Traiciones - [Katsuki Bakugou y tú] COMPLETA

59. Yo confío en ti

Narra T/N

- ¡Bakugou! -el rubio entró a mi cuarto con una expresión seria y mirada perdida, e incluso me atrevería a decir que ni siquiera me escuchó llamarlo.

-...

- ¿Tan malo fue? -al oírme decir aquello, sus ojos se abrieron con sorpresa, mirándome por fin.

Nada de esto es justo. Él no debería estar pasando por tantos problemas. Fui yo quien se confío y dejó a Asradi tomar ventaja.

- ¿A qué te refieres, nerd? -típico. No tardó ni un segundo en contraatacar tan serio como siempre.

- ¿No es obvio? -contesté con una ligera sonrisa. Por favor, sonríe.- Te recuerdo que nuestro vínculo es de doble sentido. Lo que uno sienta, el otro también.

Al comprender mis palabras, soltó un suspiro y se tiró sobre mi cama. Como siempre, me limité a verlo con una débil sonrisa y él lo notó.

- ¿Por qué mierda sonríes? ¿Qué acaso no entiendes la gravedad de todo este asunto? Ellos te creen una criminal.

Tiene razón. Es un asunto delicado. Pero tampoco puedo darme el lujo de echarme a llorar sobre la leche derramada. Con eso lo único que lograré será afectarlo.

- Créeme que lo sé. Es solo que... -pero incluso sabiéndolo, las palabras no logran salir. En cierto modo, yo tampoco sé cómo es que soy capaz de sonreír ahora. Todo es un caos y es mi culpa.

Supongo que tenerlo conmigo me da la fuerza suficiente.

- ¿Es sólo qué?

- Gracias. -es todo lo que puedo decir y creo que es suficiente.

- ¿Y eso por qué? -con preguntas así, ¿cómo espera que no sonría? Desde el inicio ha sido incapaz de leer entre líneas.- ¡¿De qué mierda te ríes ahora?! ¿Te burlas de mí?

Ignorando por completo su berrinche, me levanté de mi silla. Al verme acercarme, Katsuki guardó silencio, expectante de cuál sería mi próximo movimiento.

- De todas las personas allá afuera y de todos los momentos posibles, estoy feliz de haberte encontrado aquí y ahora. Y sobre todo, estoy feliz de que tú seas mi SC.

Obviamente mis palabras lo tomaron por sorpresa, pero está bien. No quiero una respuesta, no la necesito. Bakugou ya me dejó claro lo que siente y estoy más que satisfecha con eso. Mientras pueda tenerlo junto a mí, sé que estaré bien.

- T/N... -sus ojos estaban fijos en los míos, sentado al borde de la cama y quieto cual estatua. Incluso podría haber jurado que era una de no ser por el calor que emanaban sus mejilla bajo mis manos.

Era bastante obvio para los dos lo que estaba por ocurrir y ninguno tenía intenciones de detenerlo. Lo miré una última vez, queriendo estar segura de que él no se negaría. Y lo que sus ojos me transmitieron era una total entrega.

Él lo deseaba.

Él lo necesitaba.

Casi tanto como yo.

Sin pensármelo más, cerré la distancia y permití que nuestros labios se tocaran. En un inicio, lento y con timidez. Pero a medida que los segundos pasaban, la intensidad aumentó. Para cuando tuve un segundo de lucidez, descubrí que mis manos ya no se hallaban más en sus mejillas y en su lugar, rodeaban su cuello y jugaban con algún mechón.

Él, por su lado, me tenía sujeta de la cadera de una manera tan gentil. Diferente a la forma en cómo sus labios se apoderaban de los míos, soltando leves jadeos y gemidos a medias. En contra de nuestros deseos, tuvimos que separarnos por algo de oxígeno; pero no por ello nos soltamos y en su lugar, nos acostamos uno junto al otro.