31. ¿QUÉ MIERDA CREES QUE HACES?

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~ADVERTENCIA~

El siguiente capítulo trata temas no aptas para personas sensibles [suicidio, depresión y autolesiones]. Si lo lees será bajo tu propia responsabilidad. Ya estás avisado.

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Narra T/N

Como hipnotizada por esa idea, me levanté de la cama y ni siquiera me tomé la molestia de ponerme los zapatos. Me acerqué al lugar donde guardaba mis armas y tomé una de mis dagas, pasé mi dedo sobre la hoja para comprobar el filo y por desgracia se había gastado durante los entrenamientos. Con disgusto, salí de mi cuarto descalza y bajé a la cocina por un afilador. Todo estaba oscuro por lo que en un par de ocasiones casi me caí, pero logré llegar en una pieza.

Una vez terminé de afilarlo, y me aseguré de tener suficiente papel para detener el sangrado, me coloqué frente al lavabo y coloqué el filo de mi daga sobre mi brazo. Tomé aire y lo exhalé despacio, preparándome mentalmente para el dolor que sentiría para realizar el primer corte. Sin poder evitarlo solté un ligero jadeo pero no pensaba detenerme. Separé mi carne de la hoja y antes de realizar el segundo corte, escuché pasos correr hacia mí.

El sonido me asustó pero antes de siquiera terminar de entender lo que ocurría, sentí unos fuertes brazos sostenerme la muñeca; quitándome mi arma para luego sujetarme de la cintura y alejarme mientras que cubría mi boca con la otra mano. Por instinto intenté zafarme dando patadas e intentando arañar en los ojos a esa persona, pero al escuchar su voz me detuve.

- ¡¿QUÉ MIERDA CREES QUE HACES, IDIOTA?! -esa voz, era Katsuki sin lugar a duda y se escuchaba molesto, pero también... ¿asustado?- ¡¿POR QUÉ MIERDA LO HICISTE?!

Cuando logré girarme y nuestros ojos se conectaron pude ver el terror que los suyos expresaban. No le importaba gritar y despertar a todos, pero a mí por otro lado, la sola idea me aterraba. De por si ya era malo que él me hubiese descubierto, pero si los otros lo hacían estaría acabada.

- K-Katsuki... Por favor, n-no grites... -supliqué con el hilo de voz que me quedaba después del torbellino de emociones que había experimentado.

- ¡¿QUÉ MIERDA?! ¡¿CÓMO CARAJOS ESPERAS QUE REACCIONE SI TE ENCUENTRO TRATANDO DE MATARTE, MALDITA SEA?! -era obvio que no iba a escucharme y lo entiendo, pero esa no era mi intención.

- E-Eso no es verdad. Yo no quería...

- Oh, ¿en serio? ¡¿ENTONCES QUÉ MIERDA ES ESTO?! -exclamó mientras alzaba mi brazo. Al verlo noté que había perdido más sangre de la que creía. Supongo que a eso se debe su suposición.

- Te equivocas. Yo merezco esto. -él no dijo nada y no es que esperara una respuesta. Me alejé de él y busqué el papel que había traído para parar el sangrado.- N-No pienso morir si eso es lo que te a-asusta. Es-Esto es algo que debo hacer. P-Por favor, lo le digas a nadie. A-Actúa como si no hubieses visto nada.

Intenté huir de ahí pero nuevamente Katsuki sacó ventaja de su fuerza y me retuvo. Quiero llorar y gritar pero no quiero que él ni nadie más me vea así. Necesito irme de aquí.

- P-Por favor, debo irme. -él no dijo nada y me abrazó con fuerza. Podía escuchar su corazón latir con rapidez, quizás producto del susto. Intenté liberarme nuevamente, pero no tenía fuerzas. Miré mi muñeca y luego su polo que poco a poco se iba manchando más con mi sangre.- P-Por favor...

Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora