Vendida a mi ex

Capítulo 13

Pan comido... creo

Mi cuerpo se siente pesado esta mañana. Alguna vez han sentido como si la cama les dijera "no te levantes, mira lo cómoda que estoy, el mundo puede esperar". Espero que hayan dicho que si para que puedan entender exactamente cómo diablos me siento. Por suerte para el mundo no los hago esperar por mi presencia y me levanto de mi cama, el pensamiento de la cara de Adrien de ayer por la noche sigue en mi mente.

¿Hice lo correcto? Yo creo que sí, él se merecía que alguien de una vez por todas no se intimidara con sus estúpidas amenazas, no voy a ser otra lame botas del "gran" próximo rey de la mafia eso se los aseguro.

Barbara y Dylan, habían partido en la madrugada, escuché cuando se despedían de Adrien y de Alexander.Para ser sincera, era raro ver a esos dos chicos solos aquí todo el tiempo, debe de ser feo no ver a tus padres seguido. Aleje esos pensamientos de mi cabeza y pase a sentarme en el sillón que estabas en frente de la ventana de mi habitación. Solo observando el gran jardín, admirando la tranquilidad que se percibía. Mi mente estaba ida en recuerdos de lo que era mi vida y de cómo todo había cambiado, quiero recuperar todo, pero para ser sincera no sé cómo, es obvio que si escapó Adrien sabrá Justo donde encontrarme y no pienso poner en riesgo a mi familia, pero entonces ¿Qué hago?

El ruido de un motor me saca de mis pensamientos y observo como una chica con el cabello negro baja de un lujoso coche. Podría decir que es una barbie en versión grande, su cuerpo es prácticamente Perfecto, tiene curvas, pero no exageradas, se ve completamente proposicional cada parte de su anatomía. Tiene rasgos finos que relucen su lindo rostro y sus labios no son ni tan grandes ni tan pequeños. La chica entra a la mansión como si fuera suya y como soy una metiche, me escabullo hacia la planta de abajo para saber quién es y que hace aquí.

- Hola guapo- es lo que escucho que le dice la chica.

Estoy escondida cerca de la escalera viendo como Adrien se acerca a ella, ambos se saludan de beso en el cachete, se dan un corto abrazo y se sientan en la sala.

- Hola Lia- es lo que le contesta él a ella.

- Cuéntame para que me hablaste? Pensé que habías sido claro la última vez que nos vimos-.

- Veras, en serio creí que podía haber algo entre Zo y yo, pero ella me odia, no sé si deba seguir esperando a que ella voltee a verme- sentí como mi corazón se contraía en mi pecho, y como el aire se escapaba de mis pulmones.

Estoy enojada conmigo misma, porque sus palabras tienen un impacto gigante en mí, mis sentimientos por él siguen intactos pero mi moral es más grande, es un asesino y un mafioso, yo y mi familia podríamos estar en riesgo solo por relacionarme con él, necesito olvidarme de esto, no puedo sentir nada más por Adrien.

- Escúchate, tú obsesionado con una chica. ¿Sabes cuantas chicas matarían solo porque las voltearás a ver? Claro que lo sabes te lo repiten todo el tiempo. Se que estás enamorado de ella, pero tienes que recordar qué hay más peces en el agua, ella no es la única chica en el universo y estoy segura de que yo te puedo hacer olvidar...- vi como la mano de la chica comenzaba a deslizarse por su pierna y su cara se acercaba a la suya, necesitaba salir de ahí, ya sabía lo que venía y no era algo que quisiera ver.

Ágilmente salí de mi escondite y me dirigí a la cocina, ellos no me notaron porque primero, fui cuidadosa y segundo, estaban muy ocupados tragándose entre ellos. Mis ojos comenzaron a mojarse, pero no permití que ni una sola de mis lagrimas se derramara, me acerque al refrigerador, respiré y saqué un bote de helado.

Escuche como subían las escaleras y siendo sincera no se necesita mucha imaginación para saber qué fueron a hacer allá arriba, duele obviamente, pero eso me hace pensar que quizá todo está situación sea mi boleto de salida. Si Adrien se enamora de esta chica Lia, yo ya no soy necesaria aquí, puedo largarme con mi familia y recuperar mi vida sin ningún problema.