32. No digas ni una sola palabra de esto a nadie

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Narra Bakugou

Después de aquel horrendo susto me niego a dejarla sola de nuevo. Tendré que estar más pendiente de ella si quiero evitar que se repita, aunque T/N diga que no es lo que parece, no puedo creerle. Por eso, al llegar a nuestros cuartos la detuve haciendo que ella me mirara confundida.

- ¿Qué ocurre? -preguntó con la cabeza ligeramente inclinada.

- ... -¿cómo se supone que le diga esto sin sonar raro? Maldición, ni siquiera puedo verla a los ojos. Esa venda en su brazo me sigue revolviendo el estómago y a decir verdad la hizo muy rápido. Es obvio que no es la primera vez pero... ¿Cuántas veces más lo ha hecho?- D-Duerme conmigo.

Demonios, creo que fui demasiado directo. Parece algo asustada.- ¿D-Disculpa?

- No me malinterpretes, no creas que te dejaré sola después de esto. -exclamé algo exaltado mientras señalaba su brazo vendado.

- ¿Y si me niego? -pregunto desafiante. ¿Con que así quiere jugar? Bien.

- Le diré a Aizawa lo de tu brazo. -no es mi estilo meterme en asuntos ajenos, pero necesito estar seguro de que no hará otra estupidez como esta.

- ¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! -gritó alterada para luego cubrirse la boca casi al instante.- Si lo haces, te mato. -susurró molesta.

- Tú eliges, o te vigilo yo o le digo a los maestros. -por favor, no lo hagas más difícil.- ¿Y bien?

- De acuerdo.

Luego de aquello se fue a su cuarto para cambiarse y yo hice lo mismo. Antes que nada, guardé bajo llave todos mis mangas para luego entrar a mi baño y quitarme la camiseta a la que no pude evitar echar un vistazo, notando a la mancha de sangre. Al instante sentí como mis ojos me picaron y aquel molesto nudo en mi garganta amenazó con volver, por lo que alejé esa cosa de mí.

- Contrólate, Bakugou. No es momento de ser débil. -me regañé mentalmente mientras mojaba una toalla para quitar la sangre de mi cuerpo. Fue en ese momento que escuché como la puerta se abría seguida de la voz de T/N.

- Katsuki, ¿dónde dormiré? -preguntó en voz baja.

- En la cama, ¿dónde más si no? -respondí sin más.

- ¿Y tú? -mierda, no pensé en eso. ¿Qué hago? ¿Qué debo decir? Rápido, piensa en algo.- Puedo dormir en el suelo, no es la gran cosa.

- No, dormirás en la cama y punto. -antes de pensar en algo mi boca se movió sola. 

- ¿Pero y tú? -volvió a preguntar por lo que entreabrí la puerta y asomé mi cabeza.

- En mi cama, obvio. Apurate y acuéstate. Iré en un rato. -ya que, después de todo no es la gran cosa. Solo compartiremos la cama, nada más.

Antes de volver a entrar, la miré de reojo y noté que estaba roja. ¡¿En qué diablos está pensando esta nerd?!

- Ahh... O-Ok. -mierda. Ahora por su culpa me he puesto nervioso y mi rostro se siente caliente. 

- N-No te hagas ideas, simplemente es tarde y ya deberíamos estar dormidos. Ahora apúrate. -tras decir aquello, cerré la puerta y terminé de limpiarme para ponerme mi ropa limpia.

Salí del baño y la encontré echada del lado junto a la pared, dándome la espalda. Me metí en la cama junto a ella y creo que la vi exaltarse un poco. Deja de actuar así que lo haces más incómodo, maldita.

- Buenas noches, Katsuki. -mi voz no salía por lo que simplemente gruñí como respuesta para luego cerrar los ojos y dormir.

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Traiciones - [Katsuki Bakugou y  tú] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora