6. Llega la esperanza

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Todo era un caos, todos estaban dispersos a lo largo de todo el lugar pero sólo una cosa me importaba en ese momento. Si no podíamos lograr la misión como tal, por lo menos cumpliría la orden de Yudoku y mantendría a salvo a Aizawa.

No tardé mucho en darme cuenta de que a pie jamás llegaría a tiempo, la mejor opción era moverme por lo alto y así evitar encuentros molestos. Llegué lo más cerca posible al centro y lo que vi no me gustó en lo absoluto. Shigaraki había logrado tocar a Aizawa.

Poco a poco, su codo comenzó a desintegrarse y por algún motivo, comencé a sentir algo parecido al enojo dentro de mí. No es que él me importase o algo así; el problema estaba en que Yudoku había sido clara con sus condiciones para permitir la misión: Aizawa debía resultar ileso.

Necesitaba hacer algo y pronto, con cada segundo que pasaba él comenzaba a debilitarse. Aunque por otro lado, intervenir significaba enfrentarme a Shigaraki y eso no era una opción que me gustara siquiera considerar.

- ¡Eres genial! -exclamó el peliazul de la nada dándome mala espina.- Por cierto, héroe... No soy el último jefe.

Todo pasó demasiado rápido, antes de siquiera comprender sus palabras, la criatura que había traído atacó a Aizawa ante la mirada aterrada de tres de mis compañeros a quienes noté escondidos en el agua. ¿En qué demonios están pensando? Si se quedan ahí, los matarán.

NO. Mi prioridad es Aizawa.

Además, dudo que les presten atención. Pero deseo ser un héroe y ellos, me guste o no la idea, son mis compañeros. No puedo simplemente dejarlos a su suerte; incluso si ellos no significan nada en medio de todo esto, eso no quita el hecho de que corren peligro. ¿Qué hago?

Entonces, los gritos de Aizawa me dieron la respuesta que buscaba. Por mucho que esto vaya contra mis principios, tengo una misión que cumplir.

Dejé de perder tiempo y corrí hacia Aizawa con toda la intensión del mundo de salvarlo. Inmovilicé el brazo del nomu para evitar que rompiera el otro brazo de sensei pero no fue suficiente. Aquella cosa era muy fuerte y poco o nada sirvieron mis esfuerzos. Shigaraki notó mi presencia y podía ver en su rostro que mi presencia e interrupción no le hizo gracias alguna.

Él sabía que debía mantener las apariencias pero aquello no significaba que no me despreciara tanto como yo a él. El siguiente movimiento lógico sería que él me atacara, pero la repentina llegada de Kurogiri cambió las cosas. Uno de mis compañeros había logrado huir para pedir ayuda, seguramente había sido Iida. 

Por un lado me sentí aliviada pues dejarían en paz a Aizawa y yo no tendría que pelear contra Shigaraki en favor de mantener mi pantalla. Pero por otro lado, estaba incluso más furiosa e irritada que él. Arriesgué mi pellejo para este momento y el maldito de All Might iba a librarse de ello por completo.

- Fin del juego. -dijo el peliazul con clara molestia. Al oírlo, dejé ir el aire que no había notado que contenía. Todos  estarían a salvo.- Oh, cierto. ¡Antes de irnos, golpeemos algo de su orgullo como Símbolo de la Paz!

Con una rapidez de la que no lo sabía capaz, se acercó a Miroriya y los otros con la clara intensión de matarlos. ¡Eso no era parte del plan! ¡El único que debía morir hoy es All Might, no mis compañeros! A solo centímetros de Asui, hice lo que pude para retenerlo, pero no fui lo suficientemente rápida y él la tocó...

Pero nada pasó.

Volteé, alterada y confirmé mis sospechas, Aizawa estaba usando su quirk para salvarla y supe que debía actuar con rapidez. Pronto perdería efecto y Asui y los otros estarían en riesgo. Concentré todas mis energías y las dirigí a Shigaraki; no con la intención de herirlo o algo así, simplemente quería alejarlo de ellos. Al mismo tiempo que lo hice, Midoriya lo atacó con una fuerza descomunal, similar a la del examen, pero no sirvió. El nomu se interpuso.

Él no se iba a dar por vencido, ahora planeaba asesinarlos a los tres, no podían defenderse y yo no podría salvarlos a todos.- ¡Detente! -grité, presa de la desesperación por lo rápido que empeoraba todo y el poco tiempo que tenía para pensar en algo que no me afectara a mí ni a los demás. No tenía otra alternativa, debería atacar a Shigaraki.

Al mismo tiempo que retuve la mano del nomu y jalé las manos de Tomura lejos de mis compañeros, la puerta principal explotó. All Might había llegado y no se veía nada contento.

- De no ser por la reciente idiotez de Tomura, justo ahora me sentiría extasiada. El plan por fin retoma su curso original.

Como cualquiera podría esperar de él, se deshizo de los villanos menores en un santiamén y nos sacó a todos de la zona de peligro. Ya teniéndolo más cerca, pude ser totalmente consciente del daño que había sufrido Aizawa. Si él no llega a sobrevivir... No me quiero ni imaginar lo que Yudoku haría. Esto es malo, MUY malo; con esto la alianza corre peligro al igual que mi meta.

- Vayan a la entrada, Aizawa está inconsciente. Se los encargo. -en esos momentos ya no sabía que sentir. Si emoción, miedo o ira; pero eso no importaba. Lo primero era llevar a sensei a un lugar seguro.

Vi como Midoriya lo cargó pero pronto comenzó a advertirle a All Might sobre el nomu; este chico sin duda es astuto. Tras un encuentro de solo segundos fue capaz de notar el poder de esa cosa. Aunque algo en su forma de expresarse al inicio fue rara.

- ¡Joven Midoriya! ¡Está bien! -como siempre se mostró tranquilo y confiado. No pude evitar mirarlo detenidamente, tratando de entender su expresión, pero rápidamente recordé mi prioridad.

Mientras caminamos lo más rápido que podíamos hacia la salida, era clara la preocupación y la incertidumbre sobre si All Might lograría salir vencedor. Como era de esperarse, tanto Asui como Mineta se mostraron con esperanza; yo conocía la fuerza del oponente y Midoriya... por alguna razón, aquel al cual se podría llamar su fan n° 1, se mostraba preocupado. Como si supiese algo que los demás no.

- Midoriya, déjame llevarlo, será más rápido y estable. -dije con determinación al ver que ni él ni Mineta eran capaces de cargarlo apropiadamente. Midoriya me miró confundido pero luego se volvió hacia All Might, lo pensó un poco y finalmente aceptó.

De pronto, oímos un fuerte golpe proveniente de la pelea y tras disiparse la niebla, notamos con asombro la difícil posición en la que All Might se encontraba. Con ayuda de Kurogiri, el nomu se había librado de su ataque y lo tenía fuertemente sujeto. No estaba segura de estar viendo bien, pero pronto All Might soltó a la criatura e intentaba desesperadamente librarse de su ataque. Él estaba sangrando.

Poco a poco, el portal de Kurogiri comenzó a absorberlo, dejándolo solo la parte superior libre. ¿Era acaso posible? ¿Podríamos lograrlo?

Sin poder contenerme, la emoción comenzó a invadirme y una sutil sonrisa amenazó con dibujarse en mi rostro. En cualquier otra circunstancia, reiría de alegría y gozo, pero ahora tenía que mantener la compostura; ya habría tiempo después para celebrar.

En un descuido causado por mi alegría, el tonto de Midoriya salió corriendo en dirección a la pelea. Me sentí tentada a detenerlo de alguna manera o de ser necesario, noquearlo con la excusa de protegerlo, pero poniendo las cosas en perspectiva él no significaba un peligro. En aquel momento mi prioridad era proteger a Aizawa.


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Chan chan chaaaan!! All Might ha llegado. ¿Cómo resultarán las cosas desde aquí? ¿Podrá T/N salvar a Aizawa y cómo se lo tomará Yudoku? ¿Tendrán éxito pese a los inconvenientes o sus planes se irán al demonio? Esto y más se responderá en el siguiente capítulo.

Estoy considerando establecer un horario para publicar como de una vez por semana, pero no lo sé. Me gustaría saber lo que piensan. ¿Publico una vez a la semana (día por ser determinado) o cada que pueda como hasta ahora?

Sin más que decir me despido mis niños, besos.


Publicado el 15/03/21

Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora