Capítulo 48 -mi primera noche con Ibrahim Lang-

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Zirel

Estamos sentados a la mesa terminando de cenar ambos pedimos pastas, bebidas...nada con alcohol, la banda toca música instrumental que le da al ambiente un toque especial, ni hablar de la brisa que viene desde el río cargada de la fragancia de las flores que se asoman desde unos arbustos que hacen de medianera, la noche estrellada nos hace de techo y la luna magníficamente impoluta mira a los amantes dándole a esta velada ese toque romántico infaltable. Durante la cena con mi esposo hablamos de nuestro hijo, a pedido mío él me contó sobre nosotros, una situación vivida que no había sido contada antes; una situación en la empresa con el abogado...celos...lluvia...sorpresas gratas...

El mozo retira los platos, Ibrahim pide dos cafés uno para cada uno, me voy deslizando sobre mis glúteos hasta quedar pegada a él. Nos abrazamos y en esa posición contemplamos el horizonte, el río, el cielo nocturno y los astros. Escuchar el sonido de su corazón y sentir su pecho elevarse en cada respiración, me fascina. El mozo nos trae el café, luego de separarnos comenzamos a beberlo sin decir nada. La vocalista de la banda se hace presente y nos cuenta el tema a cantar; " Mad about you".

La melodía comienza a rodar...es hermosa...

-vamos a la pista...-

-claro...-responde él con un aire complaciente.

Ibrahim se levanta primero y luego yo, me toma de la mano y ambos caminamos hacia nuestro destino, llegamos él me ciñe por la cintura... yo cruzo mis brazos por detrás de su cuello y comenzamos a movernos lentamente al compás de la canción, acerco mis labios a los suyos a tal punto que los rozo, nuestro aliento se entremezclan...huelen a dulce y a aroma de café...mi esposo me aprieta con fuerza acercándome más a él y yo...yo no quiero esperar...y asalto esos labios... nos besamos recatadamente.

Acerco mis labios a su oreja y le susurro;

-hasta cuando estaremos así-

-qué quieres de mí Zirel...- sentir su aliento y sus labios rozando la piel de detrás de mi oreja hacen que mi piel se ponga de pollo...una corriente de sentimientos exquisitos recorre todo mi cuerpo.

-tú sabes bien lo que quiero...lo mismo que tú-

-Dime que quieres...solo tienes que pedirlo y te lo daré...- su voz suena tan dulce y sensual que siento que me desarmo.

-Quiero que me hagas el amor...- ahora mi voz suena profundamente cargada de pasión.

El me mira con esos ojos especiales y profundos que en este momento me hacen vibrar...más que nunca. Esa mirada me dice que quiere que exprese con más profundidad mi deseo...

-quiero que me hagas tuya...-

-tú ya eres mía, como yo ya soy tuyo...dime bonita...-

Uff, uff...este hombre me está llevando a un estado de excitación con las cosas que me dice y como me las dices...que no me quiero imaginar cómo me pondré cuando lleguemos al acto en sí.

Freno la danza, fijando mi vista a la suya y apretando mi mano bien en la parte de atrás de su cuello, digo;

-quiero sentirte dentro de mí...llévame a nuestra cama...-

Él me observa y muerde sus labios húmedos...

-eso te basta...o necesitas que utilice un lenguaje soez...-al terminar esa frase, Ibrahim me abraza con tenacidad logrando así que quede bien pegada a su pelvis y me besa descontroladamente, nuestro beso es completamente apasionado, eufórico, demandante y con una carga sexual que nos descontrola por completo. Al terminar el beso, no hace falta decir palabra alguna, él me lleva hacia la mesa tomándome de la mano y agarrando mi cartera nos encamina hacia el auto, una vez dentro del vehículo, le digo;

72 horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora