Traiciones - [Katsuki Bakugou y tú] COMPLETA

58. El día que lo cambió todo

Narra Hajino

Cuando era una niña, veía a mis compañeros soñar con ser héroes y salvar a todos como All Might o algún otro de la larga lista existente. Yo, por otro lado, jamás llegué a siquiera considerarlo.

De mis padres aprendí que existían otras formas de ayudar a la gente sin arriesgar tontamente mi vida. Por ello decidí seguir sus pasos y usar mi quirk como ellos: como una respetable médica.

Los miembros de mi famila destacábamos por ser reservados y rara vez acudir a grandes celebraciones y no tenía un gran número de amigos. A decir verdad, nunca tuve uno y jamás sentí que los necesitara.

En mi soledad podía leer, estudiar y entrenar mi quirk sin deberle explicaciones a nadie y no tenía que asistir a reuniones que no eran de mi interés.

Tenía mi vida resuelta.

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Hasta ese día.

Todo mi mundo, planes y sueños se hicieron pedazos por culpa de 3 despreciables sujetos.

Mi padre siempre había sido un hombre de bien, dedicado a ayudar a los demás y ellos decidieron arruinarle la vida.

Papá había estado trabajando por varias años en una cura experimental, que esperaba, pudiera ayudar a aquellos niños que eran incapaces de controlar sus quirks. Esto debido a que según reportes a nivel nacional e internacional, las nuevas generaciones estaban evolucionado con rapidez a tal punto que se temía que las próximas generaciones fueran incapaces de controlarse.

Había invertido años de trabajo y estaba cerca. Pero fue entonces que ellos aparecieron; 3 hombres ebrios hasta la médula que al ver a mi padre intentaron asaltarlo.

En un inicio, mi padre aceptó sin oponerse, pero cuando uno de los tipos quiso quitarle su maletín, este se negó.

Por el estado etílico de los hombres, mi padre creyó que podría ganarles con su quirk y huir. Pero con lo que no contó fue que uno de ellos lo notó y atacó primero. Mi padre siguió peleando como pudo pero finalmente le quitaron el maletín.

Creyó que se irían, que ese era el fin del asunto, pero se equivocó. Sigueron golpeándole hasta que dejó de moverse.

Tras notar lo que habían hecho, ellos huyeron y lo dejaron para que muriera. Y habría ocurrido de no ser porque alguien que pasaba por la calle lo encontró.

Sin embargo, ya no fue el mismo. El daño que le habían causado fue tal que mi padre quedó en estado vegetativo. Y con ello, todo el progreso de su investigación se perdió, pues nadie sabía cómo acceder a los archivos de su computadora y la única copia USB se hallaba en dicha maleta.

- Es por eso que necesito de su ayuda. Necesito encontrar a esos sujetos y obligarlos a que me entreguen el contenido de ese maletín.

La mujer frente a mí mantenía la misma mirada seria desde el inicio de mi relato. Tanto así que incluso me daba la impresión de que estaba ignorándome.

- ¿Y bien? -pregunto algo impaciente por su silencio.

- Bueno, creo que es algo que podemos hacer, sólo requiero un par de detalles más aquí y allá. -la calma con la que habla hace parecer que le estoy pidiendo algo tan banal como un pastel y no encontrar a los 3 imbéciles que arruinaron a mi padre.

- ¿Detalles? ¿Cómo cuáles?

- Primero: ¿Tienes algún plazo de tiempo en específico para hallarlos? Segundo: ¿Sabes cómo lucen o alguna otra pista? Y tercero, pero no menos importante: ¿Los deseas vivos o... Muertos~?