72 horas

Capítulo 30 -aflora una verdad-

Ibrahim

Un mes se ha pasado desde el accidente, Zirel sigue en coma...los médicos no saben a ciencia cierta cuándo despertará, pero sí nos han asegurado que su cerebro no presenta daños...Todos los días venimos con Iba para verla, cuanto agradezco a Dios la forma tan natural y nada traumática con la que se tomó Iba la noticia del accidente y verla a su mamá así...en esa cama, conectada a toda esa aparatología...para él solo es como una dolencia más, a la que hay que esperar que sane. Juan acaba de llevarse a Iba a pasear y yo me encuentro en el buffet del sanatorio, esperando a Miguel que vendrá a tomar un café conmigo después de ver a un paciente.

Veo entrar a Miguel levantando el brazo le hago seña, cuando me ve, se encamina hacia mí;

-buenas tardes suegro- saludo. Tomamos un café y luego de charlar sobre el tratamiento de mi esposa él dice;

- Ibrahim agradezco tanto a Dios de tenerte como familia, gracias a ti y tus padres se me hace más llevadero todo esto, una vez tuve que afrontar solo, bueno esa es una forma de decir porque la iglesia me apoyó en esa oportunidad, el coma que tuvo Zirel por nueve meses...-

-Zirel estuvo nueve meses en coma...y por qué fue...cuándo...- pregunto totalmente asombrado.

-Fue en diciembre de 2015, ella se encontraba en el shopping en donde hubo una fuga de gas y desencadenó una terrible explosión, luego de tres días los rescatista la encontraron bajo los escombros...(por un momento él se queda tildado, pero luego sigue) pensaron que estaba muerta...cuando fui a reconocerla a la morgue, allí me di cuenta que respiraba...débilmente pero respiraba...luego de que un grupo de profesionales la asistieran Zirel quedó en coma sin saber cuándo despertaría...y además embarazada...ella nunca hasta el momento recuerda nada sobre esos días...allí debajo de los escombros y menos con respecto a su embarazo. Pero cómo es posible que no lo supieras... (al instante él mismo se responde) claro que te lo va a contar si para ella todo eso fue muy traumático...-

Estoy totalmente absorto, durante su relato mi mente iba completando la imagen de mi mujer...de luna...esa imagen que tan solo era de un rostro difuso y solo sus ojos y perfume eran tan reales que fueron mi ancla durante mucho tiempo...Zirel era la joven del shopping...mi esposa...mi corazón parece que se fuera a salir del pecho, late a toda velocidad por la noticia revelada...Zirel fue mi primera esposa...Iba es mi hijo. Mis ojos se agrandan de la emoción y comienzan a despedir lágrimas de alegría por un misterio resuelto. Lamiendo mis labios y tomando a mi suegro de las manos comienzo a relatarle toda la historia de cómo conocí a mi primera esposa...él se quedó pasmado ante la información. Al finalizar agradecimos a Dios porque, aunque algo terrible había pasado de eso...algo muy bueno había salido...la verdad sobre esa etapa de nuestras vidas. Zirel nunca quiso hablar mucho sobre la cuestión del padre de Iba y yo por mi parte tampoco quise indagar, con lo poco que sabía me alcanzaba y además con respecto a mi primera esposa ella nunca preguntó y yo no deseaba hablar de ello. Salimos con Miguel hacia su casa a buscar la caja en donde Zirel guardaba la camisa y el anillo que tenía cuando la rescataron, esa caja había quedado en el placar de su habitación. Sentado en la silla de la cocina, Miguel me entrega la caja, con mis manos apoyadas sobre la tapa de esta, respiro profundo y miro a mi suegro para luego abrirla saco lentamente mi camisa...imágenes de ese día asaltan mi mente...ella, yo...poniéndole la camisa antes del derrumbe...tomo el anillo familiar, lo coloco en mi dedo y llevándome la mano a la cara lo beso para luego llorar profundamente, mi suegro me abraza.

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Llegamos a casa, Batata y Life vienen a recibirnos con sus colas enloquecidas de felicidad, Miguel se sienta en un sillón de la sala en eso yo subo a mi cuarto a buscar la cruz que me había dado Zirel en el shopping. Cuando se la muestro a mi suegro ahora sus ojos son los que emiten lágrimas de emoción y comienza a llorar...lo abrazo y una vez que nos sentimos en condiciones vamos hacia la casa de mis padres para darle las buenas nuevas...siempre fue y será ella Zirel mi esposa y que personita más preciosa había surgido de ese primer amor...Iba mi hijo salido de sus entrañas y de las mías. En la mansión Lang reinaba la alegría y la gratitud por semejante descubrimiento. Suena el timbre...Juan viene entrando junto a Iba luego que mamá les abriera, me encuentro sentado en el sillón del living, me paro al verlos entrar mi hijo cuando me ve viene corriendo hacia mí, lo levanto con tanta alegría y emoción que siento que me voy a desmayar. Lo beso por todos lados, el por su parte no solo se deja, sino que no protesta como otras veces, al darme cuenta que ya es suficiente por hoy lo bajo con cuidado, él toma mi mano y cuando ve el anillo de sello, dice;

-por fin papá te lo pusiste, me preguntaba por qué mamá no te lo daba!!-

Miro a mis padres y suegro...mientras pienso que le voy a contestar, Iba vuelve a hablar;
-Papá no te preocupes estoy bien, desde el momento que te vi supe que eres mi papá...-

-cómo es eso...que siempre supiste que soy tu papá...le dijiste alguna vez algo a mamá...-

-Hay papá muy fácil El me lo reveló (señala con el dedo índice hacia arriba, refiriéndose a Dios) a mamá y a ti nunca les conté nada porque los grandes no entienden algunas cosas...como ahora que yo sé muy bien que mamá pronto despertará. -

Al terminar Iba con una sonrisa y ese espíritu que tienen los niños de su edad se pone a jugar con sus mascotas. Yo por el contrario me quedo totalmente con la boca abierta por ver como mi hijo se toma las cosas tan naturalmente y ni hablar del resto de los que se encuentran en la sala. Mientras Miguel pone al día a Juan con las nuevas noticias yo por mi parte saco a Iba al parque y mientras caminamos, le cuento la historia de amor entre su madre y yo.