Capítulo 7

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Cariñoso y atento

Desperté de mi larga siesta debido a unos gritos que surgían desde la planta de abajo, ¿Qué diablos?, pensé.

Salí corriendo de mi habitación, la cual por cierto ya no le ponían llave. Desde la fiesta del sábado que Adrien me ha dejado tener más libertades por así decirlo, una de ellas es que ya no estoy encerrada en mi cuarto.

Bajé la planta y me dirigí hacia la oficina de Adrien donde lo vi hablando por teléfono, lo malo era que yo no entendía nada de lo que decía, sabía que estaba discutiendo con alguien por su tono, pero lamentablemente no sé hablar alemán.

Una vez terminó la llamada su pecho subía y bajaba muy rápido debido a cuánto había gritado, no tenía idea de que pudiera haberle molestado tanto para actuar así.

-Zoe- fue todo lo que dijo, parecía como si él fuera a decir algo más pero no lo hizo, permaneció callado cómo debatiéndose entre hablar o no.

Levante una ceja ante eso e intente presionarlo para que abriera su boca- Dime-.

-Vamos a ir de compras así que alístate- fue todo lo que dijo para después salir de su oficina dejándome ahí sola, okey eso no era lo que me esperaba en lo absoluto, pero no me quejaba.

Como él había dicho yo soñaba con venir a Alemania de viaje y conocer cada rincón de este hermoso país, jamás me imaginé que vendría en estas condiciones, pero, si ya estoy aquí lo aprovecharé al máximo antes de irme.

Aún no sabía cómo seguir con mi plan de escaparme, ya que mi idea del dinero había fallado. Por mi mente aparecía la opción de irme sin dinero e intentar arreglármelas como pudiera, pero no me convencía demasiado.

Estuve pensando en un plan B mientras me duchaba y arreglaba, pero nada llego a mi cabeza, me puse unos pantalones de mezclilla con un suéter blanco y unos tenis negros cómodos ya que hacía un poco de frío afuera.

En serio me sorprendía como le hizo para que toda la ropa fuera de mi talla, así como cada uno de los pares de zapatos y la ropa interior. Pero supongo que el dinero puede hacerlo todo, incluso en un día vaya.

Cepille mi cabello, el cual estaba extrañamente de buen humor hoy, por si acaso como quiera me llevaré una liga en la muñeca, nunca se sabe. Ni si quiera me moleste en maquillarme ya que no solía hacerlo a menudo, sólo en ocasiones especiales, ¿La razón? La flojera.

Salí de mi cuarto, estuve a punto de regresar para tomar una bolsa, pero después recordé, una bolsa ¿Para guardar qué? ¿Mi cartera? ¿Mi teléfono? Exacto.

Bajé las escaleras y mis ojos hicieron contacto con los de una chica, la misma que me había hecho caras cuando la vi en la fiesta. ¿Cuál era su nombre? ¿Raquel? ¿Rebeca? ¿Vanessa? ¿Hailey?

-Zoe- escuche su voz pronunciar mi nombre en una forma de saludo, que a mi parecer sonó demasiado forzado, como si la estuvieran obligando a hacerlo.

-Hola- fue todo lo que conteste ya que aún no podía recordar su nombre. Me detuve a evaluar su vestimenta, ella tenía su cabello perfectamente lacio, un maquillaje profesional en su rostro y un vestido apretado que resaltaba cada parte de su cuerpo.

Definitivamente nos veíamos muy diferentes, ¿Acaso ella no se estaba muriendo de frío con eso? Y esos tacones son gigantes ¿Como es que no le dolerán los pies al ir de tienda en tienda?

En eso, gracias al cielo, Adrien entro a la habitación hablándome- Bueno Zo- Zo... mi corazón comenzó a latir más fuerte cuando él me llamo así, ¿Por qué? Porque así me llamaba cuando éramos novios, cuando en realidad lo éramos, vaya fue el año más feliz de mi existencia y pensar en que todo acabo me rompía el corazón, pero basta de eso, dure mucho tiempo triste mientras él se acostaba con una chica diferente cada noche y creo que tengo en frente a una de esas chicas, así que no se merece que me sienta triste por él- ¿Zoe? - escuche su voz llamándome.

-Lo siento, ¿Que decías? - le pregunté con las mejillas rojas de la vergüenza ya que me había perdido en mi mente y él lo había notado.

El me dio una cálida sonrisa y continuó hablándome, diablos esa sonrisa- te decía que Mike, Noah, Rachel, Riley y Damien irán con nosotros amor- intente no concentrarme en su "amor" porque si no comenzaría a llorar aquí mismo y solo asentí. También gracias a la mención de su nombre recordé el nombre de la chica, Riley.

-Y ¿Dónde están ellos? - le dije levantando mi ceja y viendo disimuladamente a Riley, quien ya se había parado del sillón de la sala.

-Nos verán ahí- Me estresa cuando las personas no me contestan lo que quiero que me contesten, yo quiero saber, ¿Qué diablos hace ella aquí? Antes de que pudiera abrir mi boca Riley me interrumpió.

-Entonces ¿Nos vamos Adribu? - reprimí una carcajada, ¿Porque le decía Adribu? Que apodo más ridículo, pensé. Adrien pareció notar que estaba a punto de reírme así que habló rápidamente y en un tono algo serio para mi gusto.

-Si, ya nos vamos y es Adrien por favor- Riley borro la sonrisa de su boca y apretó sus labios en señal de enojo y desconcierto, pero supo disimularlo. Vaya esto iba a ser entretenido, pensé.

Los tres íbamos caminando hacía el auto en un silencio incómodo, Riley iba un poco más en frente que nosotros, ya que Adrien y yo íbamos agarrados de la mano, recuerden para ella yo soy su novia.

El saco la llave de su abrigo y abrió el carro, lo que me sorprendió fue que Riley se subiera de copiloto, voltee a ver a Adrien con la ceja levantada y el me respondió de la misma manera sin entender por qué ella se había puesto ahí. Ambos nos paramos en frente de la puerta del copiloto y ella bajo la ventana para hablarnos.

- ¿No van a subir? - dijo con una sonrisa de inocente y luego abrió la boca en una falsa sorpresa- AHH lo siento Zoe, es que ya sabes la costumbre de ir de copiloto con Adrien- apreté mis labios, intentaría no mostrar mi enojo en frente de ella.

Espere a que se bajara y se subiera atrás pero no lo hacía, por Dios ¿Que estaba esperando? ¿Una patada en el trasero? Porque gustosa se la doy.

-Zo- Tú no me digas Zo perra, pensé- ¿Te molesta si me voy en frente? Es que ir atrás me marea- una sonrisa victoriosa se posó en sus labios y mis ganas de ahorcarla solo aumentaban, que razón más tonta y que sin vergüenza era esta chica.

-No te preocupes Riley- hablo Adrien por mí y yo solo voltee a verlo con cara de "Que demonios haces?" El solo me guiño un ojo.

La sonrisa de Riley demostraba victoria pura mientras yo sentía como mi sangre hervía por mis venas, ¿En serio Adrien me iba a mandar atrás mientras él se iba con ella en frente? Yo soy su "novia" creo que me merezco más respeto.

-Zoe, ven- Adrien jalo mi brazo hacia la puerta trasera del coche y la abrió para mí, estaba indignada, en serio no podía creer esto, me subí al carro sin dirigirle ni una sola mirada y él solo cerró la puerta y rodeó el coche.

Definitivamente me vas a oír cuando estemos a solas Adrien Miller, esto no se va a quedar así, te lo juro. Cuando pensé que iba a abrir la puerta del piloto en realidad abrió la puerta trasera entrando a mi lado, mi enojo se esfumó en segundos y no se cual cara reflejaba más la confusión, si la mía o la de Riley, pero al menos yo si mantengo mi boca cerrada señorita obvia.

- ¿Qué haces atrás Adrien? - fue la pregunta que salió de los labios de Riley y la misma que mis ojos reflejaban. Su tono era entre confusión y rabia, ¿En serio no podía disimular un poco?

-Sentándome- dijo Adrien obvio y al ver nuestras miradas interrogantes continuó- nos llevará el chofer, ya debe de estar a nada de llegar- su voz sonaba fría, muy pocas veces había escuchado ese tono de voz, era algo intimidante definitivamente y creo que uso ese tono para que Riley ya no le hiciera más preguntas.

-Jamás nos había llevado un chofer- replicó Riley, al parecer no entiende lo que significan los tonos. Y me molesta que siempre me resalte el hecho de que ella y Adrien han estado juntos muchas veces, diablos soy su "novia" ¿En serio no tiene ni tantito respeto?

-Hoy no tengo ganas de manejar- dijo Adrien tranquilamente mientras extendía su brazo a mi alrededor y me acurrucaba a su pecho. Al fin Riley se había callado, eso me dejo contemplar un poco mejor el momento, vaya había olvidado lo cariñoso y atento que puede llegar a ser si se lo propone. Una sonrisa aparecía en mis labios mientras un señor de unos ¿38 años? Entro al auto y después de saludarnos lo puso en marcha hacia el centro comercial. Veamos como sale esto.

Vendida a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora