25| ¿Para qué están los amigos?

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Clarke resopló mientras recogía los cables tirados en el suelo, mentalmente regañando a la menor que vivía con ella. Todos los días era exactamente lo mismo. Ella no era desordenada, ¿dónde aprendió Madi a serlo? ¿Influencia de Octavia, Raven, Bellamy? Monty era ordenado, no venía desde ahí. Esos tres... tenía unas ganas de golpearlos cada vez que la chica aprendía algo negativo de ellos.

Se apoyó contra el sofá mientras torcía los labios. Sacó su teléfono del bolsillo y observó su pantalla con una expresión dura en su rostro, molesta y enojada. Apretó los dientes enojada y cuando parecía que iba a lanzar el teléfono contra la pared, un ruido se hizo paso a través del silencio que había en su casa.

Alguien golpeó su puerta y Clarke alzó una ceja al ver que en el reloj de la pared marcaban las once de la noche. Realmente no estaba segura de quien podría estar del otro lado de la puerta.

– ¿Octavia? – Parpadeó confundida al verla frente a su puerta, sostenía una bolsa en sus manos y se veía pesada.

– ¿Tienes tiempo? – Alzó la bolsa – Traje algo para beber

– ¿Qué haces a esta hora aquí? – Preguntó haciéndose a un lado para entrar.

– Quiero hablar.

– ¿Hablar? – Parpadeó inclinando la cabeza.

– Veo que estás mejor.

– Dos días en cama y ya puedo volver al trabajo – Clarke se encogió de hombros despreocupada – Lo cierto es que le pusieron color, solo fue un rasguño. Fue como una bala entrando y saliendo del cuerpo, apenas lo sentí

– Ni siquiera te podías mover – Octavia comenzó a caminar a través de la casa dirigiéndose hacia la puerta que daba hacia el patio trasero. Clarke la miró con curiosidad, sobre todo cuando la chica se detuvo de pie junto a la puerta – ¿Vienes?

Puso cerrojo en la puerta y luego la siguió hacia la puerta de la salida.

– Oh wow, aun tienes ese juego – Dijo con sorpresa mientras miraba hacia el único juego en el patio. Era un columpio doble, dos columpios a decir verdad, con los asientos de color rojos de plástico.

– Mi madre y Kane se lo regalo a Madi cuando cumplió ocho años – Clarke se encogió de hombros sonriendo – Y Kane y Bellamy lo armaron juntos, a ella le gusta

– Funciona para pensar, ¿no?

– Sí, eso también – Murmuró Clarke sonriendo mientras se sentaba en uno de los dos columpios junto a Octavia – Entonces, ¿me dirás a qué viniste?

– Estaba aburrida en casa – Octavia dijo con calma mientras miraba hacia arriba – ¿Madi está durmiendo?

– No, está en casa con mi madre – Sacudió la cabeza – Octavia, dime qué está pasando

La muchacha se rió.

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Sentado en su oficina, Kane observaba la pila de informes que tenía sobre su escritorio, no informes de todo el DPA, al contrario, solo eran los informes que guardaban relación con Alie. Era una pila enorme del trabajo de los últimos meses en los cuales no habían tenido descanso tratando de detener todos los intentos de Alie por salvar el mundo a su manera. Informes desde la droga, hasta todos los rehenes que habían sido rescatados. El Arca había dado la orden de que un equipo especial se haría cargo de investigar a los cien rehenes del centro en el incidente de hace unos meses atrás.

Cada día había más problemas en relación a Alie y ya no estaba seguro de cómo solventarlo antes de que sucedieran. A esto tenía que sumarle también los problemas que tenía con el equipo de Skaikru. Esos pequeños problemas que lo ponían entre la espada y la pared...

Oscura PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora