9| ¿Quién eres, informante anónimo? PT. 1

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Ya que el Arca era la organización más grande en cuanto a la protección de vidas, era normal que además de tener a las tres secciones, el arca, tuviera tres escuelas, evidentemente ubicadas en el mismo lugar que la sede principal. Estas escuela recibían el nombre del departamento y la palabra Academia, es decir para el DPA sería Academia Arkadia, pero nadie las llamaba por el nombre del departamento solo academia.

Madi no conocía mucho sobre cómo se manejaban las cosas dentro de las escuelas, apenas Clarke le contaba historias de sus años en la escuela, por lo tanto las historias que tenía eran escasas. Bellamy una vez le había contado ese lugar era un campo minado esperando a que alguien de un paso en falso y una vez que la mina explota no había vuelta atrás. No había entendido que quiso decir el muchacho, pero sin duda debía ser algo duro.

Cuando Clarke le explicó más tarde qué significaba no podía negar que había tenido miedo siquiera de pensar en entrar alguna vez, pero ahora sabía que lo quería.

La academia no era una escuela ordinaria, era una escuela de formación para agentes especiales. Los jóvenes no podían entrar a la edad de siete años, como en cualquier escuela, había reglas explicitas sobre las edades a las que se podía entrar y una de esas edades era cuando los jóvenes fueran mayores de edad, debido a que una vez que se entra en la academia, los chicos quedan desligados de sus padres enseguida, de tal manera que deben ser ellos los que tienen que resolver sus conflictos y problemas. Si no fuera así, los padres por lo general estaban obligados a ayudar a sus hijos, como sería el caso de cualquier escuela ordinaria.

Sin embargo, Madi no tenía la mayoría de edad, por el contrario, ni siquiera tenía quince, apenas tenía doce años, lo que llevaba a la excepción a la regla de las edades.

La excepción a la regla decía que un niño de doce años que quería asistir a la academia podía hacerlo siempre y cuando al menos un familiar directo fuera un trabajador activo del Arca.

Años atrás, Clarke pudo entrar en la academia debido a que sus dos padres trabajaban para la Arkadia. Su madre estaba en el departamento de biología siendo jefa de medicina y ayudando en los exámenes forenses mientras que su padre había sido ingeniero. Para ella podía haber sido más complicado entrar si no fuera porque Clarke la había adoptado, lo que significaba que legalmente era su hija y por tanto tenía derecho de entrar en esa excepción.

La escuela duraba cinco años, por lo tanto dos años antes de que los recién adultos estén ingresando ella estaría egresando. No sabía cómo funcionaba nada de la academia y sabía que debía tener toda la información posible para cuando entrara, pero al mismo tiempo quería ir descubriendo poco a poco qué significaba todo lo que desconocía. Clarke le había asegurado que comenzara a investigar o la comerían viva. Ella realmente esperaba que fuera una forma figurada de hablar y algo literal, pero nunca se sabía cuando se trataba de terrenos desconocidos.

– ¿Estás lista? – Clarke preguntó mirándola con curiosidad. Ella se sentía nerviosa, estaban dentro del auto de la muchacha y ya se habían detenido. El corazón le estaba latiendo con fuerza y al voltearse pudo ver la escuela por completo

El edificio no constaba de más de cinco pisos, pero era enorme y largo, a decir verdad, era todo un campus como una universidad más bien. Había césped, árboles, bancas, todo parecía tranquilo por fuera, pero por dentro debía reinar la fortaleza que obtenían los muchachos al ser formados. Sin embargo, al mismo tiempo que parecía un campus universitario, también tenía el tamaño de lo que Madi definiría como un estadio de futbol.

Tragó saliva viendo el moderno edificio, casi arrepintiéndose ya que solo verlo le hacía sentirse intimidada, pero Clarke no era de las que se echaban para atrás y ella tampoco lo sería.

Oscura PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora