Zirel Smith
Quiero despertar y no puedo...es como si fuera que estuviera pasando una parálisis de sueño...quiero abrir mis ojos pero estos no responden a la orden cerebral, ni hablar cuando intento mover mi cuerpo...me siento encerrada en mi propio envase, trato de mantener la calma...escucho voces hace tiempo...la de Miguel, Teresa, Juan, Ibrahim...y otras que no reconozco, quiero hablar...pero me es imposible me encuentro cautiva en una especie de trance...por qué no escucho la voz de Iba...acaso estoy de nuevo yaciendo en una cama del sanatorio...-hay no por favor Dios mío...otra vez no...ayúdame a poder despertar...mejor dicho a poder controlar mi cuerpo y levantarme de esta cama...-
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Luego de volver a despertar, no sé el tiempo que llevé dormida, intento abrir mis ojos, juntando toda la energía que me es posible intento abrir mis párpados...lo logro con no mucha facilidad, pero estos se cierran ante la luz que se infiltra en mis ojos y los quema, luego de parpadear varias veces logro contener la mirada, mis parpados al fin cedieron, quedándose retraídos, observo el techo que me protege, blanco con luces opacas, como puedo giro mi rostro para observar más el lugar, una lágrima cae de mi ojo más débil al darme cuenta que estoy en una sala del sanatorio, mis miembros no responden...quiero mover mis brazos y no hay caso, apenas puedo arrastrar la mano tan solo unos centímetros y levantar mi dedo índice es todo un triunfo, muevo mis labios resecos pero el sonido no sale; -uff en dónde quedó mi energía- me pregunto mientras otra pregunta asalta mi mente;
-y ahora qué fue lo que te sucedió Zirel Smith- repaso mis pensamientos y suspiro como acto de alivio al darme cuenta que mi memoria no fue alterada como otras veces, acaso ya habré tenido a Eva y es por eso que me encuentro aquí...
Escucho que la puerta del cuarto se abre...puedo ver dos cuerpos; uno parece ser el de la enfermera y el otro un fisiatra, por qué deduzco esto porque están hablando sobre mis ejercicios...ella le reclama a él que deberá esperar a que me higienice y él responde que no se tarde porque ya se encuentra atrasado con las visitas. Lo que más me extraña es que esas voces son inconfundibles...es la voz de Tere y la de Juan...si tan solo se dieran vuelta no solo podrían apercibirse que he despertado. sino que también podría ver sus rostros...mis ojos se abren de una forma extremadamente inusual cuando puedo ver sus caras de lleno cuando ellos giran ambos para venir hacia mí, me pregunto por qué Teresa está vestida de enfermera y mi amigo de kinesiólogo, quiero hablar...mis labios se mueven, pero no emiten sonido alguno. En cuanto dejan de discutir, ella mira hacia mi rostro y vuelve su mirada hacia la de él, pero al instante vuelve hacia mí y comienza a gritar;
-Juan, Zirel despertó...tiene sus ojos abiertos-
-Zirel...has despertado...-
Ambos se encuentran en una especie de asombro generalizado, acercan sus rostros bien hacia el mío, sus ojos se ven extremadamente enormes, parpadeo para darles una señal de que los escucho, pero no me salen las palabras, la enfermera sale corriendo para buscar más asistencia, mi amigo se queda y mientras acaricia mi brazo bajo una mirada fija por parte mía dice;
-sabía que no ibas a dormir por siempre...que algún día despertarías...gracias Señor por este regalo!!! (él sonríe para luego cubrir sus labios con sus manos como signo de alegría y asombro) como se pondrá el doc cuando se entere...-
Después de eso la habitación se llenó de médicos y enfermeros, todos venían para verme...ni hablar cuando entró Miguel...sus ojos parecían las cataratas del Niágara de tantas lágrimas que brotaban de ellos. Estoy confundida...feliz por ver la reacción de las personas que me rodean...ni hablar de papá, pero por qué mi esposo y mi hijo no se encuentran aquí...y mis suegros...algo no está bien...una sensación extraña...amarga se cruza en mis pensamientos para quedarse atrapada en ellos...necesito poder hablar, tan solo así podré saber...qué es lo que me sucedió...y en dónde se encuentra el resto de mi familia. Antes de terminar la noche, se presenta ante mí Gabriel...me dice que él será el psicoanalista que me ayudará a transitar esta nueva etapa de mi vida...pero será una vez que ya pueda comunicarme. Quiero gritar de la frustración, ninguno de los que me vinieron a ver, ni siquiera Miguel dijeron una palabra sobre mi presencia aquí y ni hablar de Ibrahim, Iba y Eva sus nombres no fueron nombrados en ningún momento.
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72 horas
RomanceIbrahim Lang es un joven empresario, autosuficiente y ateo. Ella, Zirel Smith es una joven cristiana que su vida gira alrededor de su padre, su amigo Juan, la iglesia y sus estudios. Una catástrofe hará que sus vidas se cruzen...se conocerán, se ena...