Sentado en el auto aguardando que Zirel retire a Iba de la escuela, la observo...su forma de caminar... (respiro profundo) sus piernas lucen tan atractiva y ni hablar del resto de su cuerpo...ese vestido colorado le sienta tan bien... (mi corazón se ensancha) lleva el cabello suelto, cae sobre sus hombros dándole un toque tan sensual; aún después de tantos meses de estar casados me asombro de cuanto amo a mi mujer y ni hablar de Iba, para mí es como si fuera mi hijo, sangre de mi sangre nacido de mi semilla. Zirel gira y me busca con la mirada, me hace seña con la mano y gesticulando me dice algo que no llego a entender, a medida que se va acercando al cordón de la vereda dice;
-los niños hoy salen veinte minutos más tarde, prefiero esperar en el auto contigo-
-como quieras bonita!!!-
Mientras viene cruzando la calle una mamá la llama, mi esposa gira para contestarle y retrocede, pero en ese ínterin un auto a alta velocidad se aproxima de tal forma que no le da tiempo a esquivarla y atropellándola el cuerpo de Zirel vuela por los aires para aterrizar sobre el capot del auto y rebotando cae como si fuera de plomo sobre el pavimento caliente. Todo pasa en una abrir y cerrar de ojos que no me da tiempo a reaccionar como me hubiese gustado. Salgo del auto con tanta rapidez que no tomo el móvil, y a medida que me voy acercando al cuerpo herido de mi esposa la llamo con desesperación, me arrodillo y poniendo mis labios cerca de su oído a la vez aparto con cuidado su cabello la llamo; - Zirel, Zirel despierta...vamos amor contéstame- pero ella está totalmente inconsciente. Las mamás y algunos padres se acercan... me hablan, pero yo me encuentro embotado los miro...pero no reacciono hasta que Juana la portera me dice;
-Señor Lang, ya llamamos a la ambulancia y la maestra mantendrá a Iba en el salón hasta que la ambulancia retire a su esposa, no quieren que Iba la vea así...-
La observo, pero no respondo...me encuentro shokeado hasta que ella me vuelve hablar;
-Señor Lang quiere llamar a alguien para que venga por su hijo- me dice mientras me acerca un móvil.
Tomo el móvil y llamo a Sara le cuento lo necesario para tenerla al tanto y le pido que venga por Iba y que también llame al papá de Zirel, corto la llamada y devolviendo el móvil agradezco a su dueña. Algunos de los padres quieren girar a Zirel y no se los permito argumentando que el cuerpo no debe ser tocado hasta que los paramédicos coloquen los artefactos de protección para evitar cualquier agravamiento de las heridas, agachado y mientras beso la mejilla de mi esposa le susurro; - ya viene la asistencia, resiste bonita, resiste...te amamos y mucho- también oro en su oreja (para que sea algo entre ella, yo y Dios) La ambulancia se estaciona y una vez que el médico asiste a la paciente la suben al vehículo para transportarla al hospital, yo por mi parte me monto en mi auto y voy detrás de ellos, porque no me permitieron ir junto a ella. Llegamos, entramos por guardia, a Zirel la introducen en una sala y cerrando la puerta me dejan del lado de afuera con la frase; -espere allí...hasta ser llamado-
Mi móvil comienza a sonar...primero Miguel que en unos minutos estará llegando, luego papá para saber cómo sigue todo y que Iba se encuentra en su casa con mamá y que todo por allí está bien. Solo le respondo que lo único que sé es que Zirel; gracias a Dios está viva y la están asistiendo en cuanto sepa algo lo llamo. Termino de hablar con papá, llamada entrante de Gabriel, lo atiendo Isaac le había contado lo sucedido y me llama para decirme que en media hora estaría llegando, había suspendido a una paciente para venir a estar conmigo, le agradezco y corto la llamada y luego de mandarle un audio a Juan, contándole lo sucedido, decido por el momento no atender ningún número más salvo que fueran mis padres, Miguel, Juan o mi amigo.
Apoyado sobre la pared y con el ánimo por el suelo oro con mi mente al único que puede darnos fuerza en un momento así, a Dios.
-Ibrahim, alguna novedad!!- pregunta mi suegro mientras se acerca a mí.
-no Miguel, por favor trata de ver si te permiten entrar y así poder saber algo más...-
-no te preocupes...enseguida vengo, voy a ver a Zirel y te aseguro que te voy a traer noticias...-
-Gracias suegro!!!-
Perdida mi mirada en un punto fijo de la pared pienso en lo incierta que resulta la vida muchas veces. Puedes pasar en un instante de estar bien a uno totalmente horroroso, como el de ahora...o como también de estar festejando un nacimiento y al instante recibir la noticia del deceso de un ser querido por circunstancias ridículas como por un accidente automovilístico o por bronco aspirarte con la comida...en fin...cualquiera sea la situación es todo vanidad y aflicción del espíritu. La Palabra de Dios dice; -y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayuda a bien...- cómo puede una muerte...o la noticia de un cáncer...o cualquier otro acontecimiento terriblemente negativo ayudarte a bien...pero quién soy yo para juzgar la Santa Palabra, como ella también dice; sea Dios veraz y todo hombre mentiroso- y aunque me permito por un segundo cuestionarla...tengo la certeza en lo muy profundo de mi ser que este tiempo tan amargo sacará algo bueno, como también lo fue aquella vez que enviudé. -¡Gracias Señor porque tú me darás las fuerzas para superar lo que sea que suceda!!!-
-alguna novedad...!!!- dicen al unísono Juan y Gabriel que vienen juntos acercándose a mí sacándome de mis pensamientos.
-Hola...no, por ahora no sé más de lo que ya les he dicho...- corto la oración al ver salir por la puerta a Miguel y al doctor, me adelanto con premura a mis amigos y acercándome a ellos con la mirada les hago saber que espero su diagnóstico.
-Señor Ibrahim soy el doctor Altamirano (me estrecha la mano) su esposa se encuentra estable, no hubo hemorragias internas, se encuentra por el momento dormida...hicimos estudios, que arrojaron que su cerebro no ha sufrido ningún traumatismo severo, ahora debemos esperar que despierte. -
-muchas gracias doctor!!!-
Al instante que el doctor se marcha le hago seña a mi suegro que pasaré a ver a Zirel, él asiente con la cabeza que lo haga que no habrá ningún obstáculo. Entro a la habitación, mi esposa acostada en esa cama impoluta se haya completamente dormida, conectada a un aparato que indica el funcionamiento interno de su cuerpo. Beso su mejilla...acaricio su cabello y abrazándola le digo cuanto la amo y que todos esperamos que despierte lo antes posible... oro al Sanador y autor de la vida (Cristo)...y al instante que termino la enfermera me pide muy amablemente que ya es momento de que me retire de la sala. Beso en la frente a mi esposa y con el peso de la angustia que me envuelve, pero también con la esperanza de la vida me voy para ir a ver a nuestro hijo y ver de qué forma le diría lo acontecido (porque una de las cosas que le pedí a mis padres fue que yo personalmente le diría a Iba lo del accidente).
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72 horas
RomanceIbrahim Lang es un joven empresario, autosuficiente y ateo. Ella, Zirel Smith es una joven cristiana que su vida gira alrededor de su padre, su amigo Juan, la iglesia y sus estudios. Una catástrofe hará que sus vidas se cruzen...se conocerán, se ena...