2. No puede ser

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- Llegas tarde, T/N. No deberías correr así por los pasillos, va en contra de las reglas y podrías causar un accidente. -dijo Iida parado en la puerta del salón.

- Vamos Iida, relájate aunque sea un poco. -dije restando importancia a su sermón y tratando de mantener mi sonrisa.- Además, no llegué tarde. ¿Ves?

Con completa confianza en mis palabras le señalé mi asiento y pudo comprobar que en efecto, mi mochila ya se encontraba depositada ahí, como evidencia de mis palabras. Sabía que él me daría problemas por lo que le había pedido a Yue y Hajino traer mis cosas con ellos en lo que yo recorría la escuela.

- Solo estaba dando una vuelta por el colegio y eso no va contra las reglas. ¿O sí? -dije con una sonrisa. Aunque él quisiera, ya no había nada que me pudiera refutar por lo que resignado, se retiró y por fin pude ir a mi asiento.

Ya en mi lugar, volví a sentir aquella molesta comezón, pero esta vez era más intensa. Pensé en revisarla pero rápidamente descarté eso. Lo mejor era ignorarlo y así la comezón pasaría, eso siempre me funcionaba. En vista de que aún no llegaba ningún profesor, me puse a conversar un poco con Kaminari, Kirishima y Mina. Era apenas el segundo día pero al parecer hacer amigos no había significado ningún reto, todos eran muy amables. Todos menos cierto rubio.

- ¡Oye extra, saca tu maldita mochila de mi camino! -bramó Bakugou con mala cara mientras pretendía patear mi mochila. En ese momento no tenía cabeza para lidiar con su berrinche, así que me dispuse a hacer lo que me pidió. Pero antes de poder notarlo, Iida se involucró.

- No puedes ir por ahí diciéndole extra a las personas, Bakugou. Es muy descortez y para nada propio de un héroe. -pronto, al igual que Iida, Kaminari y Kirishima no tardaron en decir algo similar. Admito que fue algo grosero de su parte pero tampoco era para tanto.

- Chicos, tranquilos. -expresé con una sonrisa serena- Está bien, Bakugou tiene razón. -y con aquella simple frase, todos guardaron silencio y me miraron con incredulidad, confusión, e incluso, algo preocupados.

- ¿A qué te refieres? -preguntó Kaminari algo perdido por mi afirmación. Todos parecían estar en el mismo estado, aunque Bakugou parecía más molesto que confundido. Pero bueno, él siempre se ve molesto. ( :v )

- Lo que quise decir es que para él, yo soy un simple extra y es la verdad.

- ¿De qué estás hablando, T/N? -Iida estaba claramente confundido y pronto los demás presentes, que no se habían involucrado antes, se encontraban repentinamente interesados en la conversación.

- Lo que digo es que yo no tengo gran relevancia en su vida así como él tampoco la tiene en la mía. Podríamos decir que él también es un extra para mí. -cualquier otra persona habría considerado un suicidio decir algo como eso y la cara llena de ira de Bakugou lo confirmaba. Pero qué más da, ellos preguntaron y yo estoy respondiendo.

- ¿Qué fue lo que dijiste, maldita extra? -como era de esperarse, la ira de Bakugou hizo acto de presencia en un abrir y cerrar de ojos mientras se alistaba para volarme en mil pedazos. Pero ande uno a saber de dónde saqué la valentía suficiente para mantener la calma.

- La verdad. -respondí secamente aún manteniendo mi sonrisa y expresión serena.- Gran parte de nuestras vidas somos extras en las vidas de otros; no hay nada de malo en eso. Solo un idiota o un ciego negaría una verdad tan obvia.

Ante aquello, Bakugou no dijo nada. Yo tenía razón y él lo sabía, ¿por qué sino llamaría extra a todos los demás? Viendo que esa pelea no llevaría a nada, maldijo por lo bajo y regresó a su lugar al igual que los demás.

- Si no sales viva de este lugar, será tu culpa. -Yue no tardó en expresar lo que pensaba una vez que todo se calmó.

- Pues creo que lo valió. ¿Viste su cara? -sin más solté una pequeña risa. Esto era muy divertido.

Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora