Vendida a mi ex

Capítulo 24

Holaaa, este capítulo lo subí un día antes porque me iré de viaje y no sé si podré subirlo el domingo, así que disfrútenlo.
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Inseguridades

Lo primero que vi al abrir mis ojos fue como un rayo de luz se colaba por mis cortinas color melón, poco a poco me acostumbré a la luz. No tenía idea de que hora era pero seguramente ya era tarde para irse levantando. Mientras el olor a tocino y huevos revueltos llegaba a mi nariz, mi mente comenzó a recordar el motivo de haberme desvelado tanto. Ayer Adrien y yo nos quedamos platicando de la mejor estrategia para saber que fue lo que paso en su oficina. Él insistía en que lo mejor que se podía hacer era capturar a Riley y sacarle la información, aunque eso representará romper las reglas del consejo donde no se atacan unos a otros, según él se podía alegar que los primeros en "atacar" por así decirlo, fueron ellos al entrar a su oficina a buscar quien sabe que, con quien sabe cual motivo.

En mi mente eso no hacía sentido, es cierto que jamás he estado en este negocio, que no he sido entrenada para saber que hacer o que pensar pero mi lógica me decía que había algo que no encajaba. Primero, porque Riley limpiaría todas sus huellas y sería tan meticulosa para no ser descubierta pero usaría tecnología que se sabe que solo tiene su familia en su poder? Sería tonto. Lo segundo es que no la he sentido falsa en los últimos días, realmente la sentí sincera cuando estuvo para mi el día de la fiesta y se que pueden estar pensando que soy estúpida y me estoy equivocando, pero la otra opción a eso es que sigue enamorada de Adrien, lo que me lleva también a que hacer eso sería ilógico porque solo pondría en riesgo su cercanía con él. Le explique todo lo que pensaba a Adrien y él admitió que lo que decía no era completamente descabellado, aparte de que le dolería que sus sospechas fueran reales, ya que consideraba a Riley una amiga y a sus padres como si fueran sus tíos. Al final se decidió que la tendrían vigilada, pero que se investigaría más su caso antes de tomar medidas, lo único que si haríamos es avisarles a sus padres para irse preparando en caso de cualquier cosa.

Comencé a comer mi desayuno, al pasar unos minutos la puerta se abrió y Adrien entró por ella. Se veía tierno recién levantado, con su cabello negro alborotado, sus ojos azules, sus grandes labios hinchados y sus mejillas más rosadas de lo normal. Era injusto que existieran seres tan guapos como él.

Supongo que mi mirada no fue muy discreta ya que sonrió con egocentrismo y habló- me estas follando con la mirada Zo – definitivamente era un error aumentarle más el ego a este chico, pero la realidad era que me es imposible no hacerlo. Mis neuronas se van de viaje a la luna cada vez que lo tengo cerca y mis ojos no parecen querer separarse de su anatomía, Así que en contra de mi buen juicio decido no avergonzarme ni de mis sentimientos ni de mis pensamientos.

-Es cierto – mi respuesta parece tomarlo por sorpresa ya que inclina un poco su cabeza y me observa como si quisiera asegurarse de que soy real. Una sonrisa apareció en mis labios por su reacción.

Esa misma sonrisa se fue cuando noté como él lentamente se fue acercando a mí, ya no había confusión en sus ojos, ahora había seguridad y quizá un poco de lujuria. Mis ojos se clavaron en sus hombros y brazos, me pareció excitante como se tensaron forme el hizo fuerza para poder sostener su cuerpo en mi cama. Su cara se acercó lo suficiente a la mía como para que mi respiración cambiará, mi corazón se acelerará y mi piel se pusiera de gallina. Casi suelto un suspiro y cierro mis ojos esperando por el beso, pero mis ojos prefirieron clavarse en sus labios, eran perfectos, rosados, grandes y apetecibles. Una vez examinados sus labios quise posar la atención de mis ojos a los suyos, pero para mí desgracia lo que me encontré fue que los de él estaban en mi frente. Qué demonios, ¿Porque estaba observando mi frente? Antes de que pudiera formular mi pregunta su mano se dirigió a esa zona de mi cara, como si estuviera comprobando que no tuviera temperatura. Rodé mis ojos y aparte su mano.