Ibrahim Lang
Ya en mi casa, no veo la hora de que sea mañana, para verla es tal cual me la imaginaba y se la ve tan bien que no parece que su cuerpo hubiese dormido por dos años, realmente esto sí que fue un milagro...acaricio a Life mi fiel y gran amigo perruno, en este viaje no pude llevarlo por cuestiones de logística, había decidido a última hora ir a Inglaterra...él va conmigo a todas partes inclusive al sanatorio, se queda en el parque de este, y cuando puede zafar de los de seguridad ingresa y visita todos los pisos para llevar alegría a los pacientes, mi perro es muy especial a la hora de ayudar al enfermo, les da amor y confianza, ellos lo aman y lo esperan con ansias.
Estamos terminando la reunión con todos los especialistas que asisten a Zirel, una vez acordado de como nos manejaremos desde ahora, ellos se retiran menos su papá y mi amigo Gabriel. Me levanto de mi sillón y acercándome al doctor le digo que no me he olvidado de nuestro acuerdo, que en cuanto pudiera lo cumpliría pero que ahora toda mi energía estaba puesta en su hija, debíamos ayudarla a superar el trauma en su ánimo por no poder aceptar la realidad...
Los tres caminamos hacia el cuarto de Zirel, en mi pecho siento una opresión es una angustia molesta por su estado, como quisiera que su vida de ensueño se hiciera realidad para poder así sacarla de esa agonía que la tortura por la falta de sus seres queridos ficticios. Llegamos al cuarto la puerta se haya abierta, ella está sentada en el sillón leyendo un libro, Gabriel dice; -buenos días Zirel...- ella sin levantar la vista responde el saludo y sigue con lo suyo, el doctor Smith me hace seña que entre y él junto a Gabriel se quedan parados en la entrada a la habitación. Camino hacia ella y freno mi andar cuando quedo a un paso de ella, antes que pudiera saludarla y presentarme ella dice;
-hoy no tengo ganas de hacer terapia...prefiero seguir leyendo este libro...ese perfume lo reconozco tú no eres Ga...-Zirel no puede terminar la frase porque en cuanto levanta la vista y me ve parado en frente de ella, se queda en un estado de trance, su rostro comienza a formar pequeños rasgos de felicidad, sus ojos brillan como nunca, y una lágrima comienza a rodar sobre su mejilla.
-buen día Zirel, soy el doctor Ibrahim Lang, tu neurólogo...me alegra que hayas despertado, estuve de viaje por eso no pude venir antes...
Ella con su mirada fija en la mía se levanta de apoco y con una voz suave me responde;
-sabía que estabas de viaje...Ibrahim no te imaginas cuánto te he extrañado...ellos quieren hacerme entender que tú no existes al igual que nuestra historia...nuestros hijos...y casi lo logran, pero viéndote ahora mi corazón late como loco de amor por ti...-
Se lanza sobre mí con un abrazo cargado de emociones profundas, trato de responder a su abrazo lo más profesional posible, no quiero confundirla más...
-Zirel...cómo te lo digo para no lastimarte...todo lo que te ha dicho Gabriel es así, yo no soy tu esposo, soy tu medico...tu cerebro ha creado una historia sobre nosotros que parece real pero no lo es...-
-pero tú eres tal cual, en mi historia, al igual que los otros...claro que me falta ver a mis suegros...como puede ser eso posible...-
-no lo sé...pero lo que sí sabemos es que no es real...-
-no, no quiero creer eso...tú eres él...el gran amor de mi vida...-
-por favor Zirel cálmate...ven siéntate en la cama que quiero examinarte...-
Ella hace caso, la acompaño hacia la cama, una vez que se sienta tomo una silla y ajustando la altura me siento en frente de ella y comienzo con la rutina de examinación...mientras tanto Gabriel y el doctor Smith siguen en la entrada a la habitación, Zirel ni se percató de ellos su atención está totalmente puesta en mí.
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72 horas
RomanceIbrahim Lang es un joven empresario, autosuficiente y ateo. Ella, Zirel Smith es una joven cristiana que su vida gira alrededor de su padre, su amigo Juan, la iglesia y sus estudios. Una catástrofe hará que sus vidas se cruzen...se conocerán, se ena...