48| Caminos que llevan hacia el desastre

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– Es imposible decir que alguien se encuentra en los alrededores. Tendremos que separarnos si queremos encontrar a todos los prófugos – Byrne se detuvo tras haber caminado unas cuantas cuadras junto a la líder del equipo principal de Skaikru. Su mirada se encontraba escaneando toda la zona antes de detenerse en su compañera temporal.

– No creo que alguien se encuentre cerca del hospital – Clarke dijo mientras miraba a la mujer junto a ella – Habrán escapado.

– ¿Qué sugieres entonces?

– Vine por un interno en concreto, no por todos ellos, pero te ayudaré a encontrarlos si es lo que quieres, no tengo problemas – Ella señaló la zona – Solo que no creo que alguien esté cerca. Sin embargo, creo saber dónde está la persona que estoy buscando.

– Te escucho...

– En la escena del crimen – Clarke dijo con calma mientras miraba a Byrne a los ojos – ¿Dónde más estaría sino?

– La antigua casa de los West...

– Yo estaba pensando en otro lugar, más bien.

Byrne guardó silencio un momento. Ella asintió mientras sacaba su teléfono para teclear algunas cosas y luego la miró nuevamente.

– En marcha entonces – Ella chasqueó los dedos mientras movía la mano para hacer una reverencia – Tal vez deberíamos llevar refuerzos.

– Mi equipo está ocupado con una misión y la policía está cuidando del terreno además de buscar al resto de lunáticos que ha escapado. Basta con nosotras dos solamente.

– Pues habrá que ir preparadas entonces, estamos enfrentando a una persona, no un holograma.

La joven meneo la cabeza pensando que si estuvieran buscando un holograma, entonces sería todavía más difícil de encontrar sin la ayuda de Raven. En este siglo, las IA eran todo un evento revolucionario de la sociedad para bien o para mal, en muchos casos la tecnología era un plus para ellos (sobre todo considerando la cantidad de veces que dependían de la tecnología para lograr conseguir que sus misiones fueran exitosa) y, claro, si la Arkadia dependía de ella, no era nada sorprendente que la policía hiciera lo mismo. Internamente se preguntaba que tan diferente era la tecnología que poseía la policía de la que ellos poseían. Sin duda la que estaba en poder de Raven era muy grande, si Clarke quisiera habría dado marcha atrás y le habría pedido a su compañera que buscara a su asesino a través de su computadora. ¿Cuánto le tomaría, dos minutos? Es posible.

El resto de los oficiales, así como Byrne, le echaban diferentes miradas cuando pasaba por al lado de ellos. El muro entre ambas facciones era muy grande y lleno de desconfianza, a menudo trabajar con la policía representaba un verdadero dolor de cabeza y la única razón para trabajar con ellos era Byrne sin duda. Si Byrne no estaba a cargo de la misión, Clarke se negaba a participar en cualquier caso con la policía, no porque no confiara en ellos o porque estuviera decantada hacia la oficial sino porque era más fácil mantener el orden entre las dos facciones.

– Raven ya habría encontrado a esta persona solo usando los satélites – Lo dijo para sí misma y con un tono tan suave y pequeño que le pareció un mohín de niño pequeño. Se mordió la lengua y volteo a mirar a su compañera para añadir lo siguiente – Habrá que tener cuidado, este asesino mató a tres personas y casi logra matar a un cuarto.

– Un quinto si te cuento a ti.

– Exacto.

Ella continuaba sonriendo, pero había algo destellando en sus ojos que Byrne pasó por alto. Guardaron silencio mientras se encaminaban a una antigua zona de crimen que hacia dos años atrás había sufrido por culpa de un asesino. Sin pensarlo dos veces, Clarke encendió el COMM en su oído para saber cómo se estaba llevando a cabo la misión de Becca, pero mantuvo el micrófono apagado para ellos no pudieran oírla.

Oscura PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora