Capitulo 3 -solos ella y yo-

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Zirel

Luego que el lugar donde me hayo queda en silencio y la intensa masa de polvo que reinaba en el aire se disipa, abro mis ojos y levantándome de apoco puedo observar como el lugar se encuentra totalmente colapsado, agradezco que unas luces de emergencias que cuelgan del techo iluminan el escaso lugar, del baño de Damas solo queda una pileta y un cubículo con su correspondiente inodoro increíblemente en buenas condiciones, pero la pared que da al corredor y en donde se encuentra la puerta de entrada al baño, se desplomó una parte formando una montaña de escombro y luego se encuentra entera por unos tres metros en donde culmina con una masa de mampostería, losa, en fin que sella la entrada al corredor. Giro mi cabeza y observo que en donde estaba la puerta de entrada al baño de hombres solo hay bloques enormes de losa, y la pared de este lado del corredor se haya entera hasta que termina por la montaña que bloquea la entrada de este. Unas de las luces de emergencias que cuelga al final del corredor se prende de golpe y puedo divisar un cuerpo que yace boca abajo, a medida que me acerco me doy cuenta que se trata del joven con el que había tenido el percance del móvil, suplicando para mis adentro de que no estuviera muerto con mucho cuidado, retiro alguno restos de ladrillos y revoque que se encuentran distribuidos por todo su cuerpo y al finalizar lo giro lentamente colocándolo boca arriba, tomo su pulso y suspiro de alivio al constatar que no solo se encuentra con vida sino que su pulso es normal y agradezco a Dios que papá que es cardiólogo y que a pesar de mis protestas ya de niña me había enseñado técnicas de primeros auxilios.

Retiro con suavidad el polvo de todo el cuerpo del joven y tomando su maletín que se encuentra a una distancia corta de su mano izquierda, luego de sacudirlo lo coloco debajo de la cabeza de él para levantarla un poco, al observar una pequeña herida en la frente por arriba de su ojo derecho, tomo el borde de mi vestido, lo muerdo y haciendo un movimiento violento desgarro un pedazo de tela, de ese pedazo vuelvo a corta otro más pequeño y me dirijo hacia la pileta y sonrío de felicidad de ver salir agua cuando abro la canilla, empapo con agua el pedazo más chico de tela y con premura me dirijo hacia él, limpio su herida y con el trozo de tela más largo realizo una especie de vendaje para luego seguir limpiando su rostro, en el momento que estoy pasando la tela mojada por sus labios él abre sus ojos y ambos nos quedamos totalmente entrelazados mirándonos profundamente.

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Ibrahim

Un fuerte dolor de cabeza y un pequeño cosquilleo en mis labios me provocan a despertar, al abrir mis ojos estos quedan petrificados por los ojos que se hayan enfrente de ellos, unos hermosos ojos negros, bordeados de unas tupidas y polvorientas pestañas curvadas, luego de unos segundos logro reaccionar y sentándome de golpe mientras me tomo la cabeza del lado derecho porque siento que algo la comprime, pregunto;

-Qué sucedió? - y mirando hacia todos lados me levanto, ella me responde;

-hubo una especie de explosión, no se la causa, pero hemos quedado encerrados en este pequeño espacio, por favor no te levantes así de rápido, podrías marearte. – me contesta mientras me toma por la cintura.

Con mucho desprecio y un aire de superioridad le respondo;

-acaso eres médica-

-no...pero por experiencia te sugiero esperar tan solo unos segundos a que tu cuerpo se estabilice un poco. -

Solo la miro con indiferencia y con un movimiento esquivo me suelto de sus manos y yendo hacia adelante me encamino para explorar el lugar, de repente comienzo a marearme y apoyando mi mano izquierda sobre la pared trato de mantener el equilibrio, mientras respiro profundo hasta que logro sentirme un poco mejor para seguir caminando, ella no dice nada, pensé que se saldría con alguna frase como; -te lo dije- pero increíblemente no acotó nada, paso la puerta del baño de mujeres y me dirijo hacia una pileta que ha quedado intacta, abro el grifo y esbozo una pequeña sonrisa al ver que sale agua, lavo mi rostro, mojo mi cabeza y al tacto me doy cuenta que tengo una especie de vendaje, hago un paso a la izquierda y observo mi rostro en un pequeño trozo de espejo que se encuentra pegado a la pared, levanto un poco el vendaje en la parte donde el dolor se acentúa y observo un pequeño corte de un cm decido por el momento dejar la curación. Me retiro la camisa la sacudo y luego la apoyo sobre la pileta y enjuago mi torso con agua, me seco con papel tissue, el artefacto se encuentra entero, al terminar me coloco nuevamente la camisa. Observo también que del baño quedó un cubículo con su correspondiente inodoro y una de las paredes derrumbadas, ya más estable vuelvo al lugar donde me desperté y pasando por al lado de ella me encamino hacia el final del corredor, que se encuentra bloqueado por una masa de ladrillos y revoque. Maldiciendo me acerco hacia donde ella se encuentra parada apoyada su espalda sobre la pared en la mitad del pequeño corredor de tan solo unos pocos metros. Colocándome de frente y a medio paso de distancia mirándola fijamente a los ojos le pregunto;

72 horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora