Capítulo 6 -Enlace-

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¡¡¡Aquí me encuentro preparado para realizar el acto más loco de mi vida, ese que creía que jamás haría, casarme...y esta forma de hacerlo sí que es muy inusual, no solo por el lugar de nuestra boda sino la forma en que nos conocimos...el tiempo...en fin ella me lleva a la locura!!!

A pesar del calor que hace en este lugar después de acondicionar un poco el traje me lo puse completamente, me lavo la cara en la pileta del baño y mojo mi cabello lo tiro hacia atrás para lucir lo mejor posible para ella. Zirel suelta su cabello, es lacio desde la raíz, pero termina en grandes ondas al final y le llega hasta los codos, está tan bella...se encuentra descalza, saca un cordón de una de sus zapatillas para pasar mi anillo por él y así poder colgárselo al cuello cuando acepte mi pedido de ser mi esposa. Miro mi reloj marca las 10 p.m. ambos nos encontramos parados y enfrentados a un metro de distancia, le pregunto si está lista, me responde que sí con un gesto de rostro, me acerco a ella y tomándola de las manos y sin sacar mis ojos de los de ella le pregunto si quiere ser mi esposa, en las buenas en las malas...bla, bla, bla, cuando termino ella responde que sí, entonces coloco el cordón con mi anillo en su cuello cuando termino, ella me hace la misma pregunta y cuando termino de darle el sí ahora ella coloca su cadena con la cruz en mi cuello y al final me dice;

-lo que unió Dios no lo separe el hombre, felicidades Ibrahim Lang ahora eres un hombre casado y yo Zirel Smith soy tu esposa!!-

Los ojos de Zirel comenzaron a recorrer de mis ojos a mis labios una, otra y una tercera vez, a lo cual le digo; -no hagas eso-

-por qué? - pregunta ella mientras sonríe

-porque querré besarte hasta el cansancio!!-

-y por qué no lo haces...acaso no somos esposos!!-

La tomo por la cintura y trayéndola hacia mí la abrazo y tomándola por la barbilla levanto su rostro y mirándola a los ojos le digo;

- ¡claro mi luna! Y luego la beso, sus labios carnosos se unen a los míos y después de unos segundos se abren permitiéndome incursionar en el interior de su boca, nuestras lenguas desenfrenadas se gozan de una forma pasionalmente feroz, nuestra respiración comienza a ser más profunda e irregular, luego de separarnos porque necesitamos más oxigeno hago un paso hacia atrás y comienzo a retirarme la ropa hasta quedar totalmente desnudo, siempre sin sacar mi mirada de la de ella, me quedo parado...y la observo mientras ella hace lo mismo, recorro su cuerpo con mis ojos cargados de pasión; su cuello exquisito me lleva a sus senos que son jodidamente hermosos, su abdomen...me transporta a su intimidad...sus glúteos la locura, sus piernas...fibrosas...perfectas. Su piel dorada me deslumbra por completo. Lamo mis labios y tomándola de ambas manos la traigo hacia mí, nos besamos profundamente para luego acostarnos ella con la espalda sobre el suelo y yo me coloco de costado, acaricio su rostro para luego bajar a su cuello de ahí seguir a su seno...la beso me enciendo, me encuentro totalmente excitado...ella también... la erección no se tarda, acaricio sus partes más íntima con delicadeza (su cuerpo me dice que está, lista para mí), no quiero cohibirla, deseo que disfrute y goce como yo lo estoy haciendo y luego de besarla tiernamente, le pregunto mientras nuestras miradas se encuentran alineadas;

-Estás lista amor!!-

Zirel me responde que está lista (para entregarme su tesoro carnal más preciado; su virginidad) con un susurro mientras besa mis labios, comienzo a entrar lentamente en su interior ella por momentos gime...de un dolor aceptable, apetecible...lo sé porque cuando freno para no provocarle esa molestia, ella me besa y tomándome por los glúteos presionándolos me indica que siga, una vez que me encuentro completamente dentro de ella, el calor de su cuerpo me envuelve por completo, me excito aún más y comienzo a moverme primero lentamente y a medida que nos encendemos en una llama de pasión...locura...amor mis movimientos son más ligeros, saber que con cada uno de ellos la hago mía me lleva a un estado de frenesí, ambos gemimos de placer y cuando terminamos aun con la respiración acelerada y tomándola del rostro solo puedo decirle;
-te amo pendeja boba, te amo con locura, tu Dios debería castigarte por haberme echado un embrujo, quién diría que yo Ibrahim Lang me enamoraría perdidamente.-

72 horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora