64. ¿Ocurre algo?

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Narra T/N

- ¿Irás a casa hoy?

- No lo sé aún. Tendría que convencer a Bakugou pero dudo lograrlo.

- ¿Y eso? -al sentir su mirada pesada sobre mí me dio cuenta de mi estupidez. Hajino no sabe que fui a ver a Rikyu.

- Es normal, todos dudan de mí y aunque no quiera aceptarlo, su confianza también ha de tener límites.

La habitación se quedó en silencio mientras la mente de cada una se sumergía en su respectivo océano de ideas. De pronto, abrió los ojos levantándose de forma repentina. Cosa que me asustó más de lo que debería.

- Digámosle la verdad.

- Disculpa. ¡¿Qué?! ¿Perdiste la cabeza? -y dicen que yo soy impulsiva.

- No esa verdad, mensa. Sólo digámosle que es el cumpleaños de Yue y que quieres ir a verlo.

- Es cierto. Con todo el caos reciente lo había olvidado. -genial, ahora me siento como mierda.

- De ser otra la situación te regañaría y hasta le diría a Yue, pero entiendo tu punto.

Al inicio, Bakugou se mostró reacio a aceptar pero tras insistir un poco lo convencí de dejarme ir. Para evitar sospechas lo invité a entrar con nosotras pero aseguró que no quería incomodar, después de todo era un asunto familiar.

- A veces no sé qué hice en mi vida pasada para merecerte, Kats.

- Probablemente salvaste una nación. -es obvio que trata de molestarme pero es dulce... Y me duele.- ¿Por qué me miras así?

Me mira atento y con curiosidad a la espera de mi siguiente movimiento. Desearía poder congelar el tiempo y quedarnos así para siempre.

Mientras unía nuestras manos en un tímido apretón me acerqué para besarlo. Fue un beso rápido y casto pero lleno del amor que siento por él. Pero tuve que alejarme por temor a ser vista por alguien de Negai.

- Nos vemos a las 5. -aún aturdido por mi beso solo atinó a asentir, pero antes de irme pareció reaccionar. Me jaló del brazo y volvió a besarme mientras me abrazaba de forma protectora y posesiva.

- Nos vemos a las 5. -lo último que vi fue su hermosa sonrisa de superioridad por tener la última palabra y beso. Sin duda me tiene en la palma de su mano y eso me asusta.

- T/N.

- ¿Ocurre algo, Akori? -ya hacía un par de horas habíamos partido el pastel de Yue y todos se hallaban charlando y bailando. Pero el semblante de Akori se mantenía serio.

- Necesito hablar contigo. A solas.

Cuidando no ser vistos para evitar preguntas incómodas, Akori y yo nos dirigimos a la sala de la segunda planta. Él y yo no somos de las personas más cercanas y es que la verdad, puede ser algo tétrico. Siempre sabe todo de todos por esos fantasmas que lo rodean y el hecho de no poder verlos es lo que me pone el triple de nerviosa.

- ¿Y bien? -la luz estaba apagada, quizás para darle más dramatismo al asunto o no alertar a los otros. Quién sabe.

- Ellos lo vieron. -lo sabía. No podía ser algo bueno; con él ese jamás es el caso.

- ¿Estás 100% seguro? -quizás sea iluso tratar de negarlo pero no pierdo nada con intentarlo.

- T/N, lo siento mucho.

Sin poder contenerme suelto un pequeño bufido junto a una risa desganada. De todos los modos en los que pude saberlo. De entre todos los momentos habidos y por haber, este había sido el cual mi destino había elegido para mí.

- Y supongo que no hay nada que pueda hacer. -Akori se ve tenso. No ha de ser fácil estar en sus zapatos.- Gracias por decirme.

- En verdad lo lamento.

- No te disculpes, tú no elijes quién lo recibe y quién no. -no necesito que se mortifique por esto. No es su culpa.- Pero dime, ¿cuánto tiempo?

- Yo...

Narradora

Como se prometieron, Bakugou se encontraba en la puerta de la casa a las 5 pm. Caminaron juntos en silencio y tomados de las manos, pero el rubio no tardó en notarte algo extraña. Se suponía que habías ido a celebrar el cumpleaños de tu hermano, sin embargo tu rostro y lenguaje corporal eran el de alguien que salía de un funeral.

- ¿Ocurre algo? 

Su pregunta te sacó de tu transe, haciéndote consciente de tu comportamiento. Con rapidez soltaste la primera broma que se te ocurrió para distraerlo, pero al ver que no surtía efecto cambiaste de técnica.

Antes de que volviera a preguntarte, detuviste tu caminar, lo tomaste del cuello de su camiseta y lo besaste casi con desesperación. Querías fundirte con él, olvidar que el mundo entero y sus problemas existían y ser solo ustedes 2 juntos.

- Wow, ¿y eso? -te cuestionó con una sonrisa de lado claramente distraido.

- Te extrañé. -sencillo pero cierto y con un peso más grande del que el contrario pudiese imaginar.

Tu conversación con Akori te había dejado un sabor amargo junto a un nudo en la boca de tu estómago. Pero no por ti. Lo que te pasara no podía importarte menos; tu preocupación se debía a Eri, a tu familia. A lo que pudiese pasarles.

A lo que pudiese pasarle a él.

Estabas trabajando contra el reloj, cada hora, cada minuto y hasta cada segundo era decisivo sobre cuál sería el fin de todo. Debías hallar a ese sujeto y terminar lo que iniciaste antes de que el tiempo se les acabara.

Una vez en los dormitorios, decidieron pasar la noche juntos y Bakugou no tardó en estrecharte entre sus brazos de forma gentil y protectora. Amabas ese lado de él que sólo tú tenías el privilegio de ver. Sus respiraciones estaban sincronizadas y eso te relajó un poco.

Cuando notaste que él ya estaba en su quinto sueño fue cuando finalmente dejaste de forzarte. Bajaste todas tus barreras y cual río que se desborda, las lágrimas cargadas de terror, culpa y vergüenza cayeron silenciosas por tus mejillas, perdiéndose en tus labios temblorosos y la playera de tu pareja.

- K-Katsuki... amor mío. -tu garganta ardía y el nudo bloqueaba tus débiles susurros- Te-Tengo miedo. Por ti, por mí, por todos y t-todo lo que va a ocurrir.

Sabías que no te escuchaba y rogabas por que siguiera así. No tendrías la fuerzas necesarias para decírselo y la verdad era mejor así. No había porque preocuparlo ahora con algo que después no tendría importancia alguna en su vida. Al menos podías tener esa única consideración con él.

Aun con el corazón en la mano y el amor de tu vida placidamente dormido a tu lado, te levantaste de la cama con cuidado de no despertarlo. Tanteaste en la oscuridad en busca de tu cámara, tomaste algo para abrigarte y saliste de la habitación en dirección al primer piso. Tras asegurarte de estar sola, te acomodaste en uno de los sillones junto a tu cámara frente a ti y presionaste grabar.

- Hola, amor...


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¡¡Gente bonita!! No me he muerto todavía, aunque me enfermé y mi padre cree que es covid, y si bien no puedo oler nada, estoy mejor. :v

Díganme cuales son sus teorías. ¿De qué estaría hablando Akori? ¿Qué tan malo puede ser como para que la rayis se ponga a llorar asustada? ¿Qué cosa habrá dicho en esa grabación?

Sin más que decir me despido mis niños, besos. <3


Publicado el 30/01/22

Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora