Capítulo 34

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Genuinamente no sé qué decir al respecto, jamás me imagine que alguna de mis historias llegaría al número 1 de alguna etiqueta

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Genuinamente no sé qué decir al respecto, jamás me imagine que alguna de mis historias llegaría al número 1 de alguna etiqueta. Literalmente me quede sin palabras. Lo único que les puedo decir es gracias infinitas por esto. Los adoro como no tienen un idea y sin su apoyo esta historia no sería lo que es hoy en día.
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Un hechizo peligroso

Alguna vez han sentido como si todo empezara a pasar en cámara lenta? No registras nada que no sea lo que estás enfocando, todos tus sentidos se ponen alerta y si a eso le sumas el enojo y las ganas de acabar con la vida de otra persona tu visión se volverá roja. Genuinamente espero que hayan dicho que si para que puedan comprender como es que me siento en estos momentos.

Pareciera como si hubiera volado hasta donde se encontraban los dos, creo que todo el mundo se quedo mudo ante mi presencia, o bueno, más bien mudo ante la expectativa de que era lo que iba a hacer. Los únicos que sabemos sobre mi entrenamiento somos Adrien, Alexander, Agnes y yo; y de que mate a un hombre solo Adrien y yo. Creo que nadie se imagina que genuinamente se defenderme y estoy a punto de sacarlo a relucir aquí y ahora.

Como si tuviera vida propia mi mano se dirigió rápidamente a las hebras rubias de Alina y con un tirón logré que se volteará para así quedar frente mío. Sin pensarlo dos veces lance un puño directo a su nariz, la sangre rápidamente comenzó a salir de la misma, pero para mi sorpresa ella pareció ni si quiera inmutarse por el golpe. Simplemente se limpio un poco el rostro y me lanzó una patada al estomago la cuál no esquive porque simplemente no me la esperaba.

Intente recomponerme lo más rápido posible y por suelte lo hice ya que logré esquivar un rodillazo que iba hacia mi cara. Otro golpe pero esta vez hacía su mejilla fue lo que logré y ya estando prevenida pude esquivar su ataque que nuevamente iba dirigido a mi cara. Intente darle una patada pero ella logro meter sus manos esquivándola. Estaba lista para darme un nuevo golpe pero mi estrategia de barrerle los pies volvió a ser nuevamente mi mayor aliada, ya que logre derrumbarla y subírmele encima, lista para destrozar su rostro.

Tristemente para mis unos fuertes brazos me quitaron de encima de Alina. Sabía que los brazos eran de Adrien, su perfume y presencia eran dos cosas inconfundibles para mí.

-Suéltame que voy a acabar con ella! – grité, pataleé, incluso lo mordí, pero nada sirvió.

-Zoe no vale la pena golpearla – era lo que me repetía Adrien una y otra vez, pero en estos momentos me valía un rábano si valía o no valía la pena, yo quería y necesitaba hacerlo.

-Maldita animal desquiciada! – era lo que me decía Alina.

-Insúltame todo lo que quieras pero, al menos no soy una estúpida que no entiende la definición de novio, pero no te preocupes, yo te la enseño- me seguía removiendo pero los brazos de Adrien eran una prisión de la cual no podía salir por más que lo intentará, su fuerza y técnica me superaban por mucho dejando mis chances de partirle la cara a la rusa en 0.

Vendida a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora