Se detuvo en el umbral de la puerta de su salón de clases mientras observaba a los pocos alumnos que había dentro. Aun faltaban cinco minutos antes de que las clases comenzaran y sin contar con las bajas que habían tenido, lo cierto es que no eran muchos los alumnos que aún no estaban presentes, pero lo que llamaba más su atención era la falta de su profesor dentro del aula. Normalmente el profesor Pike siempre llegaba antes que los demás, estaba diez minutos antes de clases por tanto cuando era la hora, la puerta se cerraba y los que quedaban fuera debían quedarse ahí hasta media hora después cuando él decidiera que podían entrar y evidentemente entregándoles un castigo.
Había escuchado por parte de sus compañeros qué clase de castigo les había impuesto Pike. En su mayoría eran casi una tortura, correr cierto tiempo sin descansar, flexiones, tareas extras, otros eran limpiar el salón. No eran graves como él lo hizo ver, pero por lo que Madi sabía, Charles Pike simplemente estaba conteniéndose para cuando alguien cometiera un gran error que hiciera que nadie quisiera imitarlo en la vida.
Camino hacia su asiento en silencio y dejó caer su mochila en la mesa, luego observó la ventana, el paisaje de la ciudad y una mueca cruzó sus labios imaginándose a Clarke saliendo de la casa cuando debía estar en cama, lista para patear de trasero de todos los chicos malos de la ciudad.
– Es la primera vez que el profesor llegará después que nosotros – Ella se fijó en su compañera sentada con un libro en sus manos, sin mirarla a ella.
– Supongo que siguen tratando con el tema de lo ocurrido hace unos días – Ella murmuró preocupada.
– ¿Cómo es está tu madre?
– ¿Mi madre? – Se encogió un poco con una mueca. Después de aquel incidente, ella no tenía ni que preguntarle a Gaia cómo sabía que Clarke era su madre, era cosa de hacer la conexión después de lo que sucedió en la academia hacia dos días atrás – Ella está bien. Mi abuela dice que es demasiado terca como para quedarse en cama así que hoy asistirá al trabajo
– Corrígeme si me equivoco, pero qué no le sangraba el estómago a mares.
– Lo dije una vez, es terca. Cuando la gente sale de una cirugía, descansa; ella hace lo contrario – Ella suspiró sentándose – ¿Dónde está Ethan?
– Hace un momento estaba aquí.
Madi sonrió al verlo entrar en el salón con una lata de bebida en sus manos. El muchacho se les acercó con una gran sonrisa en el rostro y señalando su lata de bebida.
– No hay mejor manera para empezar la mañana como una buena bebida helada.
– Eso no es saludable – Gaia dijo con una mueca.
– Mi padre dice que la mejor manera de mantener despierto es con azúcar y nada tiene más azúcar como una gaseosa.
– Clarke bebé café... sin azúcar...
– Que asco – Él arrugó la nariz – Si ser adulto significa adorar lo amargo, paso de crecer
– Yo he dicho eso muchas veces – Coincidió ella. Gaia aguantó la risa.
El muchacho rodeó las mesas para sentarse detrás de Madi, ella se apoyó contra la pared para tener una vista tanto de él como de Gaia. La muchacha aun no levantaba la mirada del libro, lo que hizo que ella sintiera curiosidad por lo que estaba leyendo. Era sorprendente que Gaia tuviera todos sus sentidos alertas aun leyendo; ella no podría. Le costaba centrarse en más de una cosa a la vez.
– Tú eres Madi Griffin, ¿no?
La muchacha alzó la mirada confusa hacia el frente de su mesa donde una muchacha de cabellos negros largos se encontraba parada frente a ella. Vestía con una chaqueta negra con gorra que en el borde tenía chiporro. Pantalones oscuros, pero negros y botas. La muchacha se quitó la capucha observándola fijamente durante unos minutos sin decir nada. Detrás de ella había otras dos chicas, una muchacha rubia más baja que ella vistiendo con una camiseta de mangas largas que parecía abrigada, de color beige y unos pantalones negros. A su lado, una muchacha de cabellos castaños corto, vistiendo igual de abrigada con una parka de color celeste y unos pantalones largos. Traía un gorro con pompones cayendo de los lados y guantes.
ESTÁS LEYENDO
Oscura Pesadilla
FanfictionCuando el mundo se encuentra bajo una gran amenaza, Clarke Griffin y su mejor equipo harán todo lo posible para detener a ese monstruo que intentará acabar con las vidas de los demás, pero el mayor problema la pondrá puesta en dudas cuando secretos...