Traiciones - [Katsuki Bakugou y tú] COMPLETA

69. Operación rescate

Narra T/N

- Mierda, mierda. ¡¡¡MIERDA!!! -esto ha sido un completo desastre. No es que no lo viera venir, al contrario; esperaba algo así pero eso no borraba que me duela más que mil cuchillas al rojo vivo.

Cuando salté del balcón, Katsuki gritó con todas sus fuerzas y reveló mi presencia. Todos los pro héroes presentes en el edificio comenzaron a perseguirme a los pocos segundos y así perdí cualquier chance de hablar con él; de explicarme. Tuve que cambiar de apariencia repetidas veces y aunque no quería, tuve que lastimar a algunos de esos héroes.

Cuando noté que los había perdido, di otra vuelta más disfrazándome lo mejor que pude para finalmente llegar al almacén que ahora llamo hogar. Estaba agotada y frustrada con cómo iban las cosas, mi cuerpo se siente tan pesado y mi mente es un maldito lío. Sin poder soportarlo más, me dejé caer al suelo. 

Deseo gritar y romper todo a mi alrededor pero no porque esté molesta con Bakugou. Él no tiene la culpa de nada. Estoy furiosa con la Liga, con esas traidoras, con la vida y la gente que me acorraló hasta este patético escenario.

Pero sobre todo, estoy furiosa conmigo misma. Odiosas lágrimas caen de a poco por mis mejillas pero lejos de aliviarme, me hacen sentir mil veces más miserable y adolorida.

- No es momento de llorar. -fue suficiente de lamerme las heridas. Sacando fuerzas de dónde ya no tenía, me forcé a contener las lágrimas y ponerme en marcha. Ya tendré tiempo para auto compadecerme una vez que arregle mi error.

No lo pensé más y tomé el celular desechable que había hallado en la maleta para encenderlo. Supongo que le debo una a Kaminari por darme esta ventaja. Quizás se lo agradezca en persona cuando lo vea o quizás no; ni siquiera sé si volveré a verlo a él o alguno de mis compañeros. Todo lo que Kiori dijo era que muchos estaban en peligro y entre ellos el único nombre dicho fue el de Katsuki.

- ¿Hola? ¿Quién habla? -naturalmente, la persona al otro lado de la línea sonaba confundida pero tan pronto hablé, dicha duda desapareció.

- Necesito tu ayuda.

- ¡¿T/N?! ¿Por qué me llamas? ¿Acaso no sabes el peligro en el que estás?

- Eso no importa ahora. En serio necesito tu ayuda, por favor. -el silencio que se instauró del otro lado me dio a entender que se lo estaba pensando. De por si ya me siento muy ansiosa y ahora esto.

- Está bien, ¿qué es lo que necesitas? -respondió después de soltar un pesado suspiro que para mí se sintió como una bocanada de aire fresco.

Inconscientemente, una sonrisa se formó en mis labios. Es agradable saber que algunos todavía están dispuestos a darme una mano; más ahora que mi vida depende de ello. La llamada continuó por varios minutos en los que expliqué mi petición, e inmediatamente después llamé a la siguiente persona. Sin duda va a ser una larga noche.

Narradora

En otra parte de la ciudad alguien tenía problemas con los que lidear en los que se había metido voluntariamente. Al momento del secuestro, Shigaraki no pensó a detalle qué harían después con la niña o cómo obtendrían la droga de ella. Toda la investigación y datos referentes al tema los tenía Negai y la niña en sí no era de mucha ayuda.

Al principio se notaba claramente asustada y aunque opuso resistencia, tampoco tenía la fuerza para intentar escapar. Para fortuna y sorpresa del peliazul, los otros miembros de la liga hicieron todo lo posible por ganarse a la niña; resultando en que Dabi y Mr. Compress fueron los que tuvieron mayor éxito. Claro que Dabi tenía la ventaja de saber como tratar con niñas; no por nada pasó tiempo con su hermana menor. Pero eso nadie tenía porque saberlo.