Paso una mano por su rostro mientras intentaba escuchar al muchacho de cabellos negro que se encontraba frente a él. El chico hablaba con un tono grave de voz, pero suave y lleno de comprensión. Él estaba cada vez más molesto con su presencia, pero no estaba seguro de cómo decirlo y que sonará amable.
El señor Collins, o Finn –como quiso que le dijeran– se encontraba sentado frente a él en una silla de color café aterciopelada, sus codos se apoyaban en sus piernas mientras él estaba inclinando hacia enfrente. Llevaban casi una hora en silencio. Él ya casi no lo soportaba. Ni siquiera sabía en qué momento se había levantado de su asiento y había comenzado a pasearse por la oficina de Collins.
El lugar era bastante amplio, con un enorme librero al final de la habitación y otro mueble lleno de figuritas hechas a mano con todo tipo de material, tornillos, cristal, metal, papel. Parecía que el tipo era fanático de las figuras.
Finn no tomaba notas de lo que estaba haciendo él, pero parecía extrañamente contento con su situación.
Solo faltaban diez minutos para que su hora terminara y Bellamy todo lo que quería era que acabará ya. No dejaba de mirar el reloj a cada segundo, sabiendo que en cuanto saliera de ahí se sentiría mejor. Finn se recostó nuevamente contra el sillón mientras sonreía, lo examinaba de arriba abajo y Bellamy comenzaba a sentirse incómodo.
– Qué tal si terminamos la sesión antes – Comentó Bellamy mientras miraba las figuras hechas a mano que Finn había creado.
– Si piensas que estás perdiendo el tiempo aquí, estás muy equivocado – Comentó el hombre sonriendo – Pero si quieres marcharte puedo dar por terminada la sesión
Bellamy se burló.
– ¿Sucede algo?
– Esto no fue una sesión.
– ¿Quién lo dice? – Finn sonrió alzando una ceja. El muchacho se puso en pie y camino rodeando los sillones – El poder de observación es más fuerte cuando sabes lo qué estás buscando
Él alzó una ceja – Entonces encontraste algo que buscabas.
– Entre lo que buscaba en ti y aquello que no, y eso sin ni siquiera hablar – Él sonrió – Solo piensa como serían las cosas si hablaras
– No tengo nada de qué hablar.
– Puede ser cualquier cosa. Tu familia, tus amigos, tus misiones.
– Son confidenciales.
– Y lo seguirán siendo – Finn apoyó las manos en el respaldo – Tu grupo y tú cargan con una gran responsabilidad en cuanto a la protección de la vida humana, y a veces animal, y bajo esas circunstancias no me sorprende la forma reservada en la que hablan sobre los casos con los demás. Como si quisieran cargar con todos los demonios ustedes juntos
– ¿Eso te dijo el silencio?
– Eso aprendí en las sesiones con los demás – Finn asintió – Eres la excepción
Bellamy abrió la boca para decir algo, pero nada salió porque el reloj ya había llegado a su tiempo límite. Con una sacudida de cabeza, Bellamy estuvo por dirigirse a la puerta cuando fue detenido por las palabras de Finn.
– Podemos tocar cualquier tema que tú quieras, Bellamy. Aquí nada está prohibido, sin embargo, debes saber que si quieres seguir cargando con los demonios solo jamás podrás liberarte de ello. Para eso estoy aquí, para ayudarlos.
– Estamos bien.
– Habla por ti y no por los demás. Tú estás bien. Tú quieres esto. Tú eres esto.
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Oscura Pesadilla
Fiksi PenggemarCuando el mundo se encuentra bajo una gran amenaza, Clarke Griffin y su mejor equipo harán todo lo posible para detener a ese monstruo que intentará acabar con las vidas de los demás, pero el mayor problema la pondrá puesta en dudas cuando secretos...