45. Canto maldito

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Narra T/N

¿Qué es lo que ocurre con Bakugou? Desde hace unos días ha actuado de forma extraña conmigo; se niega a verme a los ojos como antes o pasar tiempo conmigo. Ya incluso dejó de lado nuestras pequeñas discusiones. Por más que intento saber que le pasa, él dice que nada y se aleja de mí; pero esto que siento en mi pecho no es "nada". Algo le ocurre y no quiere decírmelo.

Su negativa a hablar me ha comenzado a hartar por lo que creí conveniente venir a casa y pasar aquí el fin de semana. Siento que si seguimos con este estúpido juego del gato y el ratón, acabaré diciendo o haciendo algo que no debo.

- ¿Y ese milagro que vienes a vernos? Supuse que ahora que vivías en la UA, no volvería a verte. -comentó Akumure tan pronto me vio entrar al edificio. No tengo ganas de lidiar con él, además, de hacerlo no me dejará en paz.- ¡Oye, no me ignores!

Maldición, no se va a rendir.- Simplemente se me antojó venir. ¿Acaso no puedo? -pregunté con algo de molestia.

- ¿Mh? ¿Estás molesta? ¿Qué pasó? -¿por qué cuando más necesito que seas un idiota, resultas más perspicaz?

- No estoy molesta.

- Oh, ¿en serio? -es obvio que no me cree.- Si es así, sal conmigo.

- ¿A dónde? -sé que no tiene caso tratar de ignorarlo y supongo que salir me ayudará a ordenar mi mente.

- Al club de Rikyu. ¿Dónde más sino? -mierda, no podemos ir ahí. Mi padrino es una gran persona pero también es un idiota sin filtros. Podría decir algo sobre lo que pasó ese día con Bakugou.

- ¿Qué tal si mejor vamos a otro local? Ya sabes, en la variedad está la diversión.

Mientras rogaba por que él aceptara sin hacer preguntas, Majutsu senpai entró a la habitación acompañada de Nashi.

- ¡T/N! ¿Qué haces aquí? -me preguntó la rubia mientras Nashi detenía su caminar en seco para fijar sus ojos sobre mí. Si tengo suerte, ellas pueden librarme de este idiota.

- Bueno, vine porque... -mierda, piensa en algo rápido.

- Querida Maju, ¿no es obvio? Ella a venido a pasar tiempo con...

- ¡Con usted! -exclamé sin dejarlo terminar. Si él les decía eso, ellas se irían sin pensarlo dos veces.- N-Necesito su ayuda con algo.

Todos parecían sorprendidos por mis palabras y quién podía culparlos. No suelo hablar muy seguido con ella y aunque nadie lo diga, sé que me guarda cierto rencor por "robarle" la atención de Yudoku.

Según me contó Rikyu, antes de que yo y mi hermano llegáramos, Majutsu era algo así como su protegida. Pero en cuanto yo aparecí, ella pareció olvidarla por completo. No conozco los demás detalles y realmente no veo porque debemos estar enemistadas por algo que ni siquiera pedí. Quizás pueda usar esta oportunidad para arreglar las cosas con ella.

Sin esperar a su respuesta, la tomé del brazo y nos encaminé en la dirección contraria, lejos de los reclamos y berrinches de Akumure. No fue hasta que llegamos a una sala vacía que me percaté que junto a nosotras había venido Nashi.

- Ah, cuando dije que quería tratar con Majutsu senpai, me refería a solas, Nashi. -pero lejos de entender que sobraba y marcharse, ella solo me miró con una sonrisa torcida antes de escupir su respuesta.

- Nop. Me voy a quedar.

Narra Majutsu

Ante la respuesta de mi acompañante, pude ver como esta mascota se retorcía incómoda. Cómo me encantaría poder desaparecerla aquí y ahora, pero eso puede esperar. Debo apegarme al plan, solo así podré hacerla pagar por lo que me hizo.

Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora