Traiciones - [Katsuki Bakugou y tú] COMPLETA

53. Bien, seré franco

Narra T/N

No lo puedo creer, el tiempo en verdad se ha ido volando. El festival cultural será dentro de un par de días y no puedo evitar sentirme algo nerviosa. Mi vestuario para la presentación ya está terminado y por fin logré conseguir el piano que necesitaba. Obviamente tuve que encontrar excusas creíbles para saltarme algunos ensayos con los otros y tener tiempo de preparar mi número, pero gracias a Mina y Hagakure eso no fue imposible.

Por otro lado, las cosas con Bakugou han cambiado bastante desde ese día en la feria. Creí que actuaría como si nada hubiera pasado o que incluso me ordenaría olvidarlo, pero eso no fue lo que ocurrió. Últimamente se la pasa cerca mío más de lo normal, ya no solo cuando estamos a solas. He notado como los demás nos miran, pero eso no parece importarle y en cierto modo me hace feliz. Sé que dije que no puedo tener nada con él, pero en cuanto lo miro a los ojos o siento que toca mi mano bajo la mesa, ya nada de eso me importa.

En realidad, ¿qué tan malo es que me permita ser feliz con él? Además, no le estamos haciendo daño a nadie. Sólo quiero ser feliz por una vez en mi vida, ¿eso es mucho pedir?

- T/N... -estaba tan metida en mis pensamientos que no me percaté de la presencia de Kaminari. Él no se veía feliz ni relajado como siempre y eso no puede ser algo bueno.

- ¿Qué quieres, Kaminari? -pregunté a secas mientras lo miraba fijamente.

Desde aquella vez en el hospital, no hemos cruzado palabras apropiadamente. Mayormente porque siento que perderé el control y lo golpearé por poner a Bakugou en peligro.

- Hablar, sólo eso. -respondió mientras alzaba ambas manos. Si cree que me fiaré tan fácil, es más estúpido de lo que creí.

- Tú y yo no tenemos nada de que hablar. Te sugiero que te mantengas alejado si quieres seguir en una pieza. 

Estaba dispuesta a retirarme y evitar amargarme por nada, pero tras dar solo un paso sentí como la mano del contrario se afianzaba sobre mi muñeca. Volteé lista para insultarlo y hacer que me soltara, pero la mirada en sus ojos me impidió decir algo. Podía ver la súplica en ellos sin llegar a perder verdaderamente la compostura. Suspiré al notar que no aceptaría un no por respuesta y realmente odiaría hacer una escena.

- De acuerdo, pero no aquí. -caminamos en silencio hasta las afueras del colegio y una vez que estábamos seguros de estar solos, le cedí la palabra.

- Sé que soy una de las últimas personas con las que quieres hablar ahora mismo...

- Sí. -lo interrumpí con frialdad. No tengo tiempo para rodeos. Si quiere decir algo, que lo escupa sin más. El rubio pareció captar mi indirecta y tras guardar silencio unos segundos, suspiró antes de seguir.

- Bien, seré franco. No debes ir al festival cultural.

- ¿Qué? ¿Por qué demonios dices eso de la nada? -¿acaso quiere verme la cara? ¿Hacerme perder mi tiempo?

- Sólo no vayas. Es la primera y única vez que te ayudaré.

- ¿Ayudarme? -pero él no respondió, simplemente se retiró dejándome confundida y molesta. Para empezar, fue él quién decidió traicionar a Bakugou. A todos. ¡¿Y ahora dice que me está ayudando?!- Maldito idiota.

Narradora

Aquella extraña conversación te puso de mal humor, pero bastó con toparte con Bakugou en tu regreso para olvidarlo. Era sorprendente como la presencia del ojirubí bastaba para calmarte, incluso cuando sentías ganas de matar a alguien.

Por otro lado, Denki ya había hecho lo que quería. Te había dado una advertencia y ahora sólo dependía de ti si lo escuchabas y evitas la trampa de Shigaraki. O si por el contrario, dejabas que tu orgullo te condenara.