Traiciones - [Katsuki Bakugou y tú] COMPLETA

52. Manifestación del corazón

Narradora

Bakugou pensaba preguntarte sobre Kiori, pero el inicio del espectáculo le quitó la oportunidad. Hacerlo ahora solo arruinaría el ambiente y eso era lo último que quería hacer. Ese día había sido como una montaña rusa de emociones pero verte así, con una gran sonrisa en el rostro cual niña pequeña, le gustaba.

De alguna manera, habías logrado lo que pocos o nadie se había atrevido a hacer y eso fue meterte en su vida. Cuando se conocieron, le diste la razón y lo retaste al mismo tiempo; lo hiciste preocuparse por ti al mismo tiempo que lo desquiciabas. Sacabas lo mejor y peor de él sin que pudiese hacer algo para detenerte y eso le gustaba y asustaba en igual medida.

No estaba acostumbrado a bajar la guardia con nadie y algo le decía que tú eras igual que él; por algo eran almas gemelas. Ya no estaba seguro sobre sus sentimientos o su relación, solo sabía que quería protegerte y tenerte a su lado como su igual. Incluso si eso significaba derrumbar su barrera protectora y dejarte verlo tal y cual era, al mismo tiempo que quería que tú hicieras lo mismo.

- T/N...

Habías estado tan atenta al espectáculo que no habías notado como el contrario se iba acercando más a ti. Ante su llamado, volteaste a mirarlo, topándote con que la distancia que los separaba era mínima. Algo en su mirada era diferente y desconocida, pero al mismo tiempo se sentía tan familiar y natural.

- K-Katsuki... -las palabras quedaron a medio camino sin llegar a salir de tus labios. Solo te quedaste quieta, expectante de cuál sería su próximo movimiento. Su aroma a caramelo tostado inundaba tus fosas nasales y te relajaba de sobremanera.

Poco a poco, una de sus manos se aproximó a la tuya, tomándola con delicadeza para finalmente entrelazarse con fuerza. Tus ojos comenzaban a cerrarse instintivamente al igual que los suyos mientras su otra mano se posaba sobre tu mejilla. El mundo dejó de existir a tu alrededor; los fuegos artificiales habían pasado a segundo plano y todo en lo que podías pensar era en el calor y aroma que irradiaba del contrario.

La distancia desapareció y sus labios se encontraron mientras el paisaje aéreo era adornado con hermosas figuras en tonos naranjas y azules. Sentías que volabas y simplemente te dejaste guiar por el contrario. No tenías ni idea de que él fuera tan bueno besando y por un segundo pasó por tu mente que quizás no eras la primera chica que besaba, causándote una sensación de vacío en el estómago.

Pensar que alguna vez besó a alguien más de la misma manera que te estaba besando, te lastimaba. Él pareció notarlo, causando que se alejara un poco de ti. Ambos abrieron los ojos y se miraron fijamente, y fue en ese momento que notaste que sin querer se te había escapado una pequeña lágrima.

- P-Perdón... -dijiste con un hilo de voz mientras apartabas el rostro e intentabas retener las demás lágrimas.

Te sentías estúpida y ridícula por tu forma de actuar. ¿Qué más daba si ese era el caso? Bakugou era libre de besar a quién le diera la gana, tú no tenías derecho de sentirte así. Pero incluso siendo consciente de eso, aquella molestia en tu pecho no se iba.

El rubio se asustó creyendo que tu reacción había sido a causa de que te besó de la nada. Si bien no era la primera vez que lo hacía, ahora tú sí estabas consciente y algo dentro de él le decía que lo había arruinado. Que te había asustado u ofendido de alguna manera.

Pero aquello no explicaba que te hubieses disculpado y eso solo lo confundía aún más.- T/N, yo...

Quiso acercarse a ti, pero al sentir que se acercaba, tu cuerpo dio un pequeño brinco, persuadiéndolo de intentar tocarte.- No fue mi intensión asustarte. Perdón.