El diagnóstico del neurólogo no fue tan alentador, por el historial de Zirel...su pérdida de memoria en el primer accidente y ahora el de este, es muy probable que nunca recuerde nada...de lo que vivimos esas setenta y dos horas debajo de los escombros, y tampoco recuerde su vida después de eso...el embarazo de Iba, nuestro casamiento...en fin gran parte de su vida puede quedar sepultada en lo más recóndito de su memoria. Me sugirió tener paciencia...y por sobre todo mucho amor para poder afrontar esta nueva etapa en nuestras vidas. Agradezco a Dios que ella aceptó venir a vivir con nosotros, la primera noche le propuse que si quería podría irme a dormir a un cuarto que tenemos de más, pero ella dijo que no era necesario, lo único que no pretendiera que tuviéramos relaciones sexuales...y esas cuestiones... porque, aunque sea doloroso su dicho, para ella yo solo soy por el momento un desconocido... Con Iba se lleva estupendo, eso de ser mamá también lo maneja muy bien, aunque a veces se siente desbordada y conmigo... hace su mejor esfuerzo (para ella no es fácil...le cuesta procesar esta nueva vida... se supone que se fue a dormir con dieciocho años y despertó, casada y con un hijo) la primera semana fue un poco rara...pero de apoco nos vamos adaptando; que bueno que hemos atrasado la mudanza a nuestra nueva casa, el vivir en el departamento de soltero nos permite contar con la ayuda de mis padres casi al instante por estar tan solo a unos metros. Luego que mi esposa despertara del coma, la primera semana permaneció en el Sanatorio por rutina, yo la visitaba solo, por las mañanas, después de dejar a Iba en el colegio, ese tiempo a solas nos sirvió para poder ponerla un poco al día, mostrar fotos...contar como nos conocimos, claro que la historia que conté fue la de nuestro segundo encuentro, lo que ella no entendía porque cuando nos casamos, nuestro hijo ya tenía cuatro años, le expliqué que simplemente fue porque nos habíamos casado por civil y cuando yo decidí ir a la iglesia lo hicimos por ese medio, sorprendentemente eso le alcanzó; porque no cuestiono más sobre ese tema. Por las tardes íbamos con Iba (después de recogerlo del colegio) y merendábamos los tres juntos en el buffet del Sanatorio.
Con mis padres tiene química y se lleva de maravilla con Sara, con Juan...bueno es su amigo del alma, se ven casi todos los días, a su casa paterna va todas las tardes después del mediodía, quiere estar entre sus "cosas"; al día siguiente de pasar la primera noche en casa, fue para la casa de su padre a buscar ropa, porque acotaba que la que tenía en el placar, era muy del estilo de su mamá, y estaría más cómoda con sus jeans, borcegos, vestidos, camisas, etc. El tema trabajo por ahora está postergado, está feliz de saber que se recibió de traductora, pero no le sorprende. Dos veces a la semana retiran ella y Miguel a Iba del colegio y yo los voy a buscar por la noche, cenamos los cuatro y luego vamos a casa.
Mi amigo Gabriel es su terapeuta, aunque es poco profesional porque Zirel es como su hermana, ella al instante de verlo lo reconoció como un ser muy cercano...no recuerda cuando se hicieron amigos, pero en su interior ella sabe que son muy allegados, por lo tanto, quiere que él sea el que le ayude con la terapia.
Después de tanto tiempo nunca antes había hablado a la distancia tanto con mi amigo Yilmaz, es que después de tres semanas del despertar de mi esposa, me pesa tanto el que ella me trate con tan poco afecto...es amable y cordial...pero deseo tanto besarla...hacerle el amor, ser cómplices en todos los aspectos de la vida...a veces me atormenta la idea de que pudiera enamorarse de otro...mi amigo me alienta con la Palabra y me sugirió del por qué no la enamoro de nuevo...si ya lo había hecho dos veces, sin saberlo...por qué no hacerlo una tercera vez...entonces eso me dio aliento para comenzar con la tarea fina de; cortejar a mi mujer.
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Zirel
Mi cabeza parece una coctelera, siento que todo gira a mi alrededor, cuando logro sentarme en la cama entiendo que estoy en un sanatorio; -por qué será me pregunto...anoche me fui a dormir...y todo estaba bien, salvo que al otro día tenía un examen de matemática bastante difícil...uff que habrá pasado...tengo que llamar a Juan para saber qué dijo la profesora al no presentarme, espero tenga consideración por este percance- , busco mi móvil para llamar a Miguel y preguntarle qué sucedió...como no lo encuentro, tomo el botón para llamar a enfermería...pero no lo hago porque entra a la habitación un pequeño, es tan hermoso y risueño...se acerca a mí y abrazándome me dice de cuanto me extrañó; por mi parte opto por seguirle la corriente, le devuelvo el abrazo...es que su voz y sonrisa son tan peculiares...atractiva. Me dice mamá...no lo contradigo...no sé el por qué...quizás sea porque no quiero romperle el corazón cuando sepa que yo no soy su mamá, está confundido...pero no lo parece...en fin que se yo...no quiero cortarle la alegría que tiene. Comienzo a contarle un cuento, él me presta atención...se lo ve expectante por la historia...que lo atrapa por completo, por el rabillo de mi ojo veo a alguien parado al lado mío, giro la cabeza y levanto la vista para ver mejor, es un hombre...alto y apuesto. Se encuentra totalmente emocionado...el niño también...luego de preguntarle por qué se encuentra aquí, comienza una serie de respuestas y actitudes por parte de él que me asustan por completo, primero su manera de llamarme -bonita -luego su intento de besarme...me dice cosas irreales...dice que soy su esposa...me pongo realmente tensa, aprensiva...esto no me gusta para nada. El no desiste de su parlamento, y tomándome por los brazos con un movimiento enérgico me eleva colocándonos cara a cara...sus ojos son tan profundos...como un océano lleno de expectativas con trazas de temor y alegría a la vez, como no respondo conforme a su deseo...realmente no entiendo nada de nada, él no desiste de afirmar que soy su esposa y yo por mi parte que no lo conozco. Esto se está tornando feo, comienzo a forcejear para que me libere, grito, pataleo, él me sienta en la cama, trata de contenerme, pero aun así yo sigo como loca...llamo a Miguel para que venga a rescatarme de este sujeto que dice ser mi esposo y ese niño bonito que se supone es nuestro hijo, como podrían serlo si yo estoy cursando el último año de preparatoria y además que yo sepa nunca me he casado, él no entiende, aunque traté de explicarle...él sigue afirmando semejante locura...- ¡yo casada y con un hijo!-. Por fin entran a la habitación mi papá y personal del sanatorio, me dan un calmante...ellos salen...Ibrahim... si mal no recuerdo y su hijo. Miguel y el doctor me dicen lo del accidente...pero lo que más me temía me fue confirmado por ellos, ese hombre de ojos color mar es mi esposo y el niño mi hijo. Necesito dormir...sí, eso me hará bien y luego de decirle a Miguel que al día siguiente hablaría con ese sujeto...me entrego en un intento desesperado de ver si en lo más profundo de mi mente pudiera recordar todo eso que ellos no dejaban de repetir...vida de casada...que Dios me ayude a recordar porque si no fuere así todo esto vendrá a ser realmente un gran desafío.
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72 horas
RomanceIbrahim Lang es un joven empresario, autosuficiente y ateo. Ella, Zirel Smith es una joven cristiana que su vida gira alrededor de su padre, su amigo Juan, la iglesia y sus estudios. Una catástrofe hará que sus vidas se cruzen...se conocerán, se ena...