Vendida a mi ex

Capítulo 33

Liberando al león

Un majestuoso club nocturno era lo que tenía en frente, estaba impresionada por la cantidad de vehículos caros que había visto, pero lo que más me impresiono fue el jaguar de ojos rojos, con una correa de oro blanco llena de rubíes y diamantes. No sabía como le había hecho el dueño para poder conseguir semejante animal, pero la realidad era que causaba una impresión de poder puro.

Estaba tan concentrada viendo al animal que no me di cuenta de que el dueño se dio cuenta, mis ojos conectaron con los de aquel hombre de no más de 30 años. Primero vi indiferencia y arrogancia, pero pasados unos segundos algo cambio, curiosidad, eso fue lo que percibí. Si en algo yo tenía experiencia, era en que la curiosidad podía ser peligrosa, así que preferí retirar mi mirada y mantenerme lo más alejada del hombre posible.

-Ven Zo es por aquí – suavemente Adrien posiciono su mano en mi espalda guiándome a la entrada del club, había una larga fila, pero apenas vieron a Adrien nos dejaron pasar sin preguntar nada, supongo que por ser el sobrino de los anfitriones.

La gente que había dentro era demasiada, podías apreciar varias cosas como la pista completamente llena, en otra parte estaba una especie de casino donde se podían ver a varios hombres jugando al póker, por otro lado estaban unas mesas donde varias personas platicaban y socializaban, pero lo que más llamaba la atención eran las acróbatas que estaban colgadas de unos aros mientras hacían diferentes posiciones en ellos. La altura era un poco alarmante, pero el espectáculo que daban era fabuloso, el dominio que tenían del elemento, así como de sus propios cuerpos, era impresionante.

Seguimos caminando hasta llegar a una mesa que tenía un tubo en medio, el primero en hacer bromas sobre hacernos un baile privado fue Mike y todos nos reímos.

-A quien le vas a dar tu mejor baile? – le preguntó Riley quien intentaba mantener la calma, había quedado de ver a su novio aquí en el club y eso la tenía nerviosa.

-Que no es obvio? – preguntó Mike – Al papacito de Adrien Millonario Miller – seguido de eso le guiño un ojo. Las carcajadas volvieron, y me he dado cuenta de que el 90% de veces que nos reímos en gracias a alguna cosa que dijo Mike.

Ese pensamiento hizo que volteará a ver a Noah, recordando lo que me había dicho hace algunos minutos en su habitación. Me sorprende no haberme dado cuenta antes de los sentimientos que le profesaba a Mike, estar con Adrien me vuelve tan ciega? Es obvio por la manera en la que lo mira, como si lo añorará más que a nada en el mundo. Lo malo era que así como Noah estaba siendo muy fácil de leer, Mike era imposible, lo único que expresaba era esa actitud relajada, como si nada tomará en serio y nada le importará. Me preguntaba, que pasaría si Noah se le confesará?

Mis pensamientos tuvieron que ser interrumpidos cuando noté la presencia de otra persona más que los que se habían convertido en mis amigos, comencé a detallar al chico que estaba al lado de Riley, su cara me hacía ruido, como si ya lo hubiera visto en algún lado. Me tomo unos segundos en darme cuenta de que aquel chico de tez morena era el mismo que la invitó a bailar aquel día de la fiesta en la mansión.

-Hola – esa simple palabra de parte de los labios de aquel chico fue suficiente para que la atmosfera agradable que se había creado se rompiera en pedazos. Los chicos pasaron de tener sonrisas a caras largas y serias. Silencio. Eso fue lo que reino.

Ya que nadie parecía querer contestarle su saludo al chico, la que se animó fui yo, extendiéndole mi mano y regalándole una cálida sonrisa que el contesto de la misma manera, de cierta forma creo que le quite un peso de encima.

-Zoe- le dije

-Aidan - me contestó él. Rápidamente sentí la mano de Adrien cubriéndome el hombro y por fin se digno a hablar.