Capítulo 25 - Lluvia torrencial-

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Zirel

Estoy completamente feliz, la tarde se encuentra insoportablemente cálida, que bueno es poder estar en el agua y que mejor junto a mi novio. Tenía pensado disfrutar no solo del agua con Ibrahim sino también con mi hijo, pero el decidió ir a la casa para estar con Sara y mirar los dibujitos, ya había estado jugando con mi novio, y se encontraba un poco cansado.

Ibrahim tiene en su espalda un magnífico tatoo que te deja con la boca abierta, de lo imponente que es, jamás me hubiese imaginado que él podría haberse hecho uno, y uno así, sobre todo su motivo, tan religioso...cuando me dijo que fue por consejo de su viuda...o algo así, decidí no preguntar más.

Que hermoso que es mi novio...su cuerpo es tan pero tan fibroso y escultural, ni hablar de su forma tan dulce de tratarme, quiero besarlo hasta no poder más. Por momentos él pone un freno, creo que es por precaución, estamos a full...tenemos tantas ganas de gozarnos...disfrutarnos más...mi suegra nos trajo unos tragos y comenzamos a charlar sobre comidas y de cuestiones habituales de criar a los hijos, ella y su esposo están totalmente asombrados de como, Iba es casi idéntico a su hijo cuando este tenía la misma edad de mi hijo...prometió mostrarme una foto para que yo misma lo comprobara, a lo cual agregué que no hacía falta. Ibrahim en un momento se retiró y nos dio lugar para que interactuemos con Sara sin que él sea un obstáculo, que en realidad no lo era, por si quisiéramos tocar algún tema más íntimo de mujeres, eso creo...

Cuando terminamos la tertulia con Sara, me encuentro sola al borde de la piscina. Se levanta un viento fuerte que arrastra las débiles hojas de los árboles, el cielo se va tiñendo de forma semi- rápida de un tinte grisáceo con rasgos violáceos; una tormenta se aproxima derrotando el azulado imponente que hasta hace un rato inundaba el manto celestial, las nubes cúmulos que te dejaban imaginar cuerpos de gigantes de la mitología griega, también comienzan a ceder tornándose de un color negruzco y deformándose de tal forma que su aspecto es fantasmagórico, me pongo mi vestido y comienzo a caminar hacia donde vi que iba Ibrahim. Paso por una hermosa pérgola victoriana y muchos metros más adelante observo un chalet, camino hacia allí.

-Ibrahim estás aquí? - digo seguido de dos toc toc realizados en la puerta de entrada al chalet.

La puerta se abre, Ibrahim con un rostro bastante serio me dice;

-hola Zirel, sería bueno que fueras para la casa, se aproxima una fuerte tormenta, y no es conveniente que nos quedáramos aquí juntos...-

-la tormenta ya se instaló por si no te has dado cuenta, ya están cayendo gotas!!- al terminar la frase un trueno portentoso cae de lleno, como si fuera una impune bomba que se estrella sobre el suelo, al instante una lluvia torrencial se desata con una furia incontrolable.

-parece que tendremos que esperar juntos adentro del chalet hasta que cese un poco el mal tiempo. -

El solo me mira y mientras lo miro con ojos expectativos, mi vestido junto a mi cabello se mece descontroladamente haciendo remolinos efímeros, por la furia del viento que viene de cómplice con el agua y los truenos. Después de unos minutos y justo antes de emitir palabra alguna, Ibrahim se hace a un lado, para darme paso, entro al chalet, me quedo parada observando el lugar, él por el contrario se encuentra parado detrás de mí, puedo sentir no solo su perfume, sino su mirada que me traspasa, sé que me está observando...giro, mis ojos se topan con su pecho escultural, levanto la mirada, nuestros ojos se entrelazan de tal forma que la simbiosis que se forma es totalmente cargada de deseo...me tiro a sus brazos y poniéndome en puntitas de pie, arrebato sus labios con locura; él me sostiene por la espalda y me da el envión que necesitamos para besarnos furiosamente, como la lluvia que cae arrasando con todo a su paso, así es nuestro beso arrasa con todo; nos sumerge en un río de sensaciones altamente erotizantes. Me gusta...disfruto y gozo las corrientes eléctricas que emite mi cuerpo, ¡¡qué sensación tan sublime!! Se supone que yo, tendría que saber de estas cosas, porque años atrás estuve con un hombre...tuve sexo con un hombre y el fruto de ese acto es mi amado hijo Iba. Pero de "todo eso no me acuerdo nada, si no fuera por mi hijo, para mí, jamás había estado con un hombre, por lo tanto, esta es mi primera vez, y lo que siento es magníficamente extraordinario, me traspasa y me lleva a un estado de una sensación gratificante. Ibrahim trata de poner un freno, pero no lo dejo, seguimos besándonos apasionadamente, sé que debemos frenar sino queremos llegar a descontrolarnos por completo, pero solo puedo pensar un poco más...y frenar...cuándo...cuando estemos a punto de cruzar esa línea peligrosa. Mi novio me levanta y me lleva contra una pared, dejando caer su cuerpo de lleno sobre el mío, me besa con locura, mis brazos pasando por encima de los de él, circundan su cuello, él tiene apoyados sus antebrazos y manos sobre la pared que nos sostiene, mis pies desnudos, porque en el movimiento de traslado las ojotas se me cayeron, están suspendidos en el aire. Luego de unos minutos nuestros labios se separan, para dejar pasar una corriente de aire que permite que se aireen los pulmones, lo miro a los ojos, están totalmente encendidos de pasión, comienzo a dar pequeños mordiscos en su barba y a la vez jalo de su cabello por la nuca, él emite sonidos guturales, y se deja llevar por mi acción atrevida, pero antes de que volviera a besar sus labios se despega de un movimiento ligero, pero no sin tener la precaución de que mis pies toquen el suelo sin resentimiento.

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