializarme en la puerta de la habitación.

Sasuke me miró de soslayo, sin mostrar mucho interés.

El chidori fue creciendo cada vez más. Pude ver que estaba juntando mucho chakra en su mano. ¿Estaría planeando una explosión? 

Alcancé a construir un domo de tierra antes de que todo explotara. Como esperaba, la tierra no pudo hacer mucha protección contra el rayo, pero había servido para no sufrir daños directos.

La explosión había sido más grande de lo que había calculado.

—Vaya que has entrenado —comenté, viendo a mi alrededor.

Qué increíble poder destructivo.

—No creo que sea buena idea que me pierdas de vista.

Sentí el filo de la katana de Sasuke en mi espalda. ¿En qué momento la había recuperado?

—No creo que sea buena idea que te acerques tanto a la hoguera —respondí.

En menos de un segundo un potente fuego me rodeó de pies a cabeza. Si el elemento tierra lo había perfeccionado, el elemento fuego ya era parte de mí.

Sasuke tuvo que alejarse. Volteé hacia él y me percaté de que había logrado quemarle el borde de su camisa blanca.

Activó su sharingan y sonrió de lado.

—Quizá tome en cuenta tu advertencia.

Empezó a hacer sellos de mano que reconocí en seguida. ¿En serio quería intentar eso contra mí?

—Katon: Gran Bola de Fuego —dijimos, lanzando la técnica al mismo tiempo.

Las dos esferas gigantes de fuego chocaron entre sí en el medio, luchando por cuál tendría la victoria.

—No subestimes al Fénix Negro de Konoha —le dije, cuando fue mi técnica la que logró ganar la batalla y seguir con su trayecto hacia Sasuke.

Sasuke saltó fuera del cráter que había ocasionado su explosión para esquivar mi ataque.

—¡Hanako-chan!

Naruto, Sakura, Sai y Yamato aparecieron corriendo por uno de los pasillos. Uno a uno, se fueron fijando en la figura de Sasuke.

Sai sacó el tanto que traía en su espalda y apuntó hacia Sasuke. ¿Qué estaba intentando?

—Lo que Naruto-kun dijo sobre sus lazos contigo me hizo recordar algo importante. También estoy aquí para llevarte a Konoha.

Sasuke lo miró con desinterés.

—¿Asumo que tú eres mi reemplazo? Pusieron otro tonto en el equipo, como si ya no fuera suficiente con esos dos —le respondió Sasuke, apuntándonos a Naruto y a mí.

—Hay una razón por la que Sakura-san y Naruto-kun te buscan con tantas fuerzas —siguió hablando Sai, sin ponerle atención a lo que Sasuke acababa de decir—. Para evitar que estos lazos que los unen se rompan... para mantenerlos intactos, ellos están haciendo todo lo que está a su alcance para no perderte. No comprendo por qué lo hacen... pero tú, Sasuke-kun, deberías saberlo.

El último FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora