Ibrahim
Miro la hora en mí reloj de muñeca marca las 9 p.m. la tarde se fue en un suspiro, a pesar que las estrellas invaden el cielo oscuro los últimos rayos de sol desaparecieron tan solo unos minutos atrás, la brisa nocturna es sumamente calurosa, salgo de la piscina, para ir a tomar una ducha, debo prepararme para ir al boliche en donde estará Zirel. Termino de vestirme, y yendo hacia el Jeep junto a Life, suena mi móvil y antes que pudiera atender la llamada se corta...intento comunicarme con mi esposa, pero me es imposible, no me altero en unos minutos estaré donde se supone que ella debiera estar. Llego a Apolonia, así se llama el boliche bailable, estaciono y dándole la orden a Life que me espere en el Jeep voy hacia la entrada que se encuentra colmada de hombres y mujeres que hacen fila para poder entrar, para mi sorpresa en la puerta sigue estando el mismo guardia de seguridad que solía estar cuando yo frecuentaba este lugar...siglos atrás... Sergio me ve y con una enorme sonrisa dice mi nombre canturreándolo y me indica que vaya hacia donde se encuentra él. Luego de saludarnos y sin preguntar ningún motivo de mi presencia allí levanta la cadena de seguridad para que ingrese al salón, agradeciendo verbalmente para luego darle una palmada amistosa en su hombre ingreso; el lugar esta atiborrado, a medida que me voy adentrando al interior con mi vista busco a Zirel, no la veo por el momento, ya casi en el corazón del lugar puedo divisar a unos pocos metros de mí a Julies bailando desenfrenadamente junto a un muchacho, girando mi cabeza sigo buscando...puedo ver a Carlos que se encuentra cerca de la salida abrazando a una mujer, ella luego de sacárselo de encima, se ve que no le gustó para nada su forma avasallante de saludarla por sus movimientos esquivos, pienso; -que bueno que no es mi esposa...esta joven lleva cabello corto y un vestido...realmente a pesar de no ver su rostro porque se encuentra de espalda, se puede apreciar que es una mujer atractiva, por dónde andarás Zirel...- en ese preciso momento que estoy por ir a la zona de los baños, veo como Carlos está por salir del salón junto a la joven, ella gira su rostro para mirar hacia atrás, fijo mi vista y no puedo creer lo que veo, esa mujer es Zirel; -cómo puede ser posible que ella se haya cortado el cabello así...no es que le quede mal...al contrario le queda particularmente genial, y ese vestido...- dejo de pensar en voz alta y como una flecha bien apuntada me dirijo hacia ellos, me encuentro bastante molesto por no decir rabioso, como puede ser posible que ese pusilánime sea tan descarado de abordar a mi mujer así, su rostro luce tan cargado de lujuria, aprieto mis dientes de la furia que me envuelve, la gente se me cruza en mi camino haciendo mi salida más lenta. Una vez afuera puedo ver como ellos suben a un auto y se marchan, con un caminar ligero voy hacia mi auto y una vez arriba arrancando salgo a toda marcha. Tomo el camino que va hacia la casa de Miguel, calculo que estará llevando a Zirel hacia allí, luego de hacer unas cuantas cuadras puedo divisar el vehículo, me altero aún más cuando me apercibo que Carlos toma otro camino y sin pensarlo dos veces pasando el cambio del auto y apretando el pedal del acelerador me adelanto al vehículo de Carlos y cruzando mi Jeep en medio de la calle bloqueo su camino provocando así que él frene de golpe. Me bajo del auto estoy hecho un huracán gravedad diez, voy en un andar ligero hacia la puerta de Zirel y con voz de mando le ordeno a Carlos que quite la traba de la puerta y una vez hecho la abro y con un rostro no muy amable y voz fuerte le pido a mi esposa que baje del auto, y a la vez le pregunto si se encuentra bien, le quito el cinturón de seguridad a pesar de que ella me dice que se encuentra bien me doy cuenta que no solo esta aturdida sino que cuando la ayudo a salir su aliento huele a dulce con una leve fragancia a alcohol, ella apenas puede mantenerse en pie, justo cuando está por realizar el segundo paso se desploma cayendo de rodillas en ese instante el cobarde de Carlos se marcha a todo velocidad, ahora no tengo tiempo de arreglar cuentas con él, su tiempo de vérselas conmigo llegará, en este momento tiene prioridad mi esposa que por lo que puedo apreciar su estado es de una borrachera fatal. Ayudo a Zirel a levantarse del suelo y cuando logra ponerse de pie, vomita viniendo a parar la mayor parte del vomito sobre mí, trata de limpiarme con sus manos y la situación se convierte aún en un caos peor, la llevo hacia el Jeep, abro la puerta del acompañante también retiro de adentro una botella de agua y la vierto en parte de la ropa de ella, sus manos mi ropa y mano, cuando termino la ayudo a sentarse, una vez bien acomodada en el asiento le coloco el cinturón de seguridad, y cerrando la puerta voy hacia mi lugar, estando arriba del auto no digo nada, estoy muy molesto y podría decir cosas muy hirientes de las cuales seguro más tarde me arrepentiré. Ella no para de pedir perdón, a Dios, a mí, a su padre, a mis padres a Iba...en fin su estado emocional es un conjunto de culpas, decisiones erróneas y alcohol, un combo deplorable. Me pide no ir a casa, prefiere ir de su papá, argumenta que no quiere ser vista por mis padres en este estado. Haciendo caso vamos de Miguel, en el camino Life lame su brazo en señal de consuelo porque Zirel por momentos llora por su situación. Una vez adentro de la casa la levanto entre mis brazos y la llevo a la que era su habitación de soltera, una vez que la coloco sobre el suelo sale disparando al baño para seguir vomitando, al terminar quedada tendida en el suelo. Bajo a la cocina y tomo una bolsa para residuos, subo al baño y comienzo a desvestirme una vez que vacío los bolsillos de mi pantalón los coloco en la bolsa junto a la camisa, Zirel me cuestiona del por qué, de mi acción a lo cual le respondo que todo lo que tocó el vómito irá a parar a la basura inclusive su vestido, ella acota que esa prenda es de Julies no contesto nada porque sé que mis palabras para nada serán amables...una vez desnudo me coloco una toalla alrededor de mi cintura y preparo el baño para Zirel, luego la tomo a ella y al terminar de dejarla completamente desnuda la ingreso a la ducha, comienzo a bañarla porque ella está totalmente inoperante, la ayudo a lavarse los dientes, una vez lista la llevo a la cama y luego de colocarle un camisón la acuesto. Life se recuesta al lado de ella sobre el suelo. Zirel me suplica que no la deje sola, luego de asegurarle que no me iría, paso al baño tomo una ducha de agua lo más fría posible necesito bajar la calentura que me aborda cada vez que viene a mi mente la imagen de Carlos y Zirel, de como la tomo por la cintura y trató de disfrutar de su cuerpo en el boliche. Termino de bañarme, busco en la habitación un short y una remera que habían quedado allí de una vez que fuimos a quedarnos en la casa cuando mi suegro salió de vacaciones, una vez listo, ordeno el baño y saco la basura a la calle. Voy al parque me siento en un sillón que se encuentra debajo de un paraíso y cerrando mis ojos le pido dirección a mi Dios; cómo actuar ante todo esto, me despojo de toda ira, enojo, frustración y ruego que me llene aún de más amor sobre todo cuando llegue el momento de hablar con Zirel sobre lo acontecido...no quiero dañarla, pero tampoco esto pasará por alto, ella deberá tomar una decisión porque yo ya la he tomado. Ahora depende de ella con lo que irá a pasar con nosotros a partir de ahora.
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72 horas
RomanceIbrahim Lang es un joven empresario, autosuficiente y ateo. Ella, Zirel Smith es una joven cristiana que su vida gira alrededor de su padre, su amigo Juan, la iglesia y sus estudios. Una catástrofe hará que sus vidas se cruzen...se conocerán, se ena...