Capítulo 37

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Vendida... por segunda vez

Jamás me imagine ser vendida la primer vez, mucho menos imagine que fuera a haber una segunda, pero así es la vida, una perra a veces. Aquí estaba yo, vestido apretado, labios rojos, maquillaje exagerado, pelo perfectamente liso y tacones de 12 cm con los que muy apenas podía caminar. La risa burlona del chico detrás de mí solo hacía que quisiera aventarle uno de mis tacones.

-Quieres callarte por favor – eso solo hizo que su risa se hiciera aún más fuerte. Mi mente viajo a como termine en esta situación.

- Debemos tener un plan para atraparlo- Lo sabía, pero ya llevamos aquí 5 horas intentando encontrar alguna forma de capturarlo y nada parecía lo suficientemente bueno, a todo le encontrábamos un error. Él vio como Adrien me defendió, en serio pensaría que me dejo ir solo así porque sí? Era idiota.

-Miren, yo tengo una idea, pero no se si les guste mucho – toda la atención cayó sobre Alexander. No me gustaba el tono que había utilizado, pero en este punto estoy dispuesta a todo con tal de que ese señor desaparezca.

-Podemos hacer como si alguno de los chicos que son cercanos a ti hubiera secuestrado a Zoe y la quisiera intercambiar por dinero. Así el obtiene lo que quiere, a Zoe y joderte la existencia- tenía sentido su plan pero no sabía que tanto me gustaba el ser vendida de nuevo a alguien

- Ya está aquí Mike? – le pregunte a Adrien.

-Ya no ha de tardar en llegar – fue su simple respuesta y yo solo asentí en su dirección. Por más que se estuviera riendo de mi aspecto y quisiéramos llevar todo con normalidad, los dos sabíamos que no nos sentíamos cómodos con está situación. Podía sentir lo alerta que estaba a cada segundo y se que el podía sentir mi incomodidad y mi miedo.

Porque si, tenía miedo. Ese hombre de alguna u otra manera me trajo a la realidad que era mi vida. El estar con Adrien era como ponerme un blanco en la espalda. Dije que soportaría esto y más por él, no me arrepiento porque es verdad, pero siempre es duro darse el golpe contra la realidad y entender tu situación actual.

Un silencio incomodo inundo la habitación, el mismo que fue roto por unos toques a la puerta. La cabeza de Mike no tardó en asomarse por la puerta.

-Ya está aquí – mi piel se puso de gallina y mis piernas temblaron, pero intenté ocultarlo lo más que pude y emprendí mi caminata hacia mi amigo quien me dijo – cualquier cosa yo estaré ahí linda – y me dio un suave apretón en el hombro en señal de apoyo.

Ambos salimos e inmediatamente dos hombres se nos acercaron, se presentaron a nosotros como Make y Daniels, y ambos me pidieron permiso para agarrarme del brazo, yo asentí y les sonreí brevemente por ese gesto. También prometieron ser lo más cuidadosos posible, sin despertar sospechas.

Un pasillo largo y oscuro por el cual todos avanzamos nos llevan a una habitación. No era necesario repasar el plan, todos sabíamos quien estaba ahí y lo que se tenía que hacer. Mike entra a la habitación sin mí, solo con algunos hombres resguardándolo, pero la madera no impide el paso del sonido, por lo que perfectamente puedo escuchar esa voz que me ha dado pesadillas los últimos días.

-Michael Russilson - es su forma de saludarlo.

-Mike en realidad, pero a lo que vinimos Smazku, traes los 25 millones o no? – vaya, chico directo. Pasaron unos segundos hasta que se escuchó como dejaban caer algo sobre una mesa, me imaginé que se trataba de un maletín con dinero. Comencé a sentir náuseas.

-Me sorprende que un gran amigo del pequeño Miller si quiera considere traicionarlo de semejante manera por unos cuantos billetes- odiaba que intentara entablar una conversación, preferiría que todo lo hiciera rápido y directo, sin tanto preámbulo.

-25 millones no está nada mal, aparte aquí entre nosotros, Adrien es un poco pesado algunas veces, quizá esto le dé un golpe de humildad- el tono de Mike lograba que mi inquietud se disipara un poco, me causaba gracia que incluso en momentos como estos la voz juguetona de Mike y el ambiente relajado que siempre se carga, no desaparecieran.

-Ahora eres Dios para andar dando lecciones- réplica Leonel.

-Parezco un Dios, gracias por notarlo, pero no lo soy- casi se me escapa una risa, pero sabía que la madera no impide el ruido para ninguno de los dos lados.

-Un Dios que traiciona aquel a que le dice amigo- auch buen golpe, si fuera una situación real le hubiera aplaudido ese comentario.

-Igual que un hombre que tiene que secuestrar a una mujer para tener su compañía, ya que de otra forma nadie quisiera acercársele- Touché, ese fue un golpe aún mejor. Por unos segundos me preocupo el silencio que se creó detrás de la puerta, pero tuve que disimular en cuanto los hombres y yo entramos a la habitación fingiendo forcejear. Era mi momento de actuar.

-Eres un maldito cobarde Mike, Adrien se enterará de esto y disfrutare tanto de verte hundido suplicando por piedad- una sonrisa socarrona apareció en su rostro, mientras lentamente se acercó a mi tomando de la cara.

-Demasiado inocente y tonta para ser parte de este negocio- me dijo. Y por instinto el escupí, sabía que este momento sería motivo de burla más tarde, pero disfrute de su cara de estupefacción por mi arrebato. Las risas de Leonel no se hicieron de esperar.

-Vete al diablo- le grite como si genuinamente estuviera a punto de perder los estribos.

-En eso te voy a tener que corregir bonita, en esta ocasión no soy el diablo pero si trabajé para él- La sonrisa de Leonel se extendió aún más por todo su rostro, pensé que eso ya no era posible, pero en vez de miedo, preocupación o enojo, esto me causó risa, ya que yo si entendía el significado de esas palabras.

-Zoe, bonito nombre para la persona con la que pasaré el resto de mi vida- interrumpió el momento ese hombre. Mis ojos se dirigieron a él, quien me miraba impaciente y me di la dicha de sonreírle ampliamente.

-Eso ya lo veremos - vi como su seguridad tembló ante la mía y eso me hizo tenerle menos miedo, quizá él era una persona peligrosa, pero yo también podía serlo. Estuve a punto de volver a decirle algo pero el estruendo de la puerta siendo derribada me lo impidió.

-Ya llegó por quien lloraban- Adrien Miller llegó como solo él lo sabe hacer y sus hombres no dudaron en acabar con un disparo certero a los 4 hombres que acompañaban a Leonel dejándolo solo a él vivo y mejor aún sin ninguna opción de escaparse.

-Eres un bastardo Michael - replicaba Smazku mientras los hombres de Adrien lo agarraban y preparaban para llevárselo.

-En eso tienes razón, un bastardo que le hizo un favor al diablo - dijo Mike antes de guiñarle un ojo y salir de la habitación.

-Esto lo pagarás caro maldita rata, pero no aquí, tengo el mejor lugar para esto- hizo una señal con su mano para que sus hombres se lo llevaran y nos termináramos por quedar solos en la habitación.

Su mano se acercó a mi rostro acariciándome y una frase salió de su boca, al principio no la comprendí del todo, pero después de meditarla y hacer memoria todo cobro sentido.

-Yo no rompo mis promesas Zoe – me susurra Adrien al oído.

Vendida a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora