Capítulo 40

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Antes que nada quiero decirle lo infinitamente agradecida que estoy con ustedes por el éxito que ha tenido la obra últimamente, las visitas, los votos y su apoyo son cosas incondicionales que jamás podría pagarles. La historia ya llegó a las 4K de vistas y no le falta mucho para llegar a los 300 votos. En serio muchas gracias.

También quiero decirles que estamos en la recta final de la novela. No se como sentirme al respecto, esta historia para mi es como mi bebé y me duele de cierta manera terminarla, así como me encanta verla crecer. No creo que tenga una segunda parte como tal, pero supongo que de eso les hablaré más adelante así como del siguiente proyecto que traigo en mente.

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Del 1 al 10

Mis ojos se abren brevemente para después volverse a cerrar y repetir ese movimiento unas cuantas veces, hasta lograr acostumbrarme a la tenue luz de la habitación donde estoy amarrada a una cama. Mis manos están aferradas a la cómoda con unas esposas mientras que mis tobillos están sueltos. Por un momento me encuentro a mi misma completamente desorientada hasta que recuerdo lo que sucedió, mi primer impulso es gritar el nombre de Adrien, pero sé que es inútil. Él debe de pensar que estoy muerta y no se como demostrarle que no lo estoy, ni si quiera yo sé como es que no lo estoy. No tengo ni la más remota idea de cómo salir de aquí y eso comienza a estresarme.

Mis ojos se llenan de lágrimas de coraje que no me permito derramar por el simple hecho de que de nada me servirá llorar, yo necesito no quedarme quieta y luchar. Comienzo a evaluar la habitación pero no tiene ni una sola ventana, hay puertas y ubicó específicamente la salida cuando está se abre dándole paso a Rafael y a Riley. Lo sabía, Riley no está involucrada en esto, ella viene amarrada de brazos y con una venda en la boca impidiéndole el habla, tiene un ojo morado, moretones en sus brazos y muñecas y creo poder apreciar que su labio está roto y sangrando. Ella llora, las lagrimas no dejan de deslizarse por sus mejillas y me parte el alma verla de esa forma.

Por otro lado Rafael, bueno no estaba en mi lista de sospechosos propiamente, pero en este momento no me sorprende en lo más mínimo que sea él quien entre por la puerta. Me siento idiota por no haberlo pensado antes.

Lentamente me siento sobre la cama aún con mis brazos estirados debido a las esposas. Rafael me muestra una sonrisa y lentamente deja a Riley sobre el espacio libre de la cama, ella no pierde el tiempo e inmediatamente se hace para atrás pegando su cuerpo al mío, es como si buscara un poco de protección del ser que tenemos en frente.

-mi amor, me alegra ver que ya hayas despertado Zoe- esas palabras saliendo de su boca me producen asco y no me esfuerzo en disimularlo, mantengo una expresión fría y mis ojos no dejan los suyos haciéndole frente a esta cosa que se dice a sí mismo persona - Belle Zoe estoy esperando tu respuesta-

Vendida a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora